Por DANILO SALAZAR
Hace varios años la T.V presentó “ El hombre nuclear”, historia de un astronauta que pierde sus piernas y se las remplazan por otras artificiales que le permitían correr más que cualquier otro humano. Se avizoraba uno de los desarrollos de la tecnología y la medicina que ahora son una realidad, soñábamos con ver personas con prótesis que les permitieran recuperar su normalidad y también se creía en poder operar video juegos sin el uso de las manos, se esperaba que aparatos tecnológicos corregirían problemas de salud como ceguera, sordera y otras enfermedades, y últimamente se especula con la posibilidad de incrustar circuitos integrados en nuestro cerebro para tener más memoria. Estos desarrollos de la tecnología y la medicina, hace 20 años eran considerados ciencia ficción y muy futuristas.
Según Wikipedia “La Neurotecnología es un conjunto de herramientas que sirven para analizar e influir sobre sobre el sistema nervioso del ser humano, en especial sobre el cerebro; estas tecnologías incluyen simulaciones de modelos neurales, computadores biológicos, aparatos para interconectar el cerebro con sistemas electrónicos, y aparatos para medir y analizar la actividad cerebral”.
Las definiciones aceptadas por los principales grupos de investigadores pueden ser variadas:
-Neurotecnología- es la industria que incluye el desarrollo de drogas, aparatos y diagnósticos orientadas al cerebro y el sistema nervioso, Neuroinsights.
-Neurotecnología-es cualquier tecnología que hace posible manipular el cerebro, The Economist, 23 de Mayo de 2003.
-Neurotecnología-es la aplicación de la electrónica y la ingeniería al sistema nervioso humano, Neurotech business report.
Las aplicaciones pueden ser invasivas o no, dependiendo si necesitan o no cirugías; las primeras implican una neurocirugía para insertar un dispositivo que puede ser un chip, este es el caso de tecnologías electrónicas, magnéticas, ópticas y químicas; las segundas, se pueden encontrar en forma de gafas, cascos o dispositivos que establecen el vínculo neurológico entre el cerebro y el mundo, se usan emisores y receptores que envían o captan señales, alterando o recopilando los estados sensoriales característicos del cerebro o sistema nerviosos. La comunicación con las máquinas ha evolucionado, inicialmente el medio era el teclado, luego las pantallas táctiles, luego la voz y finalmente el cerebro; solo con pensarlo se le da una orden a la máquina, este es el caso de sillas de ruedas conectadas al cerebro, competencias de drones manejados con el cerebro, incluso implante de un decodificador, para que quienes no puedan hablar, lo hagan a través del computador como lo hacía el científico Stephen Hawking.
Estas áreas de nuevas tecnologías son casi desconocidas en el sur de nuestro continente, solo gracias a las altas inversiones e investigaciones en Usa y Europa llega buen caudal de información, pero dado que no se invierte el dinero requerido para investigaciones de este tipo, la brecha tecnológica aumenta cada día más. La solución está en invertir más en educación, equipos, ciencia y tecnología y crear equipos de trabajo interdisciplinario con diversas miradas y profesiones.
Como siempre en nuestra historia, corremos el riesgo de ser usuarios de tecnologías foráneas, no creadores, sometidos a las condiciones que quiera el fabricante y a la obsolescencia de los equipos cada cierto tiempo, tal es el caso de celulares y computadores, que sacan modelos nuevos cada seis meses.
Los diseños de interfaces cerebro-computadora son dispositivos con casco que registran la actividad cerebral y la traducen para usar computadora, aplicación o prótesis. Existen tres interfaces cerebro-computador:- La monitorización, que permite diagnósticos médicos e incluso investigaciones de mercado, con el uso de cascos, que permiten conocer la parte inconsciente del ser humano.- La intervención, que permite mejorar uno o varios aspectos, por ejemplo en la parte cognoscitiva se puede mejorar los niveles de atención y memoria, también se pueden corregir si son enfermedades. -La interacción, comunicación con las máquinas conectadas al cerebro.
En la actualidad hay tratamientos médicos basados en la NeurotecnologÍa : para el Alzaimer, la ceguera y la sordera; igualmente quienes han perdido movilidad, la podrían recuperar por medio de piernas artificiales controladas por del cerebro.
La Neurotecnología plantea también problemas éticos: el primero de ellos la privacidad; hoy por hoy nosotros regalamos nuestros datos, pero es más peligroso, si los regalos son datos del cerebro, de cosas nuestras que no conocíamos por ser inconscientes, que podrían ser interceptadas por empresas y usadas en su beneficio. El segundo problema ético es la accesibilidad, pues si para hacer mejoras cognitivas se necesita dinero, los ricos tendrían más oportunidades para ser más inteligentes y los más pobres tendrían que resignarse con su herencia genética, es decir, el diseño de estas tecnologías no debe ser para grupos elitistas que poseen el dinero para comprarlos, debe existir una democratización para acceder a ellas. Finalmente se corre el riesgo de perder la identidad personal, y cambiar la naturaleza humana al conectar el cerebro a la nube.
Ante este panorama y sus implicaciones en Chile se aprobó la modificación del artículo 19 de la constitución, para proteger “La integridad y la indemnidad mental en relación con el avance de las neurotecnologías”, siendo así el primer país que empieza a defender los neuroderechos.
¿Qué son los Neuroderechos? Son los nuevos derechos que aún no se encuentran consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los académicos y políticos interesados en su promulgación tienen como meta lograr la protección del cerebro de las personas, buscando su aprobación por la ONU, lo que sería una protección para los peligros que se pueden presentar a futuro, hay que evitar emitir prejuicios sobre los peligros de la Neurotecnología, cuyos desarrollos pueden resultar beneficiosos para enfrentar las enfermedades neurodegenerativas, no se puede cuestionar la tecnología ni tratar de impedir sus avances, sino de buscar que se usen de manera ética, transparente y universal.
Lo que buscan estos Neuroderechos es blindar a tiempo la mente humana y regular el tratamiento de nuestra información desde sus inicios, para evitar que los avances sean aprovechados y usados sin ningún control, cosa que hacen en la actualidad plataformas como Facebook que extraen nuestros datos y los usan para su beneficio sin tener ningún consentimiento nuestro, por no haber sido regulados en sus inicios.
En artículo escrito por Nicolás Marín Navas en “El Espectador” Domingo 21 de Marzo 2021, páginas 14 y 15, cita al señor Rafael Yuste, neurobiólogo español, profesor de la Universidad de Columbia : “Las nuevas leyes que están naciendo, son como un parche que se le pone a un globo para que no explote. Lo que debemos hacer es como construir con los derechos humanos un recipiente blindado donde no haya que poner más parches, porque está anclado en la base ética de los mismos derechos humanos”, dice luego el señor Yuste “Las redes sociales son un abrebocas de lo que se viene. Ahora mismo operan a través de dispositivos portátiles como celulares o computadores. Cuando se pueda acceder a una interfaz cerebro-computadora, los problemas se agudizaran, porque la gran diferencia entre la neurotecnología y el resto de la tecnología es, que una vez se mete en el cerebro la vas a interpretar como si fuera propia. Esto es algo que ya se ha visto en ratones y humanos”.
El equipo del señor Yuste ha identificado cinco neuroderechos, que deberían ser incluidos en los derechos humanos: el derecho a la identidad personal; el derecho al libre albedrio; el derecho a la privacidad mental; el derecho a la igualdad de acceso al aumento mental; y el derecho a la protección contra sesgos algorítmicos; aclara que en su concepto el neuroderecho más importante es la privacidad del cerebro. Para lograr y conservar lo anterior de forma equitativa se debería: democratizar internet; transformar la mayor cantidad de datos en bienes públicos, para que todos podamos acceder a ellos; y establecer protocolos para regular la inteligencia artificial.
Actualmente empresas de U.S.A, China, Europa , Canadá e Israel están incursionando en neurotecnologías, haciendo millonarias inversiones , según el señor Yuste “El sector privado lo que piensa es justificar sus inversiones masivas en los últimos años pensando que las interfaces cerebro-computadoras van a ser los nuevos iPhones”, cosa que puede pensarse si se mira la evolución de las computadoras, que de enormes máquinas que ocupaban una habitación pasaron a ser portátiles.
En palabras de Cecilia Hidalgo, presidenta de la academia de ciencias de Chile en entrevista en “El País” de España el pasado 2020, es una prevención que hay que tomar pensado en los avances futuros en las ciencias médicas, “No podemos cometer los errores del pasado y usar los avances de las ciencias para producir daño a los seres humanos y a nuestro planeta, como lo fueron la bomba atómica, la generación de los plásticos y los pesticidas”.
Aunque aún no son inminentes los peligros reales de la neurotecnología, se supone que en 10 o 20 años habrá herramientas tan sofisticadas que podrán acceder a nuestra mente sin nuestro conocimiento y consentimiento, de llegar a sofisticarse este tipo de máquinas, hay una gran amenaza a la privacidad mental, pues alguien podría saber lo que pienso y lo que quiero, sin que sea mi decisión dárselo a saber.
Parafraseando a Cesar Gaviria “Bienvenidos al futuro”, que esperamos no sea tan malo como su mandato.
Buenas noches,
Los avances científicos y tecnológicos son extraordinariamente sorprendentes, lástima que en estos paises tercermundistas solo hay presupuesto para la guerra, pero para la investigación no se destina nada.