Inicialmente no se permitió participación a quienes entrenaban habitualmente un deporte porque consideraban que había ventajas sobre los simples aficionados-amateres-, por lo que, en varias ocasiones boicotearon algunas disciplinas, hasta cuando el Comité admitió de pleno derecho a los profesionales, decisión que realzó al evento.
La Unión Soviética entró al certamen sólo a partir de 1952, en Helsinki por la prevención contra los eventos de la burguesía occidental. ¡Qué atraso, por Dios! Mientras tanto, organizaba las llamadas espartaquiadas que convocaban varias naciones comunistas.
A pesar de los avances de la sociedad todavía hay mucha discriminación por asunto de género, especialmente de los países musulmanes.
En más de cien años de existencia el Comité Olímpico apenas ha tenido 9 presidentes. En su orden: Dimitrios Vikelas, griego (1894-1896). Pierre de Coubertin, francés (1896-1925). Henri de Baillet, belga (1925-1942). Sigfrid Edstrom, sueco (1942-1952). Avery Brundage, estadinense (1952-1972). Machael Morris, Irlandés (1972-1980). Juan Antonio Samaranch, español (1980-2001). Jacques Rogge, belga 2001-2013) y Thomas Bach, alemán (2013). La sede del Comité Olímpico Internacional está en Lausana, Suiza.
Desde la creación de los Juegos Olímpicos modernos en 1896, sólo Grecia, Australia, Francia, Reino Unido y Suiza se han hecho presentes en todas la ediciones.
**Fue proclamado presidente del Perú, Pedro Castillo Terrones y presentó el programa de gobierno que nada dice sobre expropiaciones. Propone revisar los contratos de concesión de las multinacionales para que la riqueza de los peruanos sea disfrutada por los peruanos sin detrimento de que las empresas ganen por su inversión. Nada distinto a lo que los movimientos alternativos como el Pacto Histórico o la Coalición de la Esperanza, plantean para Colombia pues, al fin y al cabo, los problemas son los mismos. Allá como aquí, la derecha se desgañita llamando al golpe militar contra el comunismo y el castro-chavismo. Será juzgada por incitar a la rebelión.
Mejor dicho, como decían unas amigas perdidas en Dallas que, dizque se obligaron a “dalas”, el programa del presidente, persigue que la mayoría el pueblo peruano no esté forzado a irse a “dallas” y mientras la minoría privilegiada se va a San Francisco o Nueva York a comer jamón.
“No más pobres en un país rico”, fue el potente dispositivo retórico que repitió durante toda su campaña que, generalizado puede ser no más pobres en una América rica. Colombianos, sí se puede, ¿no?.
También cabe resaltar el gran papel del presidente Francisco Sagasti, por su imparcialidad, responsabilidad y decoro en el proceloso camino electoral en el que la hija del corrupto dictador reclamaba como Trump, su mentor, que la habían robado las elecciones sin mostrar una sola prueba. Sagasti siempre sostuvo que las elecciones fueron limpias y que no había asomo de fraude. Lo mismo que dijeron los observadores internacionales.
Jaime Bedoya Medina.