PENSANDO EN VOZ ALTA.
De las elecciones, sacamos las lecciones: La izquierda se equivocó de cabo a rabo, como lo mostraba el divisionismo reinante y se estrelló a 120 por hora, por la carencia de unidad.
Pero, bueno si aprendemos rápidamente, vamos a componer la carga para que la mula llegue a puerto seguro en el 26 con el programa del Pacto Histórico y otro líder, puesto que ni el presidente Petro, ni sus votantes queremos que se perpetúe en el poder.
Por lo que a mí respecta, me gustan Quintero, Claudia, Cepeda, Iván Velásquez, Ariel Ávila, Guillermo Rivera, Leyva, Velasco, Prada, Osuna, Juan Carlos Henao, Corcho, Pizarro, Barreras, Caicedo, Vera, Guillermo Alfonso, Romero, Murillo, Bolívar y Juanita Goebertus.
Es decir, tenemos un maravilloso abanico para escoger en franca consulta al mejor y unirnos en torno al programa de gobierno que diseñemos. No más divisiones; no más trabajo por el triunfo de los intereses personales. La nación tiene que estar por encima de lo particular por muy justo que sea.
Colombia no puede retomar la senda de los doscientos años fallidos, cuyo epígrafe fue corrupción, guerra, miseria, exclusión, todo representado en 30 y 4 de pobres e indigentes, contados en millones.
Y, en cuanto a los resultados de los alternativos en Pereira y Risaralda, ¿aprendimos la lección? ¿seguiremos por el camino de la división, el egoísmo y la cerrazón?
Felicitaciones a la bancada de los partidos renovadores que lograron la curul tan anhelada y necesaria para impulsar el cambio y, sobre todo, para hacer control político. Deseo y espero que sean el guardián de la heredad.
El candidato Mauricio Salazar, hoy alcalde electo, decía que “esta vez Pereira no se iba a equivocar”. Se equivocó porque él no representa ningún cambio, si bien se derrotó el gallismo que nos engañó. Tiene a su favor no ser un antipetrista y puede trabajar de la mano del presidente. Felicitaciones.
Los nuevos gobernantes tienen el escenario despejado para demostrar qué tan ciertas fueron las promesas con las que ganaron el voto popular. Todo va a depender del gabinete. Tienen el derecho a gobernar con los suyos, pero aparte del secretario de gobierno que ha de ser una persona de su entera confianza, vamos a ver si entregan las demás carteras a personas con formación en el área, buen perfil académico y resultados positivos en los cargos que hayan desempeñado. Usen la plata de reposición para pagar una firma cazatalentos. De lo contrario, sólo habremos cambiado de caras en los automóviles oficiales, como dijo algún político.
¡Izquierda estúpida, siga devorándose a dentelladas!
Jaime Bedoya Medina.
