Por JAIME CORTÉS DÍAZ
Ahora que se ha dado a conocer el informe de resultados del país y las regiones por parte del Consejo Privado de Competitividad (CNP), es conveniente señalar que Colombia ocupa el puesto 104 entre 141 naciones en calidad de la infraestructura de transporte terrestre y que únicamente siete departamentos cuentan con más del 23 por ciento de sus vías pavimentadas en buen estado y las otras no o con deficiencias.
De esto hay mucho qué cortar y hablar, pero ante el padecimiento de todas las horas se vuelve al tema de la vía Pereira-Cerritos que lleva en su trajinar dificultoso la angustia y la ira de los ciudadanos.
Bien sabido es que el tramo en cuestión hace parte del sistema vial nacional y en consecuencia es un corredor donde desembocan muchos cruces transportando carga interna y para los puertos de exportación, pasajeros, residentes, vecinos conurbativos que trabajan en Pereira o ejercitan actos de comercio de manera permanente, siendo difícil en alto grado lo que viene aconteciendo por el desorden habilitado con perjuicio para la economía y la misma competitividad de la cual tanto se habla por estos días. La verdad es que después de los debates acerca del modelo a seguir con motivo de la expiración de la Concesión Privada, el Gobierno Central con el apoyo de la Gobernación de Risaralda, optó por el de Iniciativa Pública en cabeza de Invías, y ante este hecho los distintos actores privados de la ciudad cerraron filas para acompañar el buen éxito de la determinación en beneficio del mejoramiento en calidad de vida, en las relaciones de productividad e incremento del PIB territorial, con el previo acuerdo de las prelaciones en el vademécum de obras a ejecutar y muy primordialmente las atinentes a las intersecciones de Ukumarí, El Tigre y Galicia, puntos requeridos con urgencia para desatar la inconformidad, pero sobre todo porque es una necesidad social y económica que de no hacerse rápido se crea para Invías y el gobierno incredibilidad, pues hay un pago directo de los usuarios por el servicio del peaje, que lleva el Instituto recaudando más de un año y que le puede servir de apalancamiento; pero no se observa inversión importante en el discurrir de los días, lo cual propende incertidumbre. El Diario al denunciar editorialmente el caso, bajo el título “¡INACEPTABLE!” no vaciló en llamar la atención al escribir: “Las autoridades locales y regionales, y los dirigentes políticos y gremiales tienen que rechazar esto y pedirle de inmediato una explicación al Gobierno Nacional del maltrato que está cometiendo con la región”.
Lo más inquietante es constatar que los plazos para conocer los distintos proyectos, sus cronogramas, su planeación y demás aspectos propios de la operatividad, se incumplen y ni siquiera se cita al Comité Técnico organizado por la gobernación con el sector gremial para hacer seguimiento y requerir lo pertinente. Aquí se ha dado cuenta de los mensajes dilatorios y gaseosos que en respuesta se otorgan. Ni de lejos hay noticias sobre los reclamos concretos que tanto el Gobernador como el Alcalde inquieren al ente oficial.
Por otra parte el Comité Intergremial manifestó a la Subdirección Técnica de Invías al enviarle material de inquietudes y protestas, del escepticismo reinante, recibiendo como respuesta: “que gracias a esa condición [de inquietudes] nos permitirá mejorar nuestras acciones e informar oportunamente a toda la comunidad risaraldense acerca de los avances en la ejecución de todos los proyectos que el INVIAS desarrolla en el departamento de Risaralda, y en especial en este corredor vial tan importante. Espero podamos reunirnos muy pronto y socializar nuestro programa de inversiones y obras a ejecutar”.
Por su lado el alcalde Maya, haciendo eco de las quejas y de la incomunicabilidad se reunirá con la agencia estatal y ha declarado: «No necesitamos soluciones cortoplacistas ni coyunturales; lo que requerimos son propuestas estructurales. Con ello compartimos que la nueva vía de Cerritos que nosotros planteamos y que llagaría a la altura de la Estación Santa Bárbara, podríamos construir una conexión vial con túneles y puentes elevados para garantizar la movilidad del sector sin dificultades”. ¡Ojalá sea así!