Por MIGUEL ÁNGEL RUBIO OSPINA
Se esparció como pólvora la noticia de que la “influenciadora” EPA COLOMBIA, se lanzará al senado de la república.
En días pasados a propósito de esta mujer, en todo Colombia se hicieron marchas para defenderla de una sentencia judicial según muchos desproporcionada, relacionada con los actos de destrucción de una estación de Transmilenio en Bogotá durante el paro del año 2019.
La empresaria de queratinas y dueña de varias salas de belleza en el país ha sido condenada en primera instancia a 5 años de prisión y a pagar una multa de 470 millones de pesos.
Sus orígenes humildes, se remontan al popular barrio Bochica de Bogotá, en una familia de escasos recursos económicos. Vendedores de mercancías, sus primeros años los pasó entre la escuela y los diversos trabajos que, desde los seis años, según ella, se veía obligada a hacer para ayudar a su familia.
En 2016 en el marco de la Copa América Daneidy Barrera, se hace viral al subir en redes sociales un vídeo cantando y bailando un estribillo inventado por ella misma, que dice “E E EPA COLOMBIA” desde entonces, no ha dejado de figurar en el mundo de la moda, la fama, la farándula y el escándalo.
Con una carrera meteórica en las redes y en la farándula, creando contenidos direccionados a las clases populares y marginales, miembro confeso de la comunidad LGBTIQ, entre otras, esta mujer de 25 años, técnico en educación física del SENA, hoy quiere llegar al senado de la republica de Colombia.
Me viene a la cabeza la siguiente reflexión. ¿Qué tiene esta mujer para aportar a la agenda nacional?, ¿Es posible que sigamos permitiendo que, en Colombia, cualquier persona sin formación política, ni intelectual, por el solo hecho de tener cédula pueda ser elegido?
¿No fue suficiente lección con haber elegido en los 90 a Regina Betancourt de Liska, REGINA 11, bruja y mentalista durante cuatro años en el senado, que poco o nada hizo por este país, o a Alfonso Lizarazo, cuyo mejor chiste fue ser senador y pasó sin pena ni gloria, o a la actriz Lucero Cortes, cuya única función era colarse a empellones en las fotos, o a Edgar Perea, ex narrador de fútbol, quien en un acto de rabia dañó un micrófono del congreso, o no fue suficiente show con que Bogotá haya tenido un concejal que pasó de embolar botas a embolar presupuestos públicos, o acaso no tenemos suficiente con un escritor de telenovelas, que dada su escasa formación política pone en aprietos el discurso de la izquierda colombiana?
¿No nos bastó con Carlos Moreno de Caro, con María Isabel Urrutia, y con otro sin fin de personajes que, sin tener formación política, (Excepto Moreno de Caro) llegaron al senado a calentar silla y a no hacer nada?
¿No es ya el colmo, que, teniendo a Manguito, a Paloma Valencia, a María Fernanda Cabal, a Ernesto Macías alias el bachiller, o al cantante Arturo Char, queramos ahora a Epa Colombia en el congreso?
¿Qué creen ustedes que podría proponer esta chica de poca educación, un lenguaje limitado, cuyos contenidos poco o nada aportan a construir país, y que alega en una entrevista realizada en un famoso medio nacional que no sabía que destruir los bienes públicos era algo malo?
No se trata de ser clasista, nadie está criticando el origen humilde de esta mujer, muchos líderes políticos colombianos vienen de abajo, pero ojo, se han formado para llegar a ser los líderes que son, hacen lectura política, van poco a poco en su carrera al poder; la tesis de muchos de mis colegas de la izquierda que la defienden furibundamente es que criticarla, reprocharle su ordinariez y su mal gusto, es un acto de exclusión y de elitismo. No señores, ser pobre no es delito, pero tampoco es una razón sinequanon, para tolerar que personas de este bajo nivel educativo sean los que tomen decisiones en nuestro país.
Epa Colombia, no es la representación del pueblo, ni de lo popular, el ciudadano de a pie que sobrevive todos los días no se identifica con ella, el pueblo tiene otros referentes, quizá mas anónimos, menos populares, mas cautos. Tampoco es la representación de lo marginal, ni reivindica la diversidad sexual, que ha dado debates serios y profundos por sus derechos en este país. Epa Colombia, es quizá el testimonio de un país que no invierte en educación y que la educación que imparte no construye ciudadanía.
¡Que produce empleos!, bien, ¡Que logró comprar una franquicia rusa de productos de belleza!, magnifico, ¡Que ha logrado modificar su aspecto a punta de cirugías estéticas!, es su asunto, pero de ahí a que inspire, o que sea referente y modelo a seguir, hay un paso muy grande. Distinto de difundir la idea que ser alguien en la vida es ser famoso y conseguir plata, ninguna idea brillante, a excepción del excesivo maquillaje que usa, puede aportar a la sociedad. En su rol de empresaria lo hace bien, como personaje pintoresco de la fauna nacional divierte, pero la política es un asunto demasiado serio, que los colombianos hemos tomado siempre de manera olímpica.
¿Qué sigue, la liendra ministro de educación? ¿Yeferson Cossío ministro de la mujer? ¿Macias presidente? Ojo esto último es altamente probable, en este país, después de Duque, hasta Epa Colombia dice cosas más sensatas.
ADENDA: Gustavo Bolívar podría recuperar la plata que dice perder en su hotel, escribiendo la telenovela de la vida de esta mujer. Al menos si no le da plata, le da para comprar las queratinas.
MIGUEL ÁNGEL RUBIO OSPINA.
@rubio_miguel
Cualquier aparecido puede ser presidente o senador, no solo los funestos que ud nombra sino muchos otros que aparte de ignorantes y ordinarios no representan a la mayoría, pero ese es el país de porquería que hemos creado , unos pocos por pícaros y abusivos,muchos por cómplices y participes, y la mayoría por ignorancia política y pereza para participar, Pero si a epa le dan cárcel, cuanta cárcel debe pagar la ministra que dejó robar 70.000 millones de pesos?
Con respeto, pero me parece que no vale la pena desgastarse elaborando una columna sobre un rumor callejero. Cómo va a aspirar al Congreso si esta condenada. Imposible.