Esta semana la Fundación Empresarios por la Educación presentó los resultados de la encuesta de opinión en educación, aplicada en 8 regiones con cobertura urbana y rural. Los datos por región muestran las diferencias de prioridades según la ubicación geográfica y la edad. La educación es muy importante para el 96,4% de los encuestados, sin embargo, ese porcentaje baja cuando se les pregunta si la educación es útil.
En la región central donde está el departamento de Risaralda, el 75.3% de los hogares considera que las competencias y habilidades más útiles que deben adquirir los jóvenes son en matemáticas, le sigue en importancia el inglés y la lectura crítica.
La percepción de los hogares no coincide en orden de prioridad con los retos que debe asumir la ciudad para mejorar en las Pruebas Saber 11, los estudiantes de Pereira deben mejorar en lectura crítica, matemáticas, sociales y competencias ciudadanas.
Los principales factores para mejorar el aprendizaje son la forma de enseñar y de evaluar a los docentes, seguidos por el ambiente de las instituciones educativas y el interés y motivación de los estudiantes. El 97% de los hogares considera que los docentes deben ser evaluados a través de pruebas estandarizadas y de logros educativos.
Para los hogares en la región los principales factores que pueden generar deserción son el conflicto y la violencia en la escuela y la forma de enseñar y evaluar de los docentes, sin embargo, las cifras muestran que la pandemia afectó la tasa de reprobación, repitencia y deserción.
Los hogares en la región tienen una percepción crítica con respecto a la calidad de la educación comparada con el promedio nacional. El 41% de los hogares considera que la calidad de la educación hoy es peor, las personas mayores son las más críticas.
La máxima aspiración de los jóvenes en la región es ser profesional universitario (49,8%) y terminar el bachillerato (17,7%). Los que más desean ser profesionales están en la región pacífica (64,3), seguidos por los del Atlántico (61,6%), Orinoquía y Amazonía (61,5%).
En conclusión, la encuesta es un llamado a mejorar la calidad de la educación, especialmente, las capacidades de los docentes para transmitir su conocimiento y para mantener a los niños y a los jóvenes motivados en el sistema escolar. También se requiere mejorar los niveles de empleabilidad para aumentar el deseo de los jóvenes por ser profesionales.