Cuando estamos a menos de mes y medio del día de las elecciones regionales, en las que se elegirán gobernadores, alcaldes, diputados a las asambleas departamentales y concejales municipales, la Corporación Transparencia por Colombia ha presentado el primer informe de seguimiento a los reportes de ingresos y gastos de campañas de los candidatos inscritos para esas elecciones.(https://transparenciacolombia.org.co/primer-reporte-ingresos-gastos-campanas-2023/)
Un trabajo fundamentado en las acciones del proyecto “Hacia un ejercicio del poder más transparente y responsable” financiado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) y enmarcado en el seguimiento que adelanta la Alianza para el Control Ciudadano al Financiamiento de Campañas liderada por Transparencia por Colombia y compuesta por ocho organizaciones territoriales, entre ellas nuestra Corporación VIGÍA Cívica.




Los datos que contiene el informe son los registrados en el aplicativo “Cuentas Claras” por las campañas de los candidatos a gobernaciones y a alcaldías de las ciudades capitales, con corte al 11 de septiembre.
El resultado del ejercicio, en lo que tiene que ver con Risaralda y Pereira es mortificante, por decir lo menos. De los cinco candidatos inscritos para competir por la gobernación del Departamento, todo ellos habilitados en el aplicativo “Cuentas Claras”, ninguna de las campañas ha hecho el primer registro de sus movimientos contables.
De las campañas de los candidatos inscritos para la alcaldía de Pereira, solo cuatro están habilitadas para subir sus datos de ingresos y egresos monetarios a “Cuentas Claras”, los otros dos tienen pendiente su habilitación en esa herramienta. Pero ninguno de los habilitados ha hecho reportes contables y sus matrices en el aplicativo están intactas.
El plazo para el primer reporte financiero de todos las campañas venció el pasado 9 de agosto, ocho días hábiles después del cierre de las inscripciones. Frente a esta situación la percepción ciudadana solo tiene una alternativa: considerar que los candidatos son negligentemente descuidados en el cumplimiento de sus obligaciones o, que individuamente se consideran por encima de la norma que les obliga a publicar los movimientos financieros de sus campañas. Ninguna de las dos opciones es un buen augurio para sus eventuales gobiernos.
Especialmente cuando los ciudadanos del común hemos visto el derroche de dinero de algunas de las campañas. Las evidencias fotográficas que en VIGÍA Cívica hemos acumulado desde el primer día de actividad proselitista de los candidatos, nos muestran exceso en las vallas, en los microperforados instalados en los carros y en todas las formas de publicidad visual. Además de eventos masivos que deben tener costos millonarios.
Sin reportes oficiales de esos movimientos financieros, los ciudadanos desconoceremos qué tan claros son los orígenes de los recursos que están gastando las campañas, especialmente las pródigas, y podremos presumir cualquier cosa.
James, excelente columna, nos da pie para informar que a la fecha la campaña de Martha Alzate aún no tiene usuario y clave; recibimos una a finales de agosto pero corresponde a una persona que no conocemos, se hizo la petición, y tampoco ha sido posible obtenerla, también la pedimos en un requerimiento del CNE, y tampoco la hemos obtenido.
La campaña está con toda la información actualizada, hemos sido rigurosos.