Por JAIME DIEGO BEDOYA
De acuerdo con los científicos, la Tierra, hace millones de años, recibió asteroides y restos de cuerpos celestes que trajeron el agua y los principios de la vida, hoy muy amenazada, tanto por la acción depredadora del hombre que en su afán de acumular riqueza y poder está destruyendo los ecosistemas, contaminando las aguas y la atmósfera y destruyendo los bosques, como por la circunvalación loca de millones de residuos planetarios que se mueven en el espacio sideral. Algunos de grandes proporciones han impactado sobre la Tierra. Un suceso muy conocido fue el ocurrido por un enorme meteorito que cayó en la península de Yucatán 65 millones de años atrás- ayer, ¿no? – y eliminó los dinosaurios. Si nos hemos salvado otras veces es gracias al cinturón de asteroides de Júpiter y Saturno, los gigantes del universo, que por su poderosa fuerza gravitacional atraen y engullen gran cantidad de ellos, cuyo sitio final podría ser la tierra.
El hombre sabe de esta fragilidad y desde hace tiempo está empeñado en trasladar la especie a otra zona del universo porque la catástrofe es inevitable y la raza humana, un portento de la evolución, no puede desaparecer, así muchos consideremos que semejante especie tan depravada, capaz de matar por dinero, odio o poder, no vale la pena ser preservada. A pesar de este poderoso empeño, bastantes científicos opinan que ya es demasiado tarde para salvar la especie porque el calentamiento global, producirá el indeseado cataclismo antes de 50 años, tiempo durante el cual el trasplante interplanetario de la raza humana no se habrá logrado.
En este orden de ideas, celebramos la majestuosa llegada de la sonda Perseverance-Perseverancia-, a la superficie marciana, el cuarto planeta de nuestro sistema solar, ubicado a una distancia de entre 54 y 400 millones de kilómetros de la tierra, dependiendo del punto en que se encuentre en su órbita elíptica, hazaña ocurrida el jueves 18 de febrero del 2021. Y, para orgullo de Colombia, una compatriota nuestra, la doctora Diana Trujillo, caleña, que limpió casas para pagarse sus estudios de ingeniería aeroespacial, es la jefa de la misión a Marte.
**No estoy de acuerdo con priorizar la vacuna para los ancianos. Los viejos ya vivimos, hay que salvar a los niños y jóvenes que son la esperanza de la humanidad.
***A propósito, presidente Duque, su “presidente eterno” lo va a calificar de Chino-castro-chavista, por la compra de vacunas al gigante comunista. ¿No le preocupa?
Jaime Bedoya Medina