POR JAMES FONSECA
La Secretaría de Infraestructura del Municipio de Pereira, desarrolla una licitación pública para la compra y montaje deluminarias LED y los componentes necesarios para instalarlas y para controlarlas a distancia, en tres corredores viales; además del mantenimiento del alumbrado público.
De su documentación deducimos que se tomaron decisiones que debemos aplaudir: las nuevas instalaciones tendrán medidores de energía, que VIGÍA Cívica ha venido pidiendo desde 2017, para evitar que el municipio siga pagando el consumo de luminarias apagadas, como ocurre ahora.
Pero lo más importante es que, por primera vez, Pereira adopta el concepto de iluminación inteligente, que implica la interconexión inalámbrica de las luminarias, para su control; lo que además genera grandes posibilidades de negocios para el operador del alumbrado público, como la transmisión de datos para internet y televisión o para el monitoreo de sistemas de seguridad o, en el futuro, para guiar vehículos autónomos, entre otras muchas aplicaciones que se pueden vender a particulares.
Razón por la que no debe aceptarse que la operación de alumbrado público de Pereira se le entregue a un privado, disfrazado de socio estratégico, como lo propuso “PrávneConsulting Group”, en su estudio de 2019.
No obstante, lo que alabamos, las exigencias a los oferentes de la licitación referida, nos despiertan inquietudes que queremos trasladar al gobierno de la ciudad.
Una aparece en los estudios previos: “Es requisito indispensable que el proponente tenga disponible un stock en su bodega de mil (1.000) luminarias y brazos solicitados,(…)”.
Como la licitación solicita precios unitarios de ocho modelos diferentes de luminarias LED y de once de otras luminarias, además de cinco distintos tipos de brazos y solo los diseños específicos determinarían donde, cuantas y cuales luminarias se deben instalar; que el oferente tenga mil luminarias, indiscriminadas y mil brazos en su bodega; no pasa de ser una exigencia ambigua para la ejecución del eventual contrato y crea el riesgo de que se instale lo que la ciudad no necesita.
Esta imprecisión contrasta con la minuciosidad de otra exigencia: “Cuatro (4) carros canasta para el trabajo en alturas con alcance mínimo de 14 metros, (tanto el carro y el brazo deben ser de modelo igual o superior a 2009) (…) dotado con gavetas para el transporte de materiales eléctricos y elementos de señalización” y “Cuatro (4) camionetas doble cabina modelo 2012 o superior, (…)”
Que los carros “canasta” tengan menos de once años y las camionetas menos de ocho, tampoco significa mucho para la ejecución del contrato, pues vehículos nuevos y maltratados, pueden estar inservibles y viejos y bien cuidados, funcionando como nuevos.
Las caprichosas edades exigidas para los carros, lo mismo que las 1.000 luminarias en la bodega, parecerían formas de excluir proponentes.
canastas disponibles 3004600415