Por estos días la pugnacidad política está pasando del sano debate, que es el signo de la madurez democrática, donde (desde la diferencia) y con argumentos se concilian posiciones diversas y hasta antagónicas, al berrido, el insulto y la descalificación.
Al estilo de La Violencia, los opositores de derecha buscando denigrar al actual mandatario repiten ¿inocentemente? El mensaje de Laureano Gómez:” A su regreso de España había identificado al comunismo con el liberalismo en su famosa teoría del Basilisco” camina con pies de confusión y de ingenuidad, con piernas de atropello y de violencia, con un inmenso estómago oligárquico, con pecho de ira, con brazos masónicos y con una pequeña, diminuta cabeza comunista, pero es la cabeza”. Por lo cual era necesario aplastar no solo la cabeza sino a todos los demás miembros” (biblotecanacional.gov.co).
Hay voces que incitan a cerrar filas, alrededor de los caudillos políticos actuales, que al parecer sueñan con incendiar al país al estilo de las viejas guerras civiles del siglo XIX, incluida la última gran guerra de ese siglo “La Guerra de los mil Días”, que terminó en el siglo XX, época en que cualquier gamonal o terrateniente (¿ El dueño del Ubérrimo, clasificará como terrateniente ?), llevaba al combate, como carne de cañón a sus campesinos y aparceros, jurando que al combatir contra el ”tirano gobernante” luchaba por la libertad, el honor y la patria, cuando en realidad, solo estaba defendiendo sus privilegios, que le “permitían” explotar y atropellar a ese pueblo iletrado, campesino, indígena o incluso esclavizado; por su parte los gobernantes reclutaban a planazos y fusilamientos a quienes estaban en su día de mercado, vendiendo o comprando productos, es decir, campesinos iletrados, indígenas y afrodescendientes para defender a su gobierno: los dos bandos, usaban al pueblo ígnaro e inope, para que (fanatizados por sus jefes) se mataran entre ellos mismos, defendiendo los aviesos intereses de los patrones, con su sangre humilde e inocente.
Cada día aparecen más fanáticos difundiendo rumores y creando un ambiente guerrerista, muchas veces los que hablan, son solo payasos alienados, como el caso del humilde e imbécil vendedor ambulante que decía tener todo listo para cortar la cabeza a Petro; hay llamados a desobedecer al jefe de las Fuerzas armadas, desconociendo la cadena de mando, la misma que usaron como excusa los comandantes militares, cuando no quisieron dar la cara varonilmente para responder por los asesinatos fuera de combate. Resuenan las voces de caudillos, terratenientes y poderosos, buscando peones para su ajedrez, que busca impunidad y pasar por encima de la ley y la justicia, esta última: desprestigiada, recusable y muchas veces venal (pero, con precios demasiado altos para los de ruana).
Políticos y grandes capitalistas quieren seguir disfrutando sus prebendas, que no siempre fueron sus derechos, ellos se los han auto otorgado y nosotros, sumisamente lo hemos permitido, como ocurre con la clase política, que no es servidora del pueblo (su real función), sino un grupo de privilegiados que se sueñan señores feudales, engolosinados chupando la sangre del pueblo colombiano; incluso muchos terratenientes claman contra el gobierno por su intento de reforma agraria y restitución de tierras; como ocurrió en el pasado: ”La violencia tuvo incluso, si no raíces, si justificaciones en la teoría económica académica. Una política económica exitosa no debía buscar mejorar la situación económica de los campesinos, y ni siquiera intentar educarlos, sino enviarlos a las ciudades: urbanizarlos y proletarizarlos en las fábricas de la revolución industrial. Y en efecto, los resultados más inmediatos de la violencia fueron el desplazamiento forzado y la urbanización informal” (biblotecanacional.gov.co). Teorías de Lauchlin Currie, consejero económico de Ospina Pérez.
Esos llamados para sumarse a las filas de los privilegiados de manera sumisa y fanática deben alertarnos a todos los que no somos grandes propietarios, ni pertenecemos a las clases dominantes, ellos, los poderosos tienen muchos intereses que defender, de ahí sus cantos de sirena, los mismos que en siglos pasados les permitían hasta manipular a sus esclavos para que inocentemente lucharan contra el gobierno, impidiendo su propia liberación.
Hoy saco bandera blanca para amigos y parientes; declaro que nunca empuñaré un arma contra otro colombiano porque un personaje del corrompido mundo político (con la intención secreta de tapar sus faltas o amedrentar a sus jueces), así lo quiera.
No logro entender cómo un pueblo que se ufana de ser católico y cristiano, pierda su norte ético y cristiano y se fanatice siguiendo a políticos de derecha o izquierda, corruptos y aliados con narcos. No existen los corruptos de derecha o izquierda buenos, todos los actos de corrupción, y robos al presupuesto nacional deben ser rechazados a una sola voz por todos, no podemos aplaudir delincuentes, o justificar sus depredaciones, por ser de derecha o izquierda.
No podemos cohonestar con ideas mezquinas, como esa que la corrupción de nuestro grupo político es buena y la de la oposición mala, tenemos que volver a los estándares éticos de nuestros abuelos: todo delincuente es despreciable, desde el miserable ratero callejero, hasta el emperifollado ladrón de cuello blanco; ninguno de ellos merece distinción, ni notoriedad, ambos son una vergüenza para nuestra nación ¿En qué clase de sociedad nos hemos convertido? Una sociedad que permite que algunos se enriquezcan con el narcotráfico, destruyendo miles de jóvenes, en la que un ladrón cree que despojar al otro de sus bienes es también un trabajo, está alienada, enferma, carece de ética y valores.
Una inconsciente sociedad colombiana, se está alinderando bobaliconamente tras sus líderes, los escándalos en el gobierno Petro, provocan sonrisas de satisfacción a sus malquerientes, quienes eufóricamente comentan: “mire la corrupción de este gobierno, ya están superando los 70 mil millones de Abudinen”; los fanáticos petristas sacan a relucir con igual satisfacción que en los gobiernos anteriores, la corrupción ya existía en la UNGRD y otras instituciones
Petro está acertado: el pueblo es “el constituyente primario”; Gaitán nos enseñó que: “El pueblo es superior a sus dirigentes”. Es el tiempo de un “Acuerdo Nacional”; pero no para validar un acuerdo entre políticos corruptos y rapaces de izquierda y derecha, o sacralizar los acuerdos entre ellos y sus aliados narcos. Hay que aprovechar este momento, para reformar las costumbres políticas y éticas del país; debemos aprovechar “estos momentos de efervescencia y calor” para realizar una real lucha anticorrupción, y las reformas políticas que reclama el país. No podemos seguir siendo un estado fallido (una narcoclepto-cracia), controlado por narcos y corruptos que se roban nuestros impuestos, que se arropan y validan entre sí, y que aparentan ante el mundo ser la democracia más antigua del continente.
Tenemos la posibilidad de hacer una verdadera revolución democrática, está visto que ni este Congreso, ni los anteriores, quisieron una reforma política seria: muerte política y cárcel para los corruptos, destitución fulminante y cárcel para empleados estatales corruptos; cárcel para los miembros de la fuerzas armadas corruptos o aliados de narcos y delincuentes, dos Representantes a la Cámara y un Senador por departamento, eliminación de prebendas a todos los altos cargos del estado, Presidencia, Congreso, Altas Cortes, etc. Rebaja de salarios a altos empleados del estado, máximo 20 salarios mínimos, ni un solo voto para políticos aliados de narcos, extinción de dominio para todos los bienes de narcos.
Al parecer los actuales altos mandos militares, son civilistas que no escuchan los cantos de sirena, que si escucharon otros militares, que antes de ellos feriaron su honor y prestigio a cambio de ascensos, medallas, y en el caso de soldados humildes: almuerzos, lechona, días de permiso etc. como recompensa por asesinar a indefensos campesinos y personas humildes, para simular unos resultados militares que no conseguían ¿se imaginan a un Zapateiro acusado de cómplice del clan del golfo, comandando el alzamiento militar contra la institucionalidad ?
La historia no miente; también existe la posibilidad no lejana de un golpe contra el gobernante: “La misma presea le fue otorgada al cardenal primado Crisanto Luque, arzobispo de Bogotá, quien bendijo el golpe a pesar de su estrecha amistad con el derrocado presidente Laureano Gómez. También la recibió de manos de Rojas la Virgen de Chiquinquirá, en su calidad de Patrona y Reina de Colombia. Los liberales aplaudieron aliviados el cuartelazo, calificándolo de “golpe de opinión”. La prensa unánime, salvo El Siglo, saludó al general llamándolo “el segundo libertador” y comparándolo no solo con Bolívar sino también con Jesucristo, y Rojas prometió que gobernaría en nombre de los dos” (biblotecanacional.gov.co).
Es el tiempo de recuperar la autoridad en todo el territorio nacional, aunque para hacerlo, tampoco podemos permitir una dictadura que emule a Pinochet, Videla, Fujimori y sus exterminios selectivos e impunes, o nuevos falsos positivos aquí. No podemos repetir la historia del presidente Turbay, narco que aprobó el Estatuto de Seguridad: “con este el gobierno ´permitió la violación de derechos humanos con métodos similares a los de las dictaduras del Cono Sur” (comisiondelaverdad.co).
Puede parecer un exabrupto, pero lo que se creyó un gran avance democrático: la elección popular de alcaldes y gobernadores, resultó la mejor estrategia para que narcos y corruptos accedieran al poder, haciendo acuerdos secretos con políticos deshonestos, u ofreciendo financiación a las campañas, incluidas las presidenciales, que, por lo que se rumora, han sido permeadas( todas ellas) desde los tiempos de López y Turbay.
Ahí está mi llamado a la mesura, a la ética, al regreso a la moral cristiana como norma de vida.
Saludos Danilo. Espectacular documento.
En los temas de negligencia los abogados siempre enhebran al implicado con la siguiente frase: «Por qué le dejó coger tanta ventaja a esta situación». pregunta que aplica para el pueblo Colombiano pero debemos solucionar cuanto antes.
Colombia es un paìs de bandidos y no se le ha enseñado a la gente de manera plena y contextual «El derecho a la defensa», ya que se sataniza al que protesta y lo tildan de «Peleonero» y desde ahì pasa lo que pasa por ese tipo de señalamientos.
Lo que hizo el magisterio Colombiano en la pasada toma de Bogotá es una muestra que se tiene fuerza y hay que saberla utilizar y aprovechar este logro sin sacar el carro de bomberos para tomar la ofensiva contra los corruptos y dañinos de este pais.
Información, Formación, Educación, Valentía y Brazo Armado para el honesto son los cinco pilares en mì humilde opinión para cambiar y ponerle fin a este abuso hacia el pueblo Colombiano.
Muchas gracias Danilo.
Hola hermano: mil saludos Isdaen, su atinado comentario sobre lo que deberíamos hacer ante las situaciones de injusticia que sufrimos como pueblo.Mil saludos y bendiciones
Bolivar logró desterrar a los tiranos españoles, pero nos dejó en manos de los pícaros criollos los cuales son peores, y éĺ, quizás de buena fé, murió convencido de que nos había dado la libertad.
Yo pienso que la esclavitud aún persiste en ésta sufrida América.
Muy bueno su apunte don Néstor, todavía les rendimos culto a los políticos como si fueran seres especiales, solo saben gastarse y robarse nuestros impuestos. Mil saludos y bendiciones.
Q buen documento
Nuestro país lleva muchas décadas de gobiernos corruptos, se han perdido los ideales políticos, y como siempre los ricos y poderosos serán inocentes, los pobres y desposeídos pagarán las culpas de todos
Hola querida Martha: sabía reflexión la suya. Como dijo el escritor Álvaro Salom Becerra en una de sus obras » al pueblo nunca le toca», mil saludos y bendiciones.
Excelente artículo Danilo felicitaciones
Mil gracias gentil amigo: en rio revuelto ganancia de pescadores, el pueblo siempre es el pescado.ese es mi llamado a la ponderación y a la cautela. Saludos y bendiciones.