Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLas EPS y el miedo a la "morida"

Las EPS y el miedo a la «morida»

En cierta oportunidad que era entrevistado el expresidente de Colombia, Misael Pastrana (padre de Andrés, el viajero del Lolita Express), la periodista le preguntó que si le tenía miedo a la muerte.  Pastrana le respondió que tenía que contestarle como lo hiciera la empleada de servicios domésticos de su casa, cuando alguna vez él le preguntara lo mismo: «todos nos tenemos que morir, es algo inevitable, lo que a mí sí me produce mucho miedo es la MORIDA» (refiriéndose a la forma de morir) …

Durante los presentes días se viene discutiendo intensamente –entre otras cosas-, el tema de la reforma a la salud y lo que puede pasar con la continuidad o no de las EPS, para lo cual voy a partir de mi propia vivencia y experiencia con dichas entidades:

Yo, padezco una enfermedad crónica que requiere atención regulada y medicamentos de por vida.  Antes de que me fuera diagnosticada la enfermedad, en muy pocas ocasiones hice uso de los servicios de la EPS, como puede pasar con muchas personas vinculadas al régimen contributivo de salud.  Posteriormente, debí iniciar todo el calvario que padecen los miles de usuarios que tramitan la autorización de consultas, exámenes o citas con especialistas.  Madrugadas para alcanzar fichas de atención y colas interminables para recibir los medicamentos formulados.

Las dos veces que he estado hospitalizado –tengo que reconocerlo-, he recibido excelente atención por parte del personal médico y asistencial, en un ambiente de total asepsia, sin embargo, en ambas oportunidades ha sido necesario el pago particular de algunos exámenes por no existir los equipos o los convenios con las entidades especializadas en el oficio; es decir: el problema de la salud no radica en la atención de las IPS, ni públicas ni privadas –ellas hacen lo que humanamente esté a su alcance, sino en la intermediación del dinero por parte de las EPS que tiene que ser girado a dichas entidades por la atención de sus usuarios.  Claro, que también me tocó dormir la primera noche de hospitalización sentado en una silla de ruedas porque no había cama disponible y en la segunda hospitalización las dos primeras noches en una incómoda camilla de urgencias.

Con el cierre que venía anunciándose de MEDIMÁS –que era mi anterior EPS-, fui trasladado a otra EPS, en donde fue muy traumático mi ingreso, porque de Medimás no remitieron ni siquiera la historia clínica de sus pacientes a las  EPS adonde fueron enviados sus afiliados; tanto que me tocó recurrir a quejarme ante la SÚPERSALUD, logrando obtener consulta prioritaria para el día siguiente de mi queja, cuando me la habían agendado para dos meses después (magia que llaman). 

Con el descomunal número de pacientes que llegamos nuevos, sumados a los que ya venía atendiendo la entidad, aumentó la congestión e incomodidad para todos, en especial en el despacho de medicamentos.  Aun así, en comparación con lo que tocó vivir en MEDIMÁS, es un poco menos horrible.

 «Entre las EPS liquidadas y en liquidación quedaron debiendo 33 billones de pesos a clínicas y hospitales y la deuda actual es de 16, 6 billones, casi 50 billones de pesos de hueco fiscal con entidades que atienden a los pacientes», fueron los cálculos que hizo la ministra Corcho en su cuenta de Twitter.

Con lo expresado por la ministra Corcho, saltó el exministro de salud de Duque, Fernando Ruiz, a desmentirla asegurando que era falso lo dicho por ella, pues lo que se habían robado las EPS quebradas no era sino de 23.000 millones.  Casi nada… ¡Háganme el &%#$@ favor! 

Muchas de las EPS constituidas y liquidadas, fueron creadas con la cédula de su representante legal como único capital de inversión y riesgo.  Hoy, después de la desgracia y lastre dejado de los miles de millones perdidos (robados, saqueados, abudineados), no hay forma de recuperar un solo peso.

 Arrebatarle de las manos a los corruptos el manejo de la salud tiene que empezar con ejercer un mayor control de los precios de los medicamentos; establecer un estricto control de auditoría de lo que los recursos para la salud girados por el Estado; intensificar la salud preventiva como un pilar fundamental del bienestar ciudadano; establecer un sistema de vinculación del personal de la salud que debe hacerse a través de contratos indefinidos con todas las prestaciones sociales y atendiendo las necesidades de capacitación permanente y estudios avanzados que les permita el ascenso profesional y salarial; prohibir la integración vertical de las EPS que, en muchos casos, son dueñas de las IPS en donde atienden a sus pacientes y hasta de las farmacias –el negocio redondo de la corrupción-.

En Colombia, un país acostumbrado a la corrupción, es una osadía que el gobierno actual por intermedio de la ministra de salud, Carolina Corcho, se atreva a meterle mano a un servicio público que terminó convertido en un negocio de algunos vivos avalado por la Ley 100 de 1993, del que hacen parte todo tipo de bandidos (porque tienen que ser bandidos los que se enriquecen con la salud de la gente).  Se ha denunciado públicamente, y así lo han corroborado políticos y paramilitares (muchos de ellos condenados), que ha existido un contubernio criminal para facilitar el saqueo de las EPS en diferentes regiones del país, lo que les generaba millonarios ingresos a los paramilitares y garantizaba la continuidad en el poder a la clase política corrupta.

En el departamento de Risaralda hubo una Empresa Prestadora de Salud (EPS) llamada EPS RISARALDA, que llegó a ser la entidad de este orden con el mayor número de afiliados en toda Colombia, pero que terminó convertida en la caja menor de políticos locales –algunos de los cuales todavía están vigentes-, de donde se sacaban recursos –pago de vehículos, cobijas, ruanas, utensilios del hogar que empleaban para asistir a comunidades vulnerables, etc.  (no sé por qué cumplía esta función)-, para el patrocinio de campañas electorales a la gobernación de Risaralda, y como resultado de toda la podredumbre que la rodeó, la EPS RISARALDA se quebró y dos de sus gerentes terminaron presos (uno de los cuales insistía permanentemente en la necesidad de adquirir para la EPS un helicóptero para facilitar sus desplazamientos por todo el territorio nacional.  Afortunadamente, nunca fue atendida su solicitud).  De dicha prestigiosa entidad, solo quedan los escombros entre las malezas del Rio Consota de Pereira, de una construcción fallida de su sede.

Sumada a esta desgracia para el departamento de Risaralda, continua el permanente desangre que ha tenido el hospital San Jorge de Pereira, del cual señalan a otros inescrupulosos dirigentes –también vigentes hoy-, de poner fichas claves en dicha institución que les garantice ventajosas contrataciones.

Estas experiencias de la salud vividas en el departamento de Risaralda, se asemejan a otras tantas que ocurrieron y ocurren en otros departamentos del país.

Los únicos que defienden el sistema de salud actual con el funcionamiento de las EPS, como lo vienen haciendo, son quienes tienen un vínculo contractual de prestación de servicios o de suministros ventajoso con una EPS, o quien no tiene necesidad de buscar sus servicios porque los cubre otro sistema privado de salud, o los que se valen de su influencia política para recibir mejor atención y más oportuna; por lo demás el rechazo es generalizado frente a la calidad de los servicios de las famosas EMPRESAS PRESTADORAS DE SALUD.

Tenía razón la señora que trabajaba en la casa de los Pastrana cuando decía que lo más miedoso no era la muerte, sino la MORIDA, pues en un país en donde pasan tantas cosas y que a una persona le toque morir en una ambulancia o en las puertas de ingreso a urgencias de un hospital, a lo que se le ha puesto el triste eufemismo de «paseo de la muerte», debe ser una de las más desgraciadas formas de morir.

El poder no corrompe. El miedo corrompe, tal vez el miedo a perder el poder.

JOHN STEINBECK

Los hombres son pervertidos no tanto por la riqueza como por el afán de riqueza.

LOUIS DE BONALD

AÑADIDURA 1.  Se aterran porque las fuerzas progresistas que apoyan el actual gobierno hayan convocado a la ciudadanía a la calle en respaldo del actual gobierno, pero nunca se pronunciaron contra la corrupción que sigue corroyendo a cada una de las instituciones del país.

AÑADIDURA 2.  Mezquina la forma de proceder de la procuradora frente a Daniel Rojas, director de la SAE.  ¡El pataleo de la corrupción!

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