ESCAMPAVÍA
Desconozco el autor del video que muestra lo bueno que es Pereira por cuenta de su equipo de fútbol, de su paisaje, de sus gentes, de su cable aéreo y propone “mandar a la mierda” o todo aquel que piense que no todo es color de rosa en la Capital del Eje.
Más que orgulloso de ser pereirano me siento agradecido, primero con el creador que nos dio y no se cansó de entregarnos un suelo feraz que devuelve en frutos todo lo que en él se siembra, de una gente emprendedora, querendona de su tierra y de un paisaje que enamora; le debemos gratitud a nuestros ancestros que construyeron sin pereza un entorno amable, también estamos en deuda con quienes a nuestros lares llegaron y se sumaron aportando nuevos aires. Este es un buen vividero, ha generado una migración enorme que ya empieza a pesar mucho sobre la infraestructura física y social, sin embargo esos nuevos vecinos también llegarán a ser pereiranos, porque esta tierra da carácter.
Usar el paisaje de la tierra del café, o los éxitos del Deportivo Pereira para hacerlos coincidir con las ejecutorias de unos pocos es apoderarse de lo ajeno, práctica que ha hecho carrera en la ciudad, hoy en manos de una poderosa coalición de empresarios y políticos.
Los triunfos de nuestro deportivo se deben a unos jugadores que han sudado la camiseta, a un entrenador inteligente, a una hinchada abnegada y devota que no abandona el rojo y amarillo aún en la derrota; la belleza del entorno se le debe al creador y a la labor de campesinos y empresarios que han moldeado un paisaje que causa envidia y el cable que promovió, en buena hora, el alcalde Gallo, también contó con el trabajo y respaldo de mucha gente.
Ser pereirano, decían los viejos, es “un honor que cuesta”, quienes aquí nacimos y aquellos que a nuestros lares han migrado, añoramos mejores tiempos, puesto que todo eso tan bueno se está perdiendo por: la aparición de una inseguridad aterradora, por la miseria que apenas sobrevive de lo que sobra, por las paredes y calles sucias, por unos trancones ausentes de guardas que ayuden, por unos impuestos disparados, por una burocracia inmensa y arrogante, mucha de ella sin un qué hacer justificable, por el derroche de dinero para comprar cargos, por los espacios públicos invadidos, por unas juntas directivas en las que se repiten los nombres de quienes cobran por lo que no merecen.
La lista de lo que nos atosiga es larga, nos duele que esa alianza público privada, aquella que está en el cuarto de mando, negociara lo que otros construyeron; nuestras empresas de servicios, ejemplo en Colombia, pasaron a manos de terceros, el aeropuerto, cedido por treinta años, registra ingresos por $ 270.000.000.000.oo de los cuales Pereira recibe solamente el 10.82%, cuando éramos dueños de todo; por cuenta de unos gremios mudos ante los perjuicios que nos causan unas empresas que nos ha exprimido por décadas, por estos ejemplos y por mucho más queremos mandar a la mierda no a quienes reclaman, sino a los corruptos, a las roscas que maman de rodillas como lo hacen los terneros adultos, a esos dueños de nada que disponen todo, a los que viven como millonarios con el dinero ajeno, a todos esos que contratan a despotricadores para atacar al contradictor o alabar al cliente.
Pereira, “orgullosa de su pasado y segura de su porvenir”, claro que es única, amable y bella, no todo es malo ni su presente es color de rosa; su futuro será mejor si no abandonamos el surco ni olvidamos los valores que la hicieron grande.
Juan Guillermo,
Gracias por expresar mi sentir y seguramente el de muchos que estamos hastiados de ver cómo esta tierra privilegiada, con una historia tan cívica, está en manos de personas inescrupulosas tanto en el sector público como en el privado que se asocia en procesos de corrupción. Ojalá en las siguientes elecciones más personas asuman con su voto informado que la oportunidad de tener líderes transparentes depende de la decisión que tomemos a la hora de elegir.
Mis mejores deseos.
Patricia Jaramillo M.
La autodenominada clase dirigente económica es cómplice y beneficiaria de la ola privatizadora neoliberal.
El video al que haces referencia, del más puro y oscuro estilo goebeliano, es hecho por Luis David Duque, el J.J. Rendón de la política colombiana. Hijo mayor de ese nefasto alcalde llamado Luis Alberto Duque, que la historia recordará como aquel que entronizó el saqueo de los dineros públicos como una práctica normal y a la vista de todos.
Justas apreciaciones con nuestros anteriores
generaciones y muy buen análisis de la dirigencia que usa lo público para enriquecerse.