La semántica en el aula de clase

Por Jerson Ledesma

Después de servir como cenicienta de la etimología y ser útil para otras ciencias que buscaban su apoyo, la semántica se abre paso como una de las ramas más importantes de la lingüística contemporánea. Por los orígenes de sus estudios hay una relación permanente con su hermana mayor la etimología con el fin de ahondar por la historia de los significados de las palabras. La mayoría de investigadores temían por la inestabilidad de su objeto de estudio que es el significado y su correspondencia con hechos científicos que demostraran con validez una observación empírica y contrastable alrededor de su constitución. Por tal razón, estuvo marginada casi siglo y medio, relegada a un segundo plano, mientras la fonética y la morfosintaxis ocupaban posiciones de privilegio. Sin embargo, Sthephen Ullman pudo transformar la historia y reivindicar a la reina del significado, fue uno de los precursores en el asentamiento de sus bases teóricas, ayudando a separar sus funciones de cuestiones etimológicas. Pero más allá, de este proceso, puede creerse que la semántica es un campo de acción muy aplicable a nuestra cotidianidad, esencial para la comunicación. He aquí algunos puntos que el docente puede aplicar:

1.Uso de la sinonimia para el fortalecimiento de los textos académicos. En la comunicación escrita se requiere un amplio léxico que defina con mayor precisión las ideas en el documento.

2. Uso de la antonimia, pues se requiere conocer cuál es la contraparte de los significados de algunos términos.

3. Puede jugarse con el carácter polisémico de las palabras y sus ambigüedades, por ejemplo: el perro de Luis se come la carne, sobre el vocablo perro está la carga polisémica, ya que no sabe si a Luis se le está diciendo perro o si en efecto, se menciona a su mascota. De igual manera, la hominia, la homofonía y la paronomasia ayudan en ese propósito de lograr una clase divertida no solo en temas de escritura, sino también de lectura.

La semántica es la reina del significado, su campo es vasto y muy complejo, pero también enriquecedor para reconocer y valorar la comunicación en el aula, para evidenciar la capacidad creativa de los hablantes en la emisión de sus mensajes.