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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

PolíticaNo alcanza para ahorrar.

No alcanza para ahorrar.

Por Ferley Henao Ospina

ferleyhenao@gmail.com

Extraños seres que deben vivir en un planeta desconocido, encontraron a los culpables de la crisis económica ocasionada por la pandemia del Coronavirus: “los pobres que no ahorran”.

Claro que ese macabro anuncio no desentona con los disparates que llegan todos los días a los ojos y oídos de este inocente y engañado pueblo que difícilmente logra sobrevivir.

Me he declarado “mamerto” para poder decir libremente que este es uno de los países más inequitativos del planeta y también uno de los más corruptos, aunque puede ser el más de lo uno y de lo otro.

Cuando refutan a quien afirma que esta es una sociedad en la que imperan indelicados privilegios al mismo tiempo que reina la más grande injusticia social, me pregunto: ¿dónde será que viven los que no alcanzan a ver estas realidades?

Y analizo lo que pasa aquí, en este país, donde a cierta parte de la población “económicamente activa” le enseñaron que es más difícil obtener utilidades esforzándose en lograr calidad y eficiencia y más fácil lograrlas por cuenta de privilegios adquiridos a cambio de “servicios” prestados a los políticos y para lo cual les facilitaron el lobby en las oficinas públicas, donde desempeñan el papel de mendicantes, esos sí “atenidos”.

Bajo ese modelo, Colombia no podrá ser eficiente, rentable y competitiva porque funciona en un mercado impuro comprando y vendiendo prebendas.  Las ganancias llegan mágicamente por otro lado.

Se sabe que el término mamerto se lo aplican a aquel que está en contra de que ganen dinero las personas naturales o jurídicas, y  que por lo tanto son enemigos declarados del capitalismo. Siendo así, yo me declaro “Mamerto raro» porque no me opongo a que ganen dinero y a que ganen mucho o muchísimo dinero, eso es legítimo.

Lo que no es legítimo y por lo tanto no lo admito es que para poder ganar dinero tengan que percibir dádivas, canonjías, de las entidades públicas y que “inviertan” en unas elecciones para favorecer al candidato que después les dé los “negocitos” para “pagar los favores de campaña”, eso no solo ES ILEGÍTIMO, ES INMORAL. Claro que a ellos sí les alcanza para ahorrar.

“Negocios” de esta naturaleza ocurren en el “volteo de tierras”, modificaciones irregulares a los planes de ordenamiento territorial, que consisten en maniobrar fraudulentamente para convertir en zona industrial, franca, urbana o residencial el área en la que está el predio del amigo “favorito” para que su valor se multiplique centenares o hasta miles de veces.

También ocurren estas ganancias fáciles en la contratación tanto de obras públicas como de compras de bienes y servicios. A esos también les alcanza para ahorrar.

Otro ejemplo de prebendas para favorecer un sector en detrimento del resto de la comunidad: en 1998, el Gobierno implementó el 2 X 1.000 para ayudar a los bancos a salir de la crisis. Aunque inicialmente la medida tenía vigencia temporal de un año, en 1999 bajo la emergencia por el terremoto en el eje cafetero, el impuesto se prolongó por un año más y así ha continuado cobrándose 22 años más.

Las causas de las crisis bancarias no se derivan solo de inestabilidad macroeconómica, sino que en muchísimos casos se debe a supervisión deficiente; malas estrategias; débil administración; inadecuados sistemas de control; fallas operacionales; malas o perversas inversiones y en muchos casos, fraude, aun así, el gobierno, con nuestros recursos, ha sido muy diligente para salir siempre a su rescate.

¿Cuál es la razón, por lo menos la que esgrimen ante el público?: LOS PUESTOS DE TRABAJO. La banca, como ejemplo, en 2014 generaba 132.000 empleos pero 30.000 de ellos, el 22% eran subcontratados, un perverso sistema que se incorporó a la estructura de contratación laboral, eso sí para perjudicar a muchísimos en beneficio de muy pocos. A estos subcontratados no les alcanza para ahorrar.

Si el gobierno salva los bancos porque representan muchos empleos, con esta pandemia se van a quebrar miles de pequeños negocios, farmacias, tiendas, restaurantes, cafeterías, cacharrerías, que podrían representar una desocupación mucho mayor que los trabajadores bancarios, entonces ¿Por qué, con la misma lógica, no sale a su rescate?

No les alcanza para ahorrar tampoco a los campesinos que regresan a sus fincas, muchas veces, con las manos vacías por falta de políticas serias.

No le alcanza para ahorrar a la inmensa mayoría de colombianos con salarios mínimos ajustados mezquinamente, cada fin de año, a ras de la supuesta inflación para enfrentar el siguiente año incrementos desmesurados en servicios públicos y precios más elevados de la canasta familiar, lo cual significa la erosión de su salario real.

Son los que gobiernan quienes tienen la responsabilidad de proporcionar condiciones para que sí haya capacidad de ahorro. Lo que sucede ahora es un defecto de la estructura económica y social llamado incompetencia, ineptitud o negligencia, porque éste no es un país pobre sino un país empobrecido.

4 COMENTARIOS

  1. Siempre la constante en el país:
    > Eufemismos.
    > Corruptos
    > Adultos y Jóvenes , sin memoria histórica.
    > Gobernantes que apelan a los sentimientos de un pueblo inerme para recuperar la credibilidad.
    Es un sistema inviable?
    Somos un país inviable?

  2. Qué buen artículo. Con esta injusticia social y cada día apareciendo más carteles, ahora el de la Covid, nada podemos hacer. No tenemos como ahorrar porque todo se lo roban y el ahorro es una ayuda para el sector financiero.

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