Recuperando el norte

Por ERNESTO ZULUAGA RAMÍREZ

Mirando en lontananza, no muy lejos pero sí en el largo plazo, hay que destacar a la Plataforma Logística del Eje Cafetero —PLEC— como el proyecto más ambicioso e importante para el desarrollo de la región y para el futuro de los risaraldenses e incluso para los norte vallecaucanos y los caldenses.

¿Pero qué es eso que tiene un nombre tan rimbombante?

Una plataforma logística es un espacio físico (algunos lo llaman parque) en el que confluyen las actividades industriales, comerciales y de servicios en combinación con procesos de empaque, almacenamiento, transporte y distribución de mercancías, todo con el objetivo de aumentar la eficiencia y la competitividad en los mercados mundiales.

Tiene mucho de «puerto seco», de «parque industrial», de «zona franca» y de «centro logístico», todos en un solo territorio que ofrece a la infraestructura productiva de la región los servicios complementarios y necesarios para ingresar con eficiencia en el comercio globalizado. Su valor se expresa fundamentalmente en términos de tiempo y lugar, factores determinantes para el desarrollo y el posicionamiento de un país y de una región.

Sobre la base de que el 77% del PIB se genera al interior de la geografía patria el gobierno nacional identificó al municipio de La Virginia, en Risaralda, como uno de los 19 sitios estratégicos en Colombia para construir una plataforma de tales características y por lo tanto la incluyó en su Plan Logístico de su Política Nacional de Competitividad y Productividad definida en el año 2008 (documento Conpes 3547).

El anterior gobierno de Risaralda con acertada visión y consciente de la oportunidad histórica se le adelantó a todo el mundo y avanzó con mucho entusiasmo en la consolidación de la que denominó la Plataforma Logística del Eje Cafetero —PLEC— en dicho municipio.

Muchas cosas buenas pasaron desde entonces: la llegada de la doctora Gloria Inés Acevedo Arias a la gerencia del proyecto, la adquisición de los predios necesarios por gestión adelantada ante la Agencia Nacional de Tierras, la actualización del estudio de mercados con base en la pre factibilidad desarrollada por el Departamento Nacional de Planeación —DNP—, el proyecto de factibilidad definitivo y el contundente avance en la consolidación de todos los proyectos viales indispensables para el éxito de la plataforma.

Sin embargo al producirse un cambio de gobierno departamental los risaraldenses percibimos con preocupación el adormecimiento del entusiasmo inicial y algunos llegaron a afirmar que obedecía a los avatares de la política electoral. Pues bien, enhorabuena el actual gobernador Víctor Manuel Tamayo ha demostrado su firme y decidido compromiso con el proyecto al encomendarle su futuro a la doctora Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu.

Esta magnífica decisión es garantía de éxito que pronto dará sus frutos y deja en claro que este es un proyecto de orden nacional que cuenta con el total apoyo y aval del gobierno central, que no depende exclusivamente de la voluntad local, que no le pertenece ni a Sigifredo ni a Víctor Manuel y que recupera entonces su inicial frenesí.

Grandes retos tiene la exgobernadora Cifuentes: identificar y crear la figura jurídica que adelantará la comercialización del proyecto, conseguir la vinculación directa y protagónica de la Federación Nacional de Cafeteros, consolidar la participación del SENA, cautivar a los vecinos de Caldas y del Valle (Cartago y Tuluá) para que se sumen y participen e intentar avanzar en la recuperación del aeropuerto de Cartago como instrumento crucial para el transporte de mercancías.

La PLEC es la gesta y el reto más importante que tienen nuestros dirigentes en los próximos años y sus incalculables beneficios empezarán a verse muy pronto.