Transporte Masivo en el Área Metropolitana

Por ÁLVARO BELTRÁN ALZATE

Los sistemas de transporte masivo comenzaron en Colombia en Bogotá con Transmilenio, el segundo fue el de Pereira y existen en Cali, Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Medellín; hoy tienen serias dificultades a raíz de la pandemia, en donde la demanda cayó de manera vertical, traduciéndose en la caída de sus ingresos.

En el caso de Pereira la empresa Megabús S.A. apenas ha recuperado el 50% de la demanda a diciembre pasado, en donde los mas afectados son los operadores, Otún S.A.S, Integra S.A. y Recisa S.A.S. quien hace la función de recaudar todos los pasajes del sistema.

De acuerdo con los contratos de concesión suscritos, los dos primeros son los últimos en recibir los ingresos producto de la operación de acuerdo a la cascada de pagos, después de que la fiduciaria hace la transferencia de los ingresos al ente gestor – Megabús S.A. –, al administrador de los recursos, la participación del agente recaudador – Recisa S.A.S.; y por último los operadores del masivo y el transporte público colectivo que atiende la cuenca de Cuba.

La demanda del sistema Megabús se había incrementado de manera sostenida desde 2015 con 98.000 llegando a cerca de los 128.000 pasajeros por día hábil en 2019, hoy esta en 64.000; nos muestran cifras con un panorama muy difícil para todos los sistemas con disminuciones superiores al 50%, a lo anterior hay que sumarle las medidas implementadas para tratar de frenar el contagio por Covid – 19, como garantizar que se cuente con ventilación natural adecuada en los vehículos, velar por la limpieza y desinfección permanente de estaciones, intercambiadores y la flota, realizar pruebas al personal de mayor contacto con los usuarios, facilitar la salida de quienes tienen viajes cortos, y mantener los puntos de limpieza y/o desinfección al ingreso y salida de las estaciones.

La capacidad de ocupación no puede superar el 50%, todo esto tiene a estos sistemas en muy serias dificultades. El ministerio de transporte ha dado algunas soluciones para el corto y mediano plazo como la flexibilización de líneas de crédito público, la exoneración o suspensión temporal de gravámenes y la creación de un Fondo Nacional de Garantía de la Movilidad Urbana Sustentable.

El Gobierno Nacional no debe dejar con toda esta responsabilidad a los municipios; los operadores van a hacer exigencias como compensación a sus menores ingresos, y en ello hay que ser muy cuidadosos, y desearán recibir todos los ingresos brutos. Es necesario analizar el reconocimiento a su rentabilidad de acuerdo con el riesgo del negocio, y al reclamar que se reconozcan los ingresos brutos es necesario tener en cuenta que no se generaron muchos costos y gastos, como un menor consumo de combustibles y mantenimiento, entre otros; en el análisis no se deben tener en cuenta aquellos gastos por inversiones ineficientes no relacionadas con la operación, el apoyo que ha dado el gobierno nacional a la nómina; en fin hay que pulir el lápiz.

El impacto en las finanzas de los sistemas de transporte masivo tiene incidencia en los flujos de caja de los municipios y se tendrán que dar soluciones con subsidios y alimentar los fondos de estabilización tarifaria, que en el caso del sistema Megabús solo existe el nombre. El déficit financiero empuja a subir pasajes al menos al promedio nacional y ello es responsabilidad de los alcaldes del área metropolitana, pues el AMCO es la autoridad en esta materia y define los incrementos tarifarios del transporte público colectivo; en nuestro caso está por debajo en un 20% del promedio nacional. Es importante renegociar las fórmulas tarifarias con los operadores o buscar formalizar fuentes alternativas de financiamiento de los sistemas para restablecer el equilibrio económico.

Es necesario hacer un diagnóstico global acorde con la nueva realidad de todo el sistema de transporte público colectivo, el masivo y el cable aéreo, surgieron nuevas maneras de interactuar en el trabajo, la educación, la forma de hacer negocios, la planeación urbana, entre otros muchos aspectos de nuestra vida ha cambiado para quedarse, y es posible que recuperar la demanda tarde varios años.

Es importante en la evaluación, revisar qué infraestructura y nuevas tecnologías se requieren, por ejemplo: son necesarias todas las estaciones del sistema Megabús? Hay que reubicar algunas de ellas? Hay que ampliar algunas? Los intercambiadores de Cuba y Dosquebradas requieren de adaptaciones? Cómo se van a hacer las conexiones del cable aéreo con el sistema Megabús? Cómo interactúa el transporte público colectivo en cada estación del cable aéreo, en especial en Villasantana y en el parque Olaya Herrera? También se debe dar salida del parque automotor a los vehículos del transporte público colectivo que están cumpliendo su vida útil, que para el 2021 son 36, en 2022, 63 y en 2023, 89 vehículos, y determinar el número de vehículos ideal que necesita su operación.

También es necesario adicionar a la operación el sistema el cable aéreo, y como lo indica el estudio de Transconsult de 2016 éste presenta un déficit en su operación anual de $10.000 millones de pesos, que actualizado este valor más el rezago en la tarifa debe superar hoy con facilidad los $15.000 millones de pesos, que deberá asumir el propietario del proyecto, es decir que se paga con los impuestos de los pereiranos. Su operación demda la incorporación de mas personal operativo y de mantenimiento especializado, sin contar el apoyo administrativo y gerencial de Megabús S.A., hay gastos en vigilancia, aseo,  seguros de responsabilidad civil extracontractual y de protección del activo, consumo de energía eléctrica, provisión de repuestos; se debe hacer una reserva anual para el cambio completo del cable de acero cada tres o cuatro años, entre otros.

En la operación hay que negociar con el operador de recaudo Recisa S.A.S. para la instalación de torniquetes, personal para la venta de pasajes en cada estación del cable aéreo, los costos de la ampliación del sistema de tecnología, todos estos aspectos forman parte de los costos de operación.

Dentro de las soluciones, se debe redefinir cómo será en adelante el sistema de transporte público, colectivo y el cable aéreo. En necesario que Megabús S.A. analice si se puede viabilizar la posible prórroga de los contratos de concesión, comenzando por una revisión de la muy elevada tarifa por kilómetro recorrido que tiene Integra S.A., quizás la mas alta en Colombia, además no deben superar el año 2026 los vehículos articulados modelo 2006 de servicio público de conformidad con el artículo 6º de la ley 105 de 1993 ya que no pueden tener mas de veinte años de vida útil; es bueno un análisis de la viabilidad de que por el carril solo bus transiten buses padrones eléctricos que son de máximo noventa pasajeros, y ofrecen flexibilidad en la operación.