El hombre equilibrado ama, el fanático odia.
El hombre equilibrado habla, el fanático grita.
El hombre equilibrado escucha, el fanático insulta.
El hombre equilibrado disiente, el fanático se opone con obstinación.
El hombre equilibrado argumenta, el fanático desafía.
El hombre equilibrado propone, el fanático ordena.
El hombre equilibrado antepone el interés público sobre el particular, el fanático solo quiere que la vaya mal al oponente.
El hombre equilibrado acepta sus errores, el fanático los justifica.
El hombre equilibrado espera su momento, el fanático interrumpe.
El hombre equilibrado busca otros caminos para lograr su cometido, el fanático se enfurece y culpa a los demás.
El hombre equilibrado construye, el fanático destruye.
Estamos viviendo días difíciles. Aupados por las redes sociales y algunos medios de comunicación que han perdido su norte, estamos dejando de lado la sana confrontación de las ideas para dar paso a los odios y los fanatismos. Y en medio de esa confrontación, hemos terminado por perder amigos, vecinos y hasta hermanos. Si no pensamos y sentimos como el otro somos su enemigo. “Estás conmigo o estás contra mí”, es la consigna. Y en la cúspide de la pirámide están aquellos que se benefician de nuestras diferencias, alimentado los odios y rencores. Unos y otros viven del fanatismo.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el fanatismo como el “Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas”. Sinónimos o afines de fanatismo son intransigencia, intolerancia, obstinación, extremismo, radicalismo, sectarismo, exacerbación, exaltación, incondicionalidad. apasionamiento, pasión, entusiasmo, fervor, fogosidad, adicción. Antónimos u opuestos de fanatismo: desapego, equilibrio, frialdad, tolerancia.
Sé de antemano que muchos preferirán ignorar este llamado, pero si todavía queda algo de equilibrio los invito a que dejemos atrás la soberbia y los odios por política y pensemos generosamente en los demás.
Los poderosos de siempre nos quieren fanatizar en su propio beneficio. No les demos gusto. Seamos tolerantes, y vivamos la vida con amor por el prójimo, como nos lo enseñó Jesús de Nazareth. A eso vino a la Tierra, a enseñarnos a amarnos los unos a los otros.
LUIS FERNANDO CARDONA
Respetado Director:
Importante apostar siempre por el consenso.
Valioso el trabajo comunicacional , que apueste por una comunicación efectiva y afectiva
Oportuno llamado desde su columna.
Tienes toda la razón, es una apreciación con mucho fundamento.
Ni la familia, ni los amigos, ni las personas cercanas a nuestro entorno se deben distanciar por pensar distinto, a eso se llama respeto.
Ojalá todos depusiéramos las armas y racionalizáramos sobre lo que estamos perdiendo por personajes que ni conocemos. Excelente texto….
Buen contenido de estudio y análisis sobre el pensamiento.
Cierto que cada palabra dice cuan importante es ser sensato y prudente, para no permitir los extravismos de pasiones y emociones que tanto daño hacen.
Muy agradecida con el señor columnista.
Luis Fernando, la columna suya invita a la mesura y el justo medio aristotélico, algo que ninguno de los dos extremos quieren entender y esa intransigencia, ha permito el ascenso desafortunado de la extrema derecha neonazi en Alemania, los espíritus de Hitler, Stalin y Mao se sienten nuevamente en el aire, dependerá de quienes apostamos por la pluralidad y la mesura evitar respirarlo y renovarlo, enhorabuena su columna.