JUAN GUILLERMO ÁNGEL MEJÍA
La evolución, según Darwin, el arquitecto de la vida; descubrimiento que refutan quienes no aceptan versión alguna que se aparte de Adán y Eva; dogma que no admite discusiones.
Adicional al cuestionamiento religioso se dio la discrepancia científica entre Darwin y Lamarck, padres de la etología, cuando este último sostuvo que las características adquiridas se heredaban; el resultado de esa divergencia fue el descrédito de este último; hoy muchos empiezan a revisar las razones por las cuales los hijos adoptan profesiones y muestran destrezas que sus padres adquirieron.
Otro enfrentamiento científico en el cual, el derrotado, al cabo de los años resulta reivindicado, es el caso de la batalla de la electricidad librada entre Edison y Tesla, quien sostenía que la energía podía trasportarse sin necesidad de alambres conductores y además proponía el uso de la energía de corriente variable contra la corriente continua defendida por Edison.
Las relaciones entre los seres vivos han sido clasificadas como simbióticas, parasitarias, de amensalismo, comensalismo, depredación, competición, según una población se beneficie de otra con detrimento de la misma, cuando no hay ventajas para ninguna de ellas, o cuando una destruye a la otra.
La paz sea contigo, ha sido el saludo cristiano desde siempre, la coexistencia pacífica sin embargo desaparece por los enfrentamientos: sociales, económicos, políticos, religiosos, racistas, deportivos y hasta científicos, como los que hemos descrito, todos se mantienen vigentes y a veces conducen a la tragedia cuando el fanatismo, ciega y genera violencia.
El apasionamiento produce resultados tan desastrosos como lo es el asesinato de un joven por el delito de portar una camiseta del equipo contrario; de igual manera genera el martirio al que se somete a quienes profesan la religión contraria o el uso de la justicia como arma de guerra contra quienes no militan en el mimo bando.
Nos convertimos en actores de la violencia y de la crueldad cuando utilizamos a las instituciones democráticas para conseguir victorias que eliminen al contradictor, cosa fácil en un entorno de justicia corrupta que actúa unas veces por dinero cuando no por fanatismo político; somos parte activa de la tragedia cuando se llama a duelo por el asesinato de los unos y se calla frente al de los otros, cuando se considera crimen imperdonable el que comete contra un líder y se olvida el contra un soldado; cuando se clama por la muerte de las mujeres y se obvia la de los hombres, cuando se condena la acción contra los niños y no se tiene en cuenta la que se hace contra los ancianos, cuando se rasgan las vestiduras por la muerte de 6.000 compatriotas y no se condenan los más de 200.000 que han caído por la acción de los violentos.
La irracionalidad de lo que está ocurriendo se puede encontrar en el escrito de quien dice que el desprestigio de las cortes y de la justicia es la herencia de un expresidente y no de los comprobados sobornos que recibieran los togados, o de los fallos prevaricadores en los cuales se saltan los principios de la ética y del derecho; en el increíble espectáculo de un expresidente de una de las cortes quien hace uso de un pasaporte diplomático para esconderse en otro país y así eludir la acción de la justicia, perlas que nos obligan a pensar que es urgente revisar las relaciones incestuosas entre las ramas del poder público, verificar las conductas y antecedentes de los más altos magistrados para evitar que el nauseabundo olor que despiden los de las batas negras no siga creciendo para dolor que veis ahora y para que entendamos que la paz no será el resultado de un acuerdo entre poderosos sino un propósito que una la voluntad y las acciones de toda una población la cual, al ignorar que es parte activa del proceso pacificador y considerar que ese el problema de otros, resulta víctima de su propio invento.
Respetado Columnista:
Los procesos de dignificación del ser humano desde :
_ Restitución de derechos sociales.
_Cumplimienro con deberes sociales.
_ Restitución de derechos políticos,
_ Cumplimiento con el deber ser individual y colectivo, en el ejercicio de su libertad política.
La formación para un país en paz se genera desde : la familia, las instituciones escolares, la sociedad civil y política, es un proceso cultural.
Construcción de paz, que no se genera desde la desigualdad social, desde el no respeto a la diferencia de ideologías.
Largo trayecto de formación para vivir, convivir, en paz, trayecto que llevamos perdido nuestra generación, y parte de la que formamos en el quehacer profesional que ejercimos
Esperanza de un nuevo horizonte en oportunidad de formación en pro de una sociedad más igualitaria.
Muy buena la columna, Juan Guillermo, pone el dedo en la llaga que más hiede y que más duele en esta sociedad que hace mucho rato perdió el rumbo de la ética y la moral y se puso al hombro un saco de dinero inmundo.
Nos falta un gran debate sobre la impunidad.
Excelente columna Juan Guillermo es una verdad latente, si cada uno deja los fanatismos sesgados y pone su granito de arena podríamos merecer con más dignidad el título de Arenas Suramericana
Hey! pilas! no se han dado cuenta? o se hacen los de la vista gorda frente al perverso asesinato de más de 6000 inocentes que hicieron pasar por bajas exitosas de guerra? En la guerra hay bajas, pero pretender confundir bajas con crímenes también es criminal.
Y esto está jodido por una política corrupta que ni educó ni dio oportunidades de crecimiento a la clase baja, que abusó del poder haciendo tumbes y trampas y enriqueciéndose con los dineros públicos. Al pan pan y al vino VINO.