CONTRACRÍTICA: Con humor, amor y …ardor
Por: CARLOS ALBERTO CARDONA MONTOYA
Formular preguntas con argumentación, en búsqueda de respuestas esclarecedoras, es un arte que se está perdiendo a fuerza de los cambios impuestos por las nuevas tecnologías, la “Inteligencia artificial” y que va despojando de esa esencialidad del raciocinio a la ciencia, los entrevistadores en los medios de información y lo que es más grave, en las aulas de clase, ahora virtuales y desnudas del saber.
Con no poca nostalgia, recuerdo los tiempos de bachillerato, cuando en clases del padre “Crispín”, en filosofía, nos enseñaron de la “Mayéutica socrática”, un formidable método de aprendizaje basado en preguntas correlacionadas, en busca de la verdad; sin duda, el discurso ético de Sócrates alimentó la esencia del positivismo, del que surge la ciencia, y de alguna manera se refleja en los grandes momentos del pensamiento humano, los enciclopedistas franceses del siglo XVIII (Diderot, Voltaire, Montesquieu, Roseau, Descartes etc.), En el pensamiento alemán, forjado en preguntas esenciales cómo ¿Qué puedo conocer? ¿Qué puedo esperar? en la Crítica de la Razón pura, de Kant, después de Hegel, Nietzsche o, mucho después, en la era del signo, de Pierce, Sausure, Humberto Eco ¿Qué significan las cosas, las señas, las señales? Etc. Preguntas fundamentales para respuestas esclarecedoras.
Vivimos tiempos de digitalización de la información, y es la excusa para que muchas personas, protagonistas de la vida cotidiana, estén inmersas en defectuosas formas de preguntar y por lo tanto obtener respuestas desde la más absoluta ignorancia, hasta increíbles asaltos de imaginación, como cuando el periodista le preguntó a la famosa modelo por ¿Cuál es la música que más le gusta? Y le atribuyen como respuesta: ¡Ayyyy, esa que viene en CD, es divina!
Hace pocos días, un “meme” muy difundido nos mostraba una imagen de un señor adulto “Viejo” conversando con un jovencito que le preguntaba: Uyyy Cuuucho, en los tiempos suyos, cuando No había celulares, ni computadores ni tablets, ni existía Google, Ustedes ¿Cómo hacían?, ¿Qué Usaban?. El viejo responde corto y concreto: “La Cabeza”.
Encontrar la información que se necesita, con un Click en Google o Wkipedia, se ha convertido en un verdadero peligro para el futuro del pensamiento, de la razón, de la argumentación; el día que nuestras nuevas generaciones no tengan al alcance un dispositivo de éstos, van a estar más confundidos que Adán el día de la madre.
En una oportunidad, en un examen de cultura general para acceder a un cupo universitario, vimos con no poca sorpresa, respuestas disparatadas, aparentemente graciosas, con un hilo de lógica, probablemente porque las preguntas tenían defectos en su formulación, pero de ninguna manera para reírnos, al contrario, para preocuparnos muuuucho, aquí algunos ejemplos:
- ¿En donde se firmó el acta de independencia de Colombia?
- R: En la rayita al final de la última página ¡Plop!
- Si usted tuviera tres manzanas y cuatro naranjas en una mano, y cuatro manzanas con dos naranjas en la otra mano ¿Qué tendría?
- R: Tendría unas manos muy grandes. ¡Reflauta!
- Si se necesitaron 8 hombres para construir un muro en 10 horas, ¿Cuánto tiempo le tomaría a 4 hombres construir el mismo muro?
- R: Ningún tiempo, nada, porque el muro ya está construido ¡Pamplinas!
Parece gracioso pero no es gracioso. Una cosa es tener el conocimiento que también está almacenado en la dimensión digital, y otra es pensar; para pensar hay que razonar, y para ello se deben tener preguntas esenciales.
Pero si en la dialéctica, pensamiento crítico, comprensión de lecto-escritura estamos mal, en matemáticas hay una verdadera calamidad, está demostrado en que la misma pregunta aritmética en la escuela de 1960 ha cambiado enormemente hoy, se recurre a todo, menos a pensar.
Ayer, en una tienda de cadena compré artículos que valían $35.600, Le entregué a la cajera un billete de 50 mil y 3 monedas de 200 pesos, con el fin que no me diera más monedas en la devuelta, en ese momento la máquina registradora dejó de funcionar, la chica se quedó mirando la máquina y con cara de angustia me miraba como sin saber qué hacer. Le expliqué que solo debía devolverme 15 mil pesos, y que por eso le había dado las monedas, pero ella no quedó muy convencida, llamó al supervisor que tampoco supo qué hacer, y fue necesario llamar a la gerente, una rubia pasmosamente bella, con cara de calculadora, quien consolaba a la perturbada cajera; y efectivamente, ella misma me entregó 4 billetes de cinco mil, le regresé uno, le expliqué que como eran 15 mil la vuelta, le sobraba un billete, la gerente rompió en llanto y abrazándome decía: “El día que nos quiten éstas máquinas, nos vamos a arruinar”, como si no estuvieran arruinados ya.
Y es que para la enseñanza de las matemáticas, y solo como un ejemplo simple, la forma de formular la misma pregunta entre 1960 y hoy, cambió mucho, cada vez la exigencia de pensar, es menor, veamos:
1960: el profesor, con una regla en la mano decía: “Un campesino vende una carga de yuca por 100 mil pesos, el costo de producción es 4/5 del precio de venta, ¿Cuánto es el valor de la ganancia?.
Años 80, la misma pregunta. “Un campesino vende una carga de yuca por 100 mil pesos, si el costo de producción es 80 mil pesos ¿Cuál es la ganancia?.
Años 2000: “Un campesino vende su carga de yuca en 100 mil pesos, si el costo de producción fue 80 mil pesos, escoja la respuesta correcta de lo que corresponde a la ganancia: A 20.000( ) B 50.000 ( ) C- 80.000 ( )
Año 2010: Un campesino vende su carga de yuca en 100.000 pesos, si el costo de producción fue 80.000 pesos, entonces la ganancia ha sido de 20.000 pesos F ( ) V ( )
Hoy, versión virtual modelo de alternancia: la misma pregunta: “Un campesino vende su carga de yuca por 100 mil pesos, el costo de producción ha sido de 80 mil pesos, como usted sabe leer y conoce la letra X, escriba una X entre los dos paréntesis, al frente de 20.000 que es la respuesta que corresponde a la ganancia obtenida” 20.000( ) 50.000 ( ) 80.000 ( )
Con razón, previo a los procesos electorales, como el que se aproxima para congreso de la república, empiezan a formular encuestas con preguntas mal formuladas, como para no dejarnos pensar en que es necesario elegir razonablemente y no pandémicamente, como solemos hacerlo, por los mismos que nos tienen sumidos en la ignorancia y la pobreza educativa, con comisiones incluidas.
Feliz día
Que calidad tan bacana, su sarcasmo es muy bueno
Muy entretenida y pulida reflexion.