La guanábana es una de las frutas más conocidas en nuestro medio, un alimento tropical con un exquisito sabor, pero que más allá de esta condición para el deleite del paladar posee una serie de propiedades, que la convierten en una esperanza en el tratamiento coadyuvante de muchas enfermedades.
También conocida como graviola, su nombre botánico es la Anana Muricata, y al parecer, es de la misma familia de la chirimoya, se ha encontrado en diferentes estudios que los segmentos que contienen algún tipo de actividad medicinal son las hojas del árbol, y lógicamente, la pulpa de su fruto, que es la que se consume con mayor regularidad.
De su composición podemos decir que no contiene grasas, es rica en fibra y azúcares, baja en proteínas, y además, contiene sodio, potasio, magnesio, calcio, fosforo, vitamina A, B1, B2, C, E, niacina, ácido fólico y algunos aminoácidos básicos en la nutrición y con efecto medicinal, lo cual convierte a la Guanábana en uno de los alimentos más completos para el ser humano.
Dentro de sus propiedades medicinales se habla de muchas, pero mencionaremos las que han mostrado un resultado importante como: el estreñimiento por su riqueza en fibra; infecciones por bacterias, hongos y parásitos; hipertensión arterial; depresión; obesidad; diabetes; desordenes nerviosos; pérdida de peso y artritis, entre otras.
Pero sin lugar a dudas, una de las indicaciones, que últimamente está llamando más la atención de los científicos, es aquella que ubica a la fruta como un poderoso coadyuvante en el manejo del cáncer, ya que al parecer, junto con las terapias convencionales, que tradicionalmente se usan para combatirlo, ayuda a la destrucción de células malignas de diferentes tipos de cáncer.
Es importante aclarar que todas las indicaciones mencionadas tienen todavía un largo periodo de experimentación y comprobación clínica, para que pueda ser usada de una forma racional y dosificada en este tipo de padecimientos y no debe ser tomada a la ligera su uso, y mucho menos, considerarla como una «panacea» contra la enfermedad, sin embargo, a pesar de ser un fruto natural no se recomienda en mujeres embarazadas o que estén lactando.
Ahora con respecto al consumo de la infusión de las hojas del árbol, que también se recomienda por tener efecto medicinal, se debe hacer con precaución para no generar efectos secundarios de intolerancia, por eso la recomendación más práctica es consumirlo como fruta entera, preparados de trozos en ensalada, pulpa y jugo.
Existen usos importantes de esta fruta, que sin embargo deben ser manejados con precaución, tal es el caso de la hipertensión arterial, pues por poseer un alcaloide conocido como anonamina puede producir hipotensión, y en aquellos pacientes que son medicados farmacológicamente, se podría incurrir en un desequilibrio de los niveles de tensión arterial.
En el caso de la diabetes es importante tener en consideración, que en vista de que tiene un efecto hipoglicemiante, es decir, que baja los niveles de azúcar en sangre, deber ser bien utilizado su consumo para que no vaya a generar una descompensación, y mucho más si se consumen medicamentos para el manejo de la enfermedad de base.
Por eso siempre recomiendo que antes de consumir cualquier planta o fruto para determinada enfermedad, deben recibir la información correcta de su médico tratante.