Verdaderas telarañas enredadas alrededor de los balcones de nuestras casas y apartamentos, fruto de la falta de control de las autoridades municipales y las inexistentes exigencias a los operadores de los servicios de Energía y Telefonía, se constituyen en graves amenazas contra la vida e integridad de los ciudadanos en pueblos y ciudades colombianos. La fotografía, tomada en el barrio Villa del Campo en Dosquebradas, se repite en cualquier urbe, donde los postes del alumbrado y el servicio de energía eléctrica deben compartirse con los de telefonía y cable operadores por mandato legal, para ahorrarles costos a los prestadores. Los ciudadanos inermes ante el abuso no hallan a quién reclamar por la contaminación visual y por el riesgo que puedan ocasionar los cables al cruzar literalmente por las ventanas de sus residencias. Súmese a ello, la inveterada costumbre de los operadores de la telefonía, la internet y la televisión por suscripción, quienes parecen tener luz verde para derrochar material, el mismo que dejan tendido sobre los tejados cuando el usuario decide cambiar de proveedor. Solución existe, como la prueba la noticia publicada el 9 de febrero de 2019 en la página oficial de Celsia (https://www.celsia.com/es/noticias/celsia-organiza-el-cableado-que-contamina-visualmente-la-ciudad-de-ibague/) bajo el título “Celsia organiza el cableado que contamina visualmente a la ciudad de Ibagué”. Pero eso en el departamento de Risaralda, y mucho más en el municipio de Dosquebradas, es pedir demasiado cuando el Alcalde literalmente no aparece y hasta en el concejo hay un pendón de “Se busca” con la imagen del burgomaestre. No es imposible. Bastaría que las partes acordaran el retiro de las redes en los postes que son de cable operadores que no tienen formalizado el uso de los postes, de acuerdo con las resoluciones CRC (Comisión de Regulación de Comunicaciones) 5890 de 2020 y 4245, CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas) 063 de 2013, CREG 039 de 2014, CREG 140 de 2014, que determinan el uso de la infraestructura por parte de los cable operadores y que buscan normalizar este tipo de requerimientos para que funcionen con total seguridad, sin poner en peligro la infraestructura eléctrica ni congestionar visualmente el paisaje urbano.

Antes de hacer esta publicación alguien nos dijo que estamos perdiendo el tiempo. No obstante, es un deber de la Chec y los cableoperadores solucionarlo y de este medio, darle voz a una comunidad que tiene derecho a un ambiente sano y libre de riesgos. Y en el Plan de Ordenamiento Territorial para futuras urbanizaciones va siendo hora de canalizar las redes bajo tierra, como se hace en otras latitudes.
Señor Director:
Excelente denuncia.
En general transitamos por calles llenas del servicio público, de las carros privados, y de una cantidad de cableado que genera peligro a las viviendas que tienen cercano un poste de cableado, o peor aún , cuando abrimos ventanas de la vivienda y allí cuelgan cables de energía, de operadores de televisión.
Hacer un reclamo o asistencia a dichas empresas es un grito al vacío, pues ninguno atiende .
En Pereira es vulgar el cableado, todos lo cable operadores hacen lo que les da la gana mientras la EEP se hace la de la vista gorda.
En nuestro vecindario es común encontrar todo tipo de atropellos,el que quiere taparle la visión a su vecino , simplemente levanta una pared frente a su ventana y listo nadie dice nada,y así siguen las cosas , gracias al «opinadero»qué nos permite expresar estás anomalias.