El investigador de la Universidad Externado Jorge Iván Cuervo al referirse a las estrategias de campaña dice: antes buscaban que el mensaje calara positivamente en la población, pero hoy se han enfocado en lo mediático y las redes sociales. “Ahora buscan reforzar las emociones positivas y negativas”
Por su parte la Misión de Observación Electoral (MOE) manifiesta preocupación al resaltar que “en las campañas lo que está primando es la descalificación del contrario, lo que lleva al empobrecimiento del debate. “Por ejemplo, señala Alejandra Barrios Cabrera respecto a las pasadas elecciones presidenciales: “Empezamos a ver un debate basado en la discriminación, el racismo, el clasismo, entre otros. Este nivel tan bajo nunca había estado presente”.
Para la mayoría de los medios de comunicación lo que cuenta es picarles la lengua a los candidatos. Es lo que da rating. Cada vez las propuestas y los programas van estando relegadas dándole paso a los insultos y los señalamientos personales, la calumnia y la mentira están en primer plano, y se ven amplificadas por las redes sociales donde el usuario de estas plataformas está en guardia y dispuesto a responder al mensaje (generalmente sin leerlo), dependiendo de quién lo envía; si el que lo escribe es del candidato contrario, la respuesta es masiva y la cruzada es implacable sobre ese candidato.
Lo que han puesto de manifiesto las redes sociales es que sin estos medios de comunicación ninguna campaña tendría éxito y, la mejor forma de utilizarla, de acuerdo a los nuevos estrategas de las comunicaciones políticas es buscar la descalificación del contrario, poniendo frases y expresiones que aunque nunca las haya expresado, buscan hacer ruido, pues más adelante podrán rectificar.
Claro, hay insultos y agravios que por fortuna son penalizados, sobre todo cuando se trata de expresiones racistas, homofóbicas, que se encuentran prohibidas en la constitución, tal como ocurrió terminada la pasada campaña electoral donde la fórmula Petro-Márquez ganó la presidencia de Colombia, y una simpatizante uribista fue condenada en juicio a pagar algunos años de cárcel, por sus insultos en contra de la vicepresidente Francia Márquez.
Durante el siglo XX las campañas liberal conservadora siempre fueron transversales a la violencia bipartidista. Lo seguidores de los candidatos presidenciales se enfrascaban en discusiones que fácilmente terminaban en agresiones físicas y en algunos casos se ocasionaban la muerte. El periodista, escritor, magistrado y diplomático, Álvaro Salom Becerra, describe con mucho tino y humor estas contiendas electorales del siglo pasado en su libro “Al pueblo nunca le toca”. Esa época fue demasiado violenta por el radicalismo demencial de la forma en que adelantaba la política. El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa, Pardo Leal, Carlos Pizarro, sumado a la exterminio de más de 300 dirigentes de la Unión Patriótica, son ejemplos para tener en cuenta y no repetir.
Sumado a toda esta barbarie, recordemos el “robo” de las elecciones al general Rojas Pinilla en las elecciones en que se posesionó Misael Pastrana, con la anuencia bipartidista. Estos episodios hacen que la forma de hoy hacer política parezca muy civilizada, pero en nada difieren de la generación de violencia y odio que hoy mantiene al país en la polarización.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Septiembre 2023
Serena e inteligente mirada a esa difícil y desgastada y a veces muy sucia manera de hacer política por parte de muchos de nuestros lìderes, que debieran de DAR EJEMPLO de civilidad, civilización, paz , esperanza, progreso, solidaridad, etc etc.
Podrìamos con otras formas de ganar el poder, ayudar a crear mundos mejores.
Abrazos a mi amigo Jairo y felicitaciones por su deseo y ejemplo.