Por: Ferley Henao Ospina
El capítulo “SECTOR RURAL” del Plan de Desarrollo de Risaralda carece de diagnóstico confiable que devele por qué el campo está sumido en el abandono, víctima de la desidia, el desamparo y la negligencia. La propuesta parece inspirada en las pocas luces que proporcionan el área cultivada y la producción, como si al solo hecho de aumentar la superficie pudiera denominársele “PRODUCTIVIDAD”.
Productividad es el “Aumento o disminución de los rendimientos físicos o financieros, originado en la variación de cualquiera de los factores que intervienen en la producción”, en cambio,Producción es la “Acción y resultado de producir” independiente de la eficiencia con la que se obtenga. Sin tener claro este concepto, el proyecto de plan nos expone a prolongar, por 4 años más, la agonía del único sector que pudiera sacar la cara por la economía de todos estos municipios.
Permítanme hacerles un breve diagnóstico del sector rural risaraldense:
Según sus propios datos oficiales 2018, Risaralda tiene en ganadería 78.883 hectáreas 54,4% de toda la superficie agropecuaria (la inmensa mayoría a pastoreo, técnica obsoleta e ineficiente); café 50.273 h 33,9% (esta área incluye 15.700 h con plátano asociado); aguacate 3.641 h 2,5%; caña azúcar 3.040 h 2,1%; caña panelera 2.920 h 2,0%; plátano solo 2.266 h 1,6%; cacao 1.777 h 1,2%; naranja 831 h 0,6%. Solo en estos 8 rubros concentra el 98,2% de toda la producción rural, es decir, dispone apenas del 1,8% para el resto de especies. ¿De dónde piensan sacar la seguridad alimentaria?
Los rendimientos de esta famélica agricultura son así: café 1,4 t/ha, Caldas rinde 2,0 t/ha el 43% más; aguacate 12,0 t/ha, Huila 15,2 t/ha el 27% más; caña panelera 6,6 t/ha, Antioquia y Quindío 10,0 t/ha el 51% más; plátano 15,2 t/ha, Meta 16,4 t/ha el 8% más; cacao 1,0 t/ha, Cesar y Huila 2,0 el doble; fríjol 0,5 t/ha, Antioquia y Bolívar 1,9 t/ha cuatro veces más; mora 9,6 t/ha, Caldas 18,9 t/ha más del doble. Obviamente, cada tonelada obtenida con menor eficiencia (empleando más tierra, agua e insumos) es proporcionalmente más costosa y por lo tanto menos competitiva.
Desde el punto de vista económico, en estos resultados, no hay nada bueno; desde el ángulo social es muy claro que están cerradas todas las oportunidades para generar riqueza y por supuesto para crear fuentes de trabajo.
Desde el punto de vista ambiental, los datos son desastrosos porque implican que para cosechar 100 toneladas de:
Café,Caldas solo emplea 50 hectáreas, Risaralda 71,4 h el 42,8% más,
Caña panelera, Antioquia y Quindío 10 h, Risaralda 15 h el 50,0% más,
Cacao, Cesar y Huila 50 h, Risaralda 100 h el doble,
Fríjol, Antioquia y Bolívar 53 h, Risaralda 200 h, el 277% más,
Mora, Caldas 5,3 h, Risaralda 10,1 h el 90% más, HUELLA ECOLÓGICA y en esa misma proporción, Risaralda derrocha también sus recursos hídricos.
Si queremos verlo por superficie cultivada, Risaralda cosechó 91 mil hectáreas en 2014 pero en 2017 y 2018 solo cultivó 68 mil hectáreas, decreció el 25%. En conjunto, todos los factores mencionados nos llevan a considerar que no puede entenderse, admitirse o presentarse como normal la situación rural de Risaralda y peor aún, tomar lo que hay como punto de referencia para fijar los destinos de este departamento cuatro años más.
Las repercusiones derivadas de la baja productividad agrícola son muy grandes, de efectos muy fuertes, de secuelas impredecibles y es una de las principales causas de la pobreza, la emigración y el desempleo.
Para que haya dinamismo de la economía y del comercio en cada uno de los municipios es necesario pensar y actuar en otra dirección. El comercio funciona si funciona el agro y el fisco funciona si funciona el comercio gracias al campo pero en proporción a su productividad agropecuaria.
Esto solo es posible corregirlo implementando programas de innovación y transferencia tecnológica, acordes con las condiciones agroecológicas de cada municipio, que fortalezcan el conocimiento de los productores rurales para mejorar la eficiencia.
Es necesario modificar ese capítulo del plan de desarrollo porque, tal como fue concebido, estaría condenándonos al absoluto fracaso, o ¿De qué creen que pueden vivir los municipios del departamento con semejante perfil rural, sin ninguna acción correctiva?
Tenemos campo y tenemos campesinos que día a día luchan por salir adelante, falta ‘el empujón’ hay que dignificarlos, hacer grande ese verde risaraldense, ellos lo merecen y tenemos con qué, somos diversos en cultivos.
Apoyo total a este sector que sin duda bien manejado puede activar nuestra economía
Excelente Martita, «Falta el empujón, hay que dignificarlos».
Un abrazo
Con éste diagnóstico nos damos cuenta que si a nivel nacional estamos mal en productividad, estamos peor en el departamento. Si los gobernantes con sus políticas no son conscientes de la importancia de la actividad agropecuaria que muestren una voluntad de hacer algo para impulsar el campo, pero con toda la determinación que este necesita, vamos a seguir hundidos en un atraso porque todo lo que se haga va a ser superficial y vamos a seguir en la mediocre productividad que tenemos.
Excelente aporte desde Marsella. Muy buen análisis, Juan David.
Un abrazo
Excelente análisis donde hace un estudio comparativo por región y por productos donde se ve un decrecimiento en lo agrícola y donde la mayoría de la producción se concentra en la ganadería y pastoreo (54.4%) que me imagino es de gran extensión. Esto tiene unas implicaciones catastróficas para la soberanía alimentaria ya que devela el poco interés político del plan de desarrollo, preocupante porque precisamente es la tierra, su tenencia y el destino productivo lo que está ligado a los grandes conflictos sociales y productivos del campo. Si la clase política mira seriamente este problema es posible que se pueda avanzar a replantear la política y consolidar una perspectiva que favorezca el crecimiento a partir de la soberanía alimentaria
Su opinión, Francisco, de hombre de la academia, es muy valiosa para todos nosostro.
Cordial saludo,
Ferley Henao
Muy buen diagnóstico, si al campo no se le da la importancia que de verdad tiene es muy difícil pensar en productividad.
Esta es otra importante opinión procedente de Marsella.
Es verdad, Si al campo no se le da la importancia que requiere, ni modo de pensar en productividad y sin productividad del agro solo nos augura el fracaso.
Excelente estudio sobre el campo Risaraldense, solo falta la voluntad de nuestros gobernantes para vincular el sector agro al plan de desarrollo.
Importante comentario de esta líder de Marsella. Falta voluntad política.
Cordial saludo Lusbian
Cómo joven para mí es vergonzoso que Risaralda tenga líderes políticos que no imaginen un mejor departamento y completamente desarrollado, es tanto que en el presente PDD dejan el agro con un infimo presupuesto para el agro; clase política que se dedicó a vivir de los recursos públicos, pero que no generan desarrollo para el departamento.
Ni que decir del occidente de este departamento, totalmente en el abandono un sector agrícola cada día más abandonado y pobre.
Importante comentario de este joven líder del Occidente del Departamento quien desde el municipio de Guática expresa su preocupación por el futuro que nos espera de.espaldas al agro.
Buen artículo. Esas cifras por hectáreas en comparación con otras regiones son la evidencia de mucha extensión para poca producción. Sumando el desgaste de los mismos campesinos, el sector agro y el impacto ambiental.
Hector Garcés
Esas cifras por hectáreas en comparación con otras regiones son bastante abultadas, mucha extensión para poca producción en Risaralda.
Sumado el desgaste de los mismos campesinos y el sector agro; aún más si tenemos en cuenta el impacto ambiental el cual es negativo para los recursos si hacemos las mismas comparaciones.
Esta valoración del campo Risaraldense clarifica la necesidad de buscar insaciablemente modelos que mejoren esa productividad y por ende competitividad del agro, vincular la academia y otras instituciones que faciliten la tecnificación de los cultivos. Lastimosamente de acuerdo a los planes de desarrollo no se ven serias intenciones de brindar condiciones que permitan ser competentes frente a otros departamentos. Un abrazo estimado Ferley
De acuerdo, Daniel. Gracias por tu opinión
El columnista nos descubre una realidad social, un panorama desde el Plan de Desarrollo rural de Risaralda.
Describe y realiza una comparación del estado de productividad en diferentes deptos, nos aproxima pedagógicamente a campos de la economía, que hace comprensible la temática de ello rural.
Claridad conceptual que nos hace preguntarle:
> En manos de quien realmente está la tierra?
>Cuál es la esencia de la rurralidad en nuestra región?
>Que sentido tiene producir para el campesino , si ve que se encuentra en absoluta pobreza?
>Por que el estado, en este caso los departamentos, no hacen una intervención social, en el area rural?
> Por qué no hay incentivos industriales, económicos, de infraestructura en vivienda, servicios públicos, para los campesinos?
Que bueno, que su columna , permita que la temática allí expuesta se abra , se reflexione, se ponga en mesa de discusión por parte de las autoridades respectivas.
Valiosísimos puntos despejas, Martha Cecilia. Y nos queda un nudo de preguntas que pueden confluir en una: ¿Por qué no lo han hecho?.
Un abrazo.
Triste panoramica y es de agredecer este diagnostico porque es la unica via de encontrar alguna solucion.
Es cierto Juan. No hay el propósito de informar ampliamente a la ciudadanía las.cosas como son para que todos aportemos ideas y soluciones.
Bueno, aquí decidimos hacerlo.
Un abrazo