Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadSEPTIEMBRE LUCTUOSO

SEPTIEMBRE LUCTUOSO

No es que sea agüerista, pero por una rara coincidencia histórica, septiembre nos viene a la memoria cargado de hechos luctuosos para la humanidad y en particular, para para quienes nos identificamos con la defensa de los derechos sociales, económicos, culturales, ambientales, y por supuesto, con los derechos políticos y las libertades individuales.

Fue un 11 de septiembre de 1973, cuando la CÍA (Central de Inteligencia Americana), asestó el golpe militar en Chile, utilizando al abominable Augusto Pinochet, y su junta militar, truncando los anhelos de millones de chilenos y chilenas, agrupados en la Unidad Popular, cuyo eximio conductor fue su presidente Salvador Allende. Sobrevino un largo período de dictadura fascista, asesinaron a Allende, a miles de obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales, en fin, ni para qué seguir con la larga cadena de atrocidades. Con el golpe, los norteamericanos, y los poderes económicos que se reúnen en torno a ese imperio, impusieron a sangre y fuego el modelo neoliberal, antidemocrático y antipopular. Era la época en que se acababa con los movimientos populares a sangre y fuego. El imperio tenía hasta escuela especializada para formar los cuadros militares que dirigirían los golpes: La Escuela de las Américas, instalada en Panamá. Allá donde también se formaron varios de los militarotes fascistas colombianos. ¿Cuál era la excusa? Liquidar un enemigo interno según ellos, peligroso: el comunismo.

Desde hace más de una década, el imperio gringo ya no acude a sangrientos golpes militares, les es muy difícil en las condiciones internacionales actuales, de un mundo multipolar, donde ya no pueden llegar sus agentes a mandar, poner y quitar a sus anchas. No por ello, dejan de asestar golpes, esta vez, acudiendo a los entrampamientos leguleyos a que someten a los presidentes que se apartan de su férula y predican una política exterior en pie de igualdad con el resto del mundo, incluidos los EEUU de Norteamérica. Así lo hicieron con Fernando Lugo en Paraguay, Lula Da Silva y Dilma Roosseft en Brasil, Alberto Castillo en Perú, y un largo etc.

Lo grave, es que esa fórmula la están aplicando en Colombia, en donde desde el Consejo de Estado, el Consejo Nacional Electoral, la Procuradora  y otros órganos del poder, apuntalados con unos medios de comunicación basura, actúan con un mismo patrón para irle cerrando el espacio legal en el que puede moverse el presidente Petro. Pero a ello, tendremos que seguirnos refiriendo a futuro, aunque es pertinente señalar que el 19 de septiembre próximo iremos a las calles a defender el primer gobierno de corte popular que ha tenido Colombia en más de 200 años de vida republicana.

El 16 de septiembre, tres días después de asestar Pinochet el infame golpe militar, y de asesinar al presidente Allende, de entre los miles y miles de personas apresadas y arrumadas en el estadio nacional de futbol de Santiago de Chile, los esbirros del ejército sacaron a Víctor Jara, el cantautor de la Unidad Popular, y después de someterlo a crueles torturas, entre ellas, de cortarle los dedos de sus manos para que en caso de sobrevivir, no pudiera jamás poner su guitarra a cantar, lo acribillaron con más de 40 disparos en su martirizado cuerpo, en una muestra de sevicia inimaginable. Aun así, tanto Salvador Allende como Víctor Jara, siguen viviendo en la historia y la memoria del pueblo chileno y de todos quienes creemos en la justeza de sus ideales.

Debo señalar, que sin tener claridad de lo que pasó ese 13 de septiembre de 1973, de solo escuchar las noticias de cómo la aviación chilena bombardeaba la Casa de la Moneda, sede del gobierno, me causó una especie de asco por todo lo que oliera a militares, porque de alguna manera, ya tenía nociones de cómo actuaba el ejército colombiano con la gente. Por eso cuando cerca de un año después (julio de 1974), me topé con las banderas de la Juventud Comunista JUCO y de su consigna de solidaridad con el pueblo chileno, me conecté de inmediato con esos ideales, ideales  por los que 50 años después sigo luchando.

Y claro está, no puedo pasar por alto el atentado del 11 de septiembre de 2001, atribuido por EEUU a Osama Bin Laden, un pequeño monstruo creado por la misma CIA cuando este lideró la guerra contra los Soviéticos en Afganistán. Además de las cientos de personas que murieron al caer e incendiarse las torres, así como los pasajeros de los aviones que fueron estrellados contra las torres gemelas, lo peor para la humanidad vino después, puesto que George Bush aprovechó el hecho para desatar la llamada “guerra contra el terrorismo”, masacrando a cientos de miles de personas en Irak y Líbano, imponiendo gobiernos títeres y adueñándose de sus recursos naturales. Después se supo para qué sirvió el atentado, y fue para recomponer los intereses de las transnacionales del petróleo y el gas en medio oriente y así como imponer una línea imperial casi unipolar, en todo el planeta. Por esto, 23 años después de esos atentados, no se sabe muy bien cómo es que los sofisticados organismos de inteligencia gringos, supuestamente no detectaron los preparativos propios de una acción como esa, y no son pocos quienes sostienen que los gringos sí lo supieron, pero no quisieron evitarlo.

 

FERNANDO ARIAS CARDONA.

 

 

 

1 COMENTARIO

  1. Una gran lección de memoria histórica, mil felicitaciones por su gran artículo y por recordarnos como a base de » jugadas legales» se acribillan presidentes populares y artistas del pueblo. Saludos y bendiciones.

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