- Estado sin sociedad y dependencia social con Estado ausente. ¿Igualdad legítima posible?
- Diálogo de derechos, diversidad e inclusión desde las mayores vulnerabilidades exclusiones.
Nace el ministerio más vulnerable en el ensamble burocrático de un cambio con la más feroz resistencia, sabotaje y autosabotaje que constituyen amenazas de muy difícil trámite para llegar a puerto seguro en la misión trazada para la cartera más simbólica en la disruptiva gestión de Estado que no logra entender el establecimiento atrincherado, todos a una contra el mandato de las urnas hace un año para relevar el modo de gobierno.
Una mujer símbolo en Latinoamérica para la lucha por los derechos y la equidad, ella foco de todos los ataques, discriminación alevosa y descalificación por su inexperiencia burocrática y su origen étnico de la más pura afrodescendencia colombiana, asume en hecho histórico el más duro reto para orientar el mayor volumen de necesidades, reclamos y exigencias de las vulnerabilidades y marginalidades de quienes ella misma ha definido en su trayectoria política como los nadies y las nadies lugar de su procedencia de la más profunda humildad y carencia material. Todo ha sido controversial para la resistencia al cambio en la presencia de Francia Márquez desde su elección como Vicepresidenta de Colombia, ahora primera Ministra de la Igualdad en la historia del ecosistema burocrático denominado institucionalidad.
La ventriloquía de la más irrespetuosa oposición ha puesto a voces como la del afrodescendiente elegido en nombre de las negritudes representante a la cámara, a deslegitimar sin argumentos y con burda ignorancia tanto a la nueva entidad gubernamental como a la mujer que desempeña la función pública del hoy Ministerio de la Igualdad que deberá construir su legitimidad con claridad en su ruta institucional de resultados verificables. «Qué le pueden aportar al desarrollo unos LGBT y unos «discapacitados» (…) para tener un ministerio con viceministerios para ellos» ha dicho en su ignorancia supina el demandado parlamentario que igual ignora su responsabilidad como servidor público, mientras la justicia contenciosa administrativa define su legalidad. ¿Qué podrá saber el irresponsable sobre desarrollo humano en un Estado sin sociedad educada de la cual él es evidencia irrefutable?.
El Ministerio de la Igualdad es la mayor convergencia de vulnerabilidades, necesidades, exclusiones, marginalidades que concurren en busca de protección social y realización de derechos efectivos ante una entidad creada en la incertidumbre total de un cambio a cargo de un gobierno en combate encendido contra la más feroz resistencia de un establecimiento dispuesto a hacerse moler por sus privilegios y exclusiones. Un auténtico diálogo de vulnerables con la mayor vulnerabilidad, exclusión e inequidad. Si llegara a buen término esta estrategia burocrática podría convertirse en un bastión estratégico de potencial electoral por la diversidad poblacional que aglutina si los beneficios son reales. Si fracasa, será abolido ipso facto en el relevo del 26 en la democracia electoral que pulsará por la vuelta al timón del erario por el sindicato de negocios electorales que encabezan los derrotados viudos de la chequera estatal en las elecciones de 2022.
Datos de la nueva estructura burocrática
El Ministerio de la Igualdad como hecho histórico con la diferencia frente a las otras 18 carteras ministeriales por ser el único con cinco viceministerios: Vice Juventud, Vice Mujeres, Vice Pueblos Étnicos y Campesinos, de Territorios Excluidos y de las Diversidades. Cada Viceministerio tendrá cinco funcionarios de base. La estructura crea 744 cargos de todos los niveles para componer la planta de personal soporte de la labor de toda la entidad. La burocracia técnica tiene 20 directores técnicos, 32 directores territoriales y 21 asesores. Con el Ministerio de la Igualdad nace el Sector Administrativo de Igualdad y Equidad, conformada con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el Instituto Nacional para Sordos y el Instituto Nacional para Ciegos (Inci), estos últimos hasta ahora adscritos al Ministerio de Educación.
El objetivo del Ministerio de la Igualdad es avanzar en la garantía de derechos de las mujeres en todas sus diversidades, incluyendo a las madres cabeza de familia; la niñez, los jóvenes, las familias y las personas mayores, las diversidades de la población LGBTIQ+ y las personas con discapacidad, los pueblos afrodescendientes, negros, raizales, palanqueros, indígenas, Rrom y el campesinado. Además, deberá proteger a las poblaciones excluidas, como las que están en situación de calle, la población migrante, las personas en condición de pobreza y las que habitan en territorios marginados. También abordará problemáticas como el racismo, la discriminación, las desigualdades causadas por el cambio climático, las brechas entre el campo y la ciudad y las violencias basadas en género.
En la alta política del Estado y en particular la rama ejecutiva, todo lo que sea Vice está supeditado a las decisiones del régimen presidencialista. En esa medida habrá que observar el resultado de un diálogo de necesidades con máximo volúmen y presión sobre una cartera que desde ese nivel tendrá que acudir todo el tiempo a pedir soluciones atravesadas por todo el mapa burocrático del gabinete gubernamental para resolver necesidades de los más vulnerables y excluidos, señalados por parásitos de la política como los menos productivos, en el modelo privatizador de derechos. Si le alcanza a Francia Márquez para sacar adelante semejante desafío con todas las presiones poblacionales y adversarios políticos con sus golpes bajos, será la auténtica heroína del cambio y habrá ascendido a la cúspide de su trayectoria pública. Muy alta cota pendiente para la mujer símbolo de cambio posible desde cero en Latinoamérica.

Señora Ministra, dra Francia Elena: por Favor Trabajo digno y techo digno para las familias con hijos en condición de discapacidad, que sean accequibles los subsidios de vivienda, viva el gobierno del Cambio