Por: Ferley Henao Ospina
ferleyhenao@gmail.com
Los Estados Unidos de Trump (Trump llevó su país a esa situación y fue Biden quien corrigió inmediatamente se posesionó y la curva bajó significativamente), la Argentina de Fernandez, el Brasil de Bolsonaro y la Colombia de Duque-Uribe son las cuatro peores naciones del mundo en resultados de la pandemia Covid-19, principalmente por el negacionismo a la existencia del mismo, en unos casos y a políticas absurdas que perjudicaron los resultados, en otros.
A este 4 de julio de 2021, Colombia registra oficialmente en la estadística que Google lleva desde el comienzo, hace más de un año, un promedio de 88.074 casos por cada millón de habitantes, muy por encima de la media mundial que es de 23.636. Brasil y Colombia casi empatados en este vergonzoso registro que indica con precisión que no han sabido hacer las cosas.
Mientras nuestra gran prensa, (Un periodismo con muy poca capacidad de análisis), por ejemplo, la Revista Semana tituló el 6 de junio 2021 “India rompe el récord mundial de muertes diarias por coronavirus” ignorando los casos por millón de habitantes, aquí se contagiaban y morían proporcionalmente más si se tenía en cuenta la población: Colombia solo 49 millones de habitantes, India 1.331 millones (27 veces más). No tienen punto de comparación, respetuosamente se los digo señores periodistas de Semana.
Colombia apenas comenzó a prepararse para afrontar el Covid-19 cuando se confirmó el primer caso, tres y medio meses después de que comenzó en diciembre el brote en Wuhan China.
La portada de “Muy Interesante” marzo 2018 destaca: “Nos enfrentamos a un virus que evoluciona… ¿Estamos preparados para la próxima pandemia?” y desarrolla ampliamente el tema en 11 páginas, de la 42 a la 53, Véalo aquí:
Antes, en 2015, Bill Gates finaliza su charla TED sosteniendo que “La próxima gran amenaza de la humanidad no sería una guerra sino una pandemia”. “Gran parte de esto es que se ha invertido mucho en armamentos nucleares pero se hizo muy poco en crear sistemas de salud para poder detener las epidemias”. “No estamos preparados». «Si empezamos ahora (hace 5 años), tal vez estaremos listos».
Con estos antecedentes, no podemos decir que fue imprevisible. Tenían que saberlo en las altas esferas del poder. No es el único virus que se afronta: En el siglo XIX hubo 7 pandemias; en el XX, la llamada “gripe española” que en 1918 surgió supuestamente en una base militar norteamericana, se expandió por el mundo y mató entre 25 y 50 millones de personas en seis meses; y más recientemente, el VIH/SIDA; la gripe aviaria, la gripe porcina y el ébola.
Los humanos enfrentamos siempre amenazas así, sin embargo Colombia no estaba prevenida, no había capacidad ni para una gripita normal, algunos hospitales a punto de cerrar o como el San Jorge de Pereira, al borde de la quiebra por corrupción. Solo obligados por esta emergencia comenzaron a destinar tiempo y recursos para adecuar los sistemas de salud. Médicos y paramédicos, como sucedió en la clínica Los Rosales, absolutamente desprotegidos fueron víctimas del COVID-19 mientras el ministro de salud aseguraba que el personal médico no necesita protección especial diferente a cualquier ciudadano. Populismo estilo Trump, Bolsonaro, Johnson y otros que a su ignorancia le agregaron necedad y torpeza llevando a sus pueblos a convertirse en los más afectados, junto con España e Italia.
Por ese mismo camino nos ha llevado el gobierno colombiano clamando la preeminencia de la economía, por encima de la supremacía de la vida, y en esa lucha, plata o vida, terminó venciendo la plata. Decretó la cuarentena desde el 24 de marzo de 2020.
Aun así, resultaron tardías las acciones porque el 6 de marzo registrábamos solo un caso, el primero, ingresado por El Dorado, pero se permitió que este aeropuerto continuara exponiéndonos a la importación del virus hasta que el 25, gracias al clamor general, restringieron las operaciones. Ese nefasto período dio pie a que el 1 de abril ya sumáramos 1.065 casos y en su exponencial crecimiento, el 1 de mayo ascendiera a 7.006. Hubo errores e improvisaciones y fueron mortales. Aun así, con la curva “aplanada” pero en sentido casi vertical, han insistido en levantar las restricciones de manera muy “inteligente”.
Habían usado una parte de la prensa para difundir que tenemos uno de los mejores sistemas de salud del mundo e incluso que algunos países querían venir a conocer estas “maravillas”.
El Ranking de la OCDE 2018 ubica a Colombia en el último puesto: Médicos 2,2 y enfermeras 1,3 por cada 1.000 personas. También a la cola, Colombia es uno de los países con peor esperanza de vida al nacer, su media es de 74,2 años; Japón con 83,9 años lidera este ranking, seguido por España y Suiza con 83 años.
Sin mencionar la peste que ha sido para Colombia la Ley 100 y que son unos repugnantes miserables los que saquearon los “mercaditos humanitarios” destinados a paliar el hambre de los más humildes, la peor pandemia que ha sufrido Colombia es la de estos políticos irresponsables que se apoderaron de la administración pública. ¿Cuántos hospitales se hubieran construido y equipado a tiempo si los corruptos no se hubieran robado 50 BILLONES (50 millones de millones) de pesos cada año?
VIDEO-COLUMNA
COLOMBIA: El Cuarto Peor en el Manejo de la Pandemia
Véala aquí: https://youtu.be/W1C-Yz1zM4I
Respetado Columnista: siempre con sustentación teórica, cifras y cuadros comparativos que nos centran en temas actuales.
La nueva concepción de Estado es la de asumir como tarea, la protección de los derechos humanos,, los derechos sociales, económicos , culturales y ambientales.
En Colombia:
>Sin claridad sobre la concepción de Estado de derecho: gobernantes que se sirven de su poder para atropellar a su acomodo las leyes.
> El Estado concebido por los gobernantes de turno , como una economía de mercado en la que distribuyen bienes, tierras, zonas forestales, agrícolas, hídricas , y demás para intereses de patrones eternos, de grupos políticos tradicionales, de jerarquías familiares.
Será posible un Estado que:
>Proteja la vida de sus habitantes ?
> Mantenga la seguridad sin atropellar las libertades individuales y colectivas?
> Reduzca el miedo y la incertidumbre, en la que vivimos?
> Respete procesos de paz y propenda por extender una paz civil?
Con desesperanza.