Por: NATALIA CARDONA –Columnista de El Opinadero Junior
Hace unos días se celebró el día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, la manifestación no fue solo a nivel nacional, es un día conmemorado en diferentes países.
En Colombia particularmente en lo que va corrido del año, 180 mujeres han sido víctimas de feminicidios, sin contar o imaginarnos con los que no han sido reportados, y las mujeres que aún se encuentran desaparecidas; en medio de arengas, gritos y puños al aire, una vez más un grupo de valientes mujeres salieron a reclamar y hacer sentir su inconformidad con las brechas machistas en la sociedad en la que vivimos.
Mucho hemos escuchado decir que “Esa no es la forma” de manifestar ideales y de lograr los derechos los cuales estamos buscando, pero estoy completamente segura que las sufragistas en su momento también escucharon frases de ese estilo, y gracias a ellas las mujeres contamos con el derecho al voto; años después el movimiento de liberación de la mujer, empuñó sus manos en las calles para que se les reconociera el derecho laboral y salir de las tareas domésticas, y así poco a poco hemos labrado un camino de lucha constante, el silencio ya no es nuestra opción, nuestra lucha se viste de morado.
Hoy estamos en pie de lucha porque necesitamos un día para recordarle a la sociedad que buscamos eliminar la violencia contra las mujeres, porque estamos cansadas de esperar ese mensaje de nuestra amiga donde nos dice que llegó a su casa, porque estamos cansadas de las miradas y frases morbosas que debemos recibir en las calles solo porque somos mujeres, estamos cansadas que cuando una de nosotras está desaparecida digan que debe estar en una fiesta o con su novio, y si una de nosotras es abusada sexualmente es porque lo “provocó”; también estamos cansadas que vulneren los derechos de las mujeres transgénero, ellas también son mujeres, todas somos mujeres y no podemos seguir sintiendo cada noche al recostarnos en nuestra almohada que somos privilegiadas de seguir vivas, también merecemos vivir tranquilas.
Para terminar, me gustaría dejarle una reflexión ¿A cuál de las mujeres de su familia le tiene que pasar algo para que se dé cuenta que esta lucha es necesaria? Espero que usted no necesite de esa pregunta para darse cuenta de la vulnerabilidad en la que vivimos todas las mujeres y que a pesar de eso, sabemos que nuestra dignidad no tiene miedo, porque donde nos sembraron miedo, nos crecieron alas.
Excelente , dar cuenta de la vulnerabilidad en que vive la mujer desde: lo físico , psicólogico; en los diferentes ámbitos donde se desempeña.
Columnista Junior: que bien sus argumentos y hagan eco en sus pares hombres y mujeres, quienes en edad estudiantil ejercen presión sentimental, de moda, de retos.
Gran artículo sobre una realidad innegable;sueño con el día en que haya que dejar de, escribir de estas cosas simplemente por que nos Dios cuenta cómo seres humanos cuanto absurdo es creernos las, que el otro por su genero, por su forma de pensar por ningún motivo ningún ser humano es más, que otro somos eso humanos iguales en todo.
Y hacerle daño a una mujer lo más hermoso y sublime que existe complementó perfecto para el hombre, la primer he inmejorable cuna que contiene al ser humano, un día quiero que dejemos de ser tan absurdos
Es una realidad que frustra, cuando se lucha por este tipos de situaciones, que pasa el tiempo y sigue habiendo más violencia. Los seres humanos somos egoístas, no luchamos si o hasta que una de las víctimas esta en nuestro alrededor. Que rico encontrar este tipo de escritos que nos llevan a replantearnos, a cuestionarnos y a querer realizar cambios, reales, contundentes, cambios desde nuestro propio corazón, porque el cambio viene de adentro, hacia afuera, si no cambio yo, no hay como ayudar a cambiar mi propio mundo.