La incidencia en la formación debido al golpe de la pandemia ha sido muy grave por el rezago acaecido. La aseveración se comenta en el libro homónimo del título, publicado por la organización Empresarios por la Educación (ExE) y el Observatorio de Gestión Educativa. Una de las preocupaciones mayores tiene que ver con el atraso cognitivo que trajo consigo los “acuartelamientos” domiciliarios que impactaron la cronología biológica y la ausencia considerable de instrumentos aptos para difundir ecosistemas que involucraran docentes, padres de familia, estudiantes y conglomerados, como se dijo en la pasada columna, y fortalecer desde allí relaciones innovativas, de tal suerte que su despliegue marchara al unísono de etapas habilitantes del discurrir con aportes a los desarrollos personal, social y económico. Pero, como las cosas no fueron así por lo inesperado de la aparición del patógeno y de la velocidad desplegada por él, y la inexistencia en ese momento de contrareductores, los procesos se paralizaron o, en el menor de los casos, se ralentizaron, lo que no solo afectó el tiempo íntimo como línea a “una educación de calidad [que] no puede limitarse a la medición de los aprendizajes, sino que debe considerar también la definición y acompañamiento en trayectorias de vida…“(Página 59: Repensar la Educación); asimismo al progreso de las comunidades. La invitación de ExE, a pesar del daño que aún se sufre, es la de catapultar el pilar en cuestión para desplegar oportunidades cambiantes que aceleren el crecimiento en los órdenes de las posibilidades inmediatas, a transformar la aprehensión del intelecto y a superar la calidad irregular que hay en todos los niveles, incluyendo el superior. Es fundamental incluir valores humanitarios, entre ellos, la equidad, el progreso, el acceso y la convivencia; la vinculación ultramoderna a las sociedades 4.0 que propugnan por un mundo solidario dentro de la diversidad para el disfrute existencial de las llegadas generaciones. En tal virtud el momento que se pregona, con motivo del relevo constitucional, es ahora la ocasión para las aplicaciones de metodologías y contenidos de ciencia, tecnología y novedad, para (lo dice el texto de ExE) “implementar una política pública que legitime y concrete la iniciativa de las teorías de acompañamiento, con la estrategia de encadenamiento como una manera de impulsar la gestión de innovación”.
Viene, tal cual flecha al centro de la diana, lo escrito en El Tiempo por Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional: “Los desafíos de la educación son tema de permanente inquietud; más cuando empieza un nuevo período político. El entusiasmo con el cambio es bueno, pero con algunos riesgos. Uno de ellos es nuestra tendencia (muy humana) de declarar la “caducidad” de los problemas viejos y difíciles, entusiasmados por lo nuevo. Es la estrategia del avestruz: los problemas no caducan, se resuelven”.
Los elementos presentes en la recreación de las naves traslativas para arribar a puertos pertinentes, tienen que contar con un democrático acceso a la apropiación pública del conocimiento, al calibramiento de la calidad en los distintos canales, al uso de los conductos técnicos, a la preparación de los 400.000 docentes con buen rigor y ascenso salarial; instalaciones decorosas, defensa del ambiente, la enseñanza y comprensión ejercitable de la cultura ciudadana. Frente a semejante reto, Wasserman cavila: “La pregunta de cómo hacer eso no está resuelta. Sociedades exitosas usan acercamientos diferentes, hasta opuestos; yo he visto tantas teorías alternándose durante los años que me inclino por un camino propio, sin sujeción a modas ni dogmas, teniendo siempre los objetivos a la vista y andando con cuidado, atendiendo a signos y señales de alerta en el camino. Los resultados se verán mucho más tarde”.
La obra Repensar la Educación “lo que se propone no es una reforma; más bien se trata de una innovación, consistente en modificar variables seleccionadas porque se considera clave para dar un salto cualitativo en el mejoramiento de la calidad educativa”. Sin duda son retratos concordantes.