No tengo el bagaje, ni la libertad, ni la solvencia para opinar que tiene Álvaro Ramírez, el columnista más seguido de la región, quien el pasado fin de semana se despachó con una tremenda columna donde puso el dedo en la llaga sobre la dinámica y el rumbo que está tomando la campaña por la alcaldía de Pereira, señalando de desastroso lo que está ocurriendo en la puja desaforada entre Mauricio Salazar y la campaña de Maicol Lopera, en un contrapunteo de acusaciones y golpes bajos. Tampoco tengo el olfato de Luis García Quiroga, que le permite desentrañar las jugadas políticas antes de que sucedan, como la extrañísima pugna entre los verdes, que pasaron de ser la esperanza alrededor de la cual gravitaban las posibilidades de los independientes o alternativos de llegar a ser el relevo del cambio, a convertirse en una colcha de retazos con la cual paradójicamente el más beneficiado podría ser el candidato Salazar. Tampoco tengo los datos y el criterio de Ernesto Zuluaga quien, además de ser muy buen comunicador ejerció la política desde casi todas las posiciones posibles, lo que le ha permitido vaticinar que el próximo 29 de octubre el ganador será Salazar.
Entonces, aunque no sea experto en la materia, a 33 días de las elecciones, pareciera que la suerte está echada, Mauricio Salazar será el próximo alcalde de Pereira; la pregunta es ¿y cómo es que llegamos a esto?
Las posibilidades de respuesta son muchas, según la perspectiva desde donde se mire. Lo primero que hay que decir es que Mauricio Salazar pagó su derecho a piso y a ser el más fuerte aspirante en la contienda actual con el aval que le dieron 55317 pereiranos en las pasadas elecciones que creyeron en su candidatura, no sé si tanto en su propuesta, porque programáticamente no ha sido muy claro; en todo caso, convertirse en el favorito sólo era cuestión de tiempo, esperar que pasaran 3 años para medir la gestión de Carlos Maya y montarse en el caballo de batalla de la impopularidad de este último, sin importar las obras ni los resultados, porque, por decirlo de alguna forma, el proyecto del Cambio está siendo víctima de su propio éxito, el carisma y el empuje del senador Gallo, una vara muy alta y difícil de igualar.
Lo segundo para anotar es que, ya sabiendo de lo que estaba hecho el proyecto del Cambio, con su desgaste, y con la incógnita de cómo podría llegar a ser un gobierno de Mauricio Salazar, por sus antecedentes y las características de su campaña fuertemente maleable desde la base popular que la compone, muy receptiva a la publicidad y ansiosa del «quítate tu pa ponerme yo«, los llamados alternativos se enfrascaron en su propio pulso negándose la oportunidad de constituir una sola fuerza que diera una pelea más igual.
La realidad es que los alternativos, encabezados por Martha Alzate, Diana Osorio y Steven Cárdenas que, en su orden, han venido mostrando que están preparados y saben de lo que hablan y hacia dónde quieren llevar la ciudad, por más que crezcan no les va a alcanzar, y es muy posible que la conversación no se salga de Salazar y Lopera, salvo que estos últimos sigan empeñados en sacarse los trapitos al sol, desnudando la pobreza de nuestra democracia, tanto, tanto, que pongan a pensar a los electores y suceda un golpe de opinión que lo revuelque todo.
Cada ciudadano, en conciencia o sin ella, tiene en sus manos la decisión. Amanecerá y veremos si siempre será negra la morcilla.
Con respeto lo invito a leer nuestra propuesta de Goberno inscrita en la Registraduría y mi formación de ser el único candidato alternativo en representación del PACTO Histórico, invisibilizar nuestra aspiración me hace trabajar mucho más para que los ciudadanos libres no voten inducidos por quienes son responsables de todo lo que ha sucedido y ya saben quien será el Alaalde esperando las muchas dádivas que se ofrecen para discursar o escribir sobre los candidatos sin leer sus propuestas y se basan sólo en promesas.
Éxito, carisma y empuje de gallo?, un pillo que fue Destituido por torcido, y no terminó la alcaldía, un vendedor de humo, de mentiras, un embaucador y publicista sin escrúpulos a quien gaviria su íntimo amigo salvó de varios carcelazos no puede ser un referente válido para hacer proselitismo pueblerino, que pereza tanto arrodillado cargaladrillos dándoselas de periodistas…