Viendo en NatGeo televisión “Los tesoros de Egipto” que documenta la exploración de los sitios arqueológicos egipcios, y el programa “Los tesoros de los Mayas”, se da cuenta uno que, tanto en Egipto como en el territorio maya, las exploraciones realizadas, continúan sacando a la luz tesoros maravillosos y desconocidos; esto me motivó dar a conocer los hallazgos sobre otra civilización precolombina casi desconocida y por tanto no valorada, donde el hallazgo inicial ha permitido como en las civilizaciones antes nombradas, profundizar en sus culturas, ciencias, visones religiosas etc. En uno de mis viejos recortes de prensa titulado “La tumba del señor de Sipán. El encuentro del Arca Perdida”, Jueves 8 de Octubre de 1992,”El Tiempo” página 3B, el autor del artículo Andrea Raffo dice: “Uno de los tesoros precolombinos más fabulosos que escaparon de manos de los españoles fue encontrado en 19876 en un valle al norte del Perú. Considerado uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo, contiene miniaturas que debieron ser elaboradas con lupa. Alemania está encargada de su restauración”.
Según el artículo, los peruanos se habían acostumbrado a convivir dos enormes pirámides de adobes que interrumpían los sembrados de caña de azúcar en los valles de Lambayeque en el Perú, delante de ellas había una enorme plataforma artificial que había llamado la atención de historiadores y científicos, quienes sospechaban que era una especie de mausoleo real para la élite Mochica, una cultura que habitó dicha región entre los siglos I y VI después de Cristo, es decir se le considera contemporánea de la cultura Nazca,
La cultura mochica, bautizada por el idioma que hablaban sus integrantes el Muchick, también es llamada Moche por un rio en su territorio; ha sido estudiada por grandes arqueólogos, se atribuye su descubrimiento al alemán Federico Max Uhle en 1909, y los estudios más importantes los hizo el ingeniero alemán Enrique Bruning, quien en 1899 excavó en inmediaciones de la Guaca del Sol y de la Luna, también estudiada por los arqueólogos peruanos Julio César Tello y Rafael Largo Hoyle, quien dató los diversos periodos de esta cultura por su cerámica, reconocida mundialmente; al igual que la cultura Sinú en Colombia, los mochicas habían alcanzado un alto nivel en la construcción de grandes obras de ingeniería hidráulica: represas y canales para la irrigación del desierto que bordea la costa peruana, ampliando su frontera agrícola, sembraban maíz morado, calabazas, tubérculos, frutos y maní, algodón y la totora, criaron, cuy pato y venado, se destacaron en la pesca en los llamados “caballitos de totora” pequeñas embarcaciones que aún se utilizan en la actualidad, habían construido centros urbanos de extensión considerable.
De sus adelantos en metalurgia no se tenían ni sospechas, y menos de la detallada y artística orfebrería que solo vino a conocerse a raíz del saqueo de guaqueros y buscadores de tesoros que crearon rumores de una tumba fantástica, un grupo de arqueólogos peruanos fue alertado y dirigidos por Walter Alba, llegaron a impedir la continuación del saqueo, y después de varios meses de ardua labor hicieron uno de los descubrimientos más impactantes de la arqueología latinoamericana: la tumba intacta de uno de los gobernantes mochica; que demoraron varios meses en exhumar, pues para dar con la cámara funeraria los arqueólogos tuvieron que retirar varias toneladas de tierra y desocupar un recinto que contenía más de 1.150 vasijas, unos pocos objetos de cobre un esqueleto humano y ofrendas. ”Cuando llegaron a la tumba central se encontraron con una de las más valiosas herencias del mundo precolombino, quizá la más valiosa de las que sobrevivieron a manos de los españolea y cuyo valor aún no ha podido ser fijado”, (“La tumba del señor de Sipán. El encuentro del Arca Perdida”, Jueves 8 de Octubre de 1992,”El Tiempo” página 3B).
Especula el señor Raffo, que Sipán debía ser rey de la cultura mochica por el 200 de Cristo y su pueblo lo conformarán unas 10.000 personas que habitaba pirámides de adobe, tanto la tumba como los objetos de oro, por su minuciosidad, implicaron la dedicación del pueblo entero desde muchos años antes de la muerte del rey, que fue enterrado allí cuando tenía unos 40 años de edad con todos los objetos que le otorgaban poder y autoridad. “Junto al señor de Sipán se encontraron restos de ocho individuos, tres mujeres, cuatro hombres y un niño. Se cree que ls mujeres podrían haber sido sus concubinas, mientras que los hombres han sido interpretados como un jefe militar, un vigía y un soldado, éste último con los pies amputados. Además, se hallaron restos de dos llamas y un perro” (es.m.wikipedia.org).
La cabeza, rostro y mentón estaban cubiertos en oro labrado con sus formas, tres pares de orejeras de oro a lado y lado de su cráneo, once pectorales de concha de diversos colores, un collar de esferas y discos en oro y otro con veinte representaciones del maní, diez en oro y diez en plata; portaba en la mano derecha un cetro y un cuchillo decorado con escenas de sacrificios humanos, en la mano izquierda tenía un cuchillo y sendos lingotes de oro y plata, protegía hombros y muslos con un tejido de cuentas de oro y turquesas y en sus pies tenía sandalias de cobre; por el desgaste de las joyas tenía el cadáver se deduce que las cargaba en vida, y al parecer poco utilizó las sandalias por incómodas.
El señor de Sipán fue enterrado en oro, pero lo que más sorprende es el minucioso trabajo de los antiguos orfebres mochicas, capaces de elaborar tantas piezas tan pequeñas y finas con materiales como oro, plata, cobre, turquesas y conchas, es algo que desconcierta a los expertos, como las demás culturas incas los mochicas no conocieron la escritura ,por lo que sus obras son muy detalladas y expresivas, es el caso de un duendecillo labrado en oro, cuyos detalles solo pueden observarse a través de un microscopio, lo que lleva a pensar en lupas precolombinas, o que tuvieran vista de águila.
Según el video de YouTube ”La cultura mochica en 7 minutos” eran una sociedad clasista, en lo político no había un poder único centralizado, sino que en cada valle había un gran señor o gobernante, durante su expansión se organizaron estados al norte y al sur; el gobernante era llamado cie-quich y se creía descendiente de los dioses, tenía autoridad civil, militar y religiosa, por debajo de él en importancia estaban los sacerdotes; los señores de los valles se unían para hacer obras de bien común, ceremonias y rituales o establecer alianzas militares; uno de los más antiguos gobernantes Mochica de que se tiene noticia es el señor de Sipán, encontrado en 1987 por los profanadores de tumbas peruanos. ”Su hallazgo resultó trascendental para la arqueología mundial, ya que su tumba fue el primer entierro real encontrado intacto en América del Sur, y que pertenece a una civilización peruana anterior al imperio incaico” (peru.info.turismo). “un día como hoy, hace 34 años, se produjo en Lambayeque el hallazgo de la tumba del señor de Sipán, lo que significó un hito trascendental para la arqueología mundial, solo comparado con el hallazgo de la tumba del faraón egipcio Tutankamón a inicios del siglo XX” (andina.pe/agencia/noticias. 20 Julio 2021)
Debajo de la tumba del señor de Sipán se encontraron otras dos tumbas: la primera de un sacerdote, en la que se hallaron piezas que indican que indican que sería uno de los principales personajes en la jerarquía de la civilización mochica. ”En las piezas que le acompañaban destacan, además de los símbolos religiosos como el sol y la luna, la copa o cuenco destinado a los sacrificios, una corona de cobre bañada en oro y adornada con un búho con sus alas extendidas y otros elementos para el culto a la luna y el sol” (es.m.wikipedia.org), la presencia de este personaje hace suponer que los mochicas tenían un estado teocrático, por los análisis de ADN realizados, el sacerdote era contemporáneo del señor de Sipán. La segunda tumba era la del viejo señor de SIpán: “Por los mismos análisis de ADN se ha probado que con una diferencia de cuatro generaciones, el viejo señor de Sipán era un antepasado directo del mismo señor de Sipán, ´por lo que se podría pensar en una alta jerarquía hereditaria” (es.m.wikipediua.org).
“Los mochicas un pueblo con una cultura rica y sofisticada, excavaron canales para irrigar sus cultivos, establecieron prósperas redes comerciales que llegaron hasta Ecuador y Chile, y levantaron enormes pirámides, palacios y templos. Además elaboraron una cerámica única y bellos ornamentos de oro, plata y cobre. Pero en el año 800 una serie de cataclismos producidos por un cambio climático precipitaron su fin” (nationalgeographic.com.es).
Grandes civilizaciones desaparecieron por el cambio climático que nosotros también sufrimos representados en “el niño” y “la niña” ¿Qué dirán en el futuro los arqueólogos sobre nuestra civilización consumista y despilfarradora?

Don Diego, que bueno conocer la zona, sería maravilloso un tour por esas tierras, ciertamente nuestras culturas ancestrales dejaron tesoros maravillosos, esperemos que se encuentren y conserven cómo se debe, para no lamentar (otra vez) lo sucedido con el tesoro Quimbaya, que España intentará no devolver
Buen texto. Conozco Cajamarca, Trujillo y las parte del norte de Perú. El señor de Sipán fue un gran líder andino, al igual que, la señora de Cao. Señor Danilo, tenemos mucho que descubrir en nuestra América arqueológica. Egipto es encantador, pero en nuestro continente tenemos vestigios arqueológicos tan ricos como los africanos o europeos. Saludos.
Mil gracias Carlos Ariel, no conocemos nuestras culturas tan asombrosas cómo la egipcia,de ahí que no valoremos los legados culturales de nuestros ancestros, con vidas asombrosas y gestas, guerras y acciones heroicas, que no podemos valorar, pues ¡no se quiere lo que no se conoce!
Enigmas, preguntas, respuestas, cuestionamientos, toda una gran cantidad de acertijos que nos asombran…buena lectura, me gustó…