Un personaje fabuloso, cuya vida parece una ficción, quien siendo un niño pobre logró ser un rico comerciante y genio políglota, que pudo realizar una hazaña que pocos hombres logramos: cumplir el sueño de su infancia. Su hazaña: el hallazgo de la mítica Troya homérica; de ese hombre exuberante y controversial hablaré en este artículo.
“Una armada griega navegó hacia el este para liberar a Helena, la mujer más hermosa del mundo, que había sido secuestrada y llevada a Troya. Tras diez años de sitio, la ciudad pudo ser conquistada con ayuda de un truco: los guerreros griegos se escondieron en el interior de un enorme caballo de madera, que los habitantes de Troya introdujeron en su ciudad, ignorando el contenido en el cuerpo del animal. Esto fue el principio del fin.
La Ilíada, la obra literaria en la que el poeta griego Homero cuenta esta historia de la antigüedad, ha fascinado a generaciones, manteniendo vivo el mito de la ciudad perdida: “A pesar de su ubicación geográfica en el Asia Menor, Troya marca el principio de la historia europea”, dice Ernst Baltrush, historiador de la Universidad Libre de Berlín, en entrevista con DW” (De dw.com- publicado por Google Schliemann, el alemán que hace 150 años descubrió Troya).
“Ahora, un cuento. El del niño que a los siete años de edad soñó hallar una ciudad y treinta y nueve años después se marchó, muy lejos, buscando y buscando, y no solo encontró la ciudad sino también un tesoro, un tesoro tan maravilloso como el mundo entero. No se había visto nada igual desde los hallazgos de los conquistadores del nuevo mundo. El cuento es la vida de Heinrich Schliemann, una de Las figuras más asombrosas no solo entre los arqueólogos sino entre los hombres” (Nota 1).
Hijo de un cura protestante, creció junto a ocho hermanos al este de Alemania. “Tras una formación comercial, el destino lo llevó a Ámsterdam, donde empezó a trabajar en una oficina de comercio. Gracias a su talento para aprender idiomas, en tan solo un año aprendió a hablar Holandés, Español, Italiano, Portugués y, más tarde, también ruso. Haciendo uso de sus conocimientos en idiomas Schliemann se mudó a Rusia donde generó una fortuna en el negocio de materias primas para fabricar municiones. En París, estudió latín y griego antiguo. En 1868, un viaje de estudios lo llevó a Ítaca, donde llevó a cabo excavaciones en busca del Palacio de Ulises. De ahí viajó la mar de Mármara” (De dw.com- publicado por Google. Schliemann, el alemán que hace 150 años descubrió Troya).
Schliemann fue un soñador, viajó por Turquía en busca de Troya basándose totalmente en la Ilíada de Homero, pero también tenía su lado genial pues los métodos que usó a fines del siglo XIX aún siguen usándose; no obstante fue y, sigue siendo un personaje controvertido, al que muchos consideran más un aventurero que un arqueólogo, sobre todo porque era bueno inventando historias para adornar sus trabajos, difícilmente se le tomaría en la actualidad como ejemplo, al no seguir los estándares arqueológicos de su tiempo, ”Muchos investigadores , como su principal competidor Ernst Curtius, criticaron que en sus excavaciones destruyera importantes huellas de asentamientos. En Inglaterra, en cambio, fue celebrado como el heroico descubridor de la mítica Troya” (De dw.com- publicado por Google Schliemann, el alemán que hace 150 años descubrió Troya).
“Muchos consideran a Schliemann el primer arqueólogo moderno, a pesar de su limitada preparación académica y de sus bruscos métodos a la hora de excavar. Creyendo que la Troya de Homero se encontraría en las capas inferiores de la colina de Hisarlik, sus trabajadores utilizaron, según algunas versiones, dinamita y maquinaria pesada para llegar hasta ella, lo que destruyó buena parte de los estratos superiores, más recientes en el tiempo y causó la pérdida irreversible de información de gran importancia histórica. Las excavaciones posteriores que arqueólogos como Wilhelm Dorpfeld o Carl William Blegen llevaron a cabo en el yacimiento demostrarían la existencia de nueve ciudades superpuestas a lo largo de los siglos en el mismo emplazamiento, siendo Troya VII, la principal candidata a ser la legendaria Ilión cantada por Homero” (historia.natinalgeographic.com.es).
“Cuando por fin pudo dedicarse a su gran pasión y dejar de lado sus negocios, Schliemann viajó a Ítaca patria de Ulises, en 1868, y allí conoció a Frank Calvert que por entonces era cónsul británico en los Dardanelos y propietario de la mitad de la colina de Hisarlik, que se encontraba en la región de Burnarbashi, en la actual Turquía, un lugar donde algunos estudiosos de la época situaban la posible ubicación de Troya. Durante sus estancias en Grecia, Schliemann realizó pequeñas excavaciones en emplazamientos micénicos como Micenas, Orcómeno y Tirinto, logrando resultados sorprendentes” (historia.natinalgeographic.com.es).
En Hisarlik, Heinrich Shliemann empezó a excavar en 1870 las ruinas de Troya. Frank Calvert había realizado excavaciones preliminares siete años antes de la llegada de Schliemann , y le sugirió que la colina de Hisarlik era el emplazamiento de la mítica ciudad. Posteriormente, Schliemann minimizaría en sus escritos el papel que realmente había tenido Frank Calvert en el descubrimiento” (es.m.Wikipedia.org).
“En 1873 descubrió una colección de objetos y joyas de oro que llamó Tesoro de Príamo. La hizo trasladar ilegalmente a Grecia y por ello, en 1874, fue acusado de robo de bienes nacionales por el Imperio Otomano y luego condenado a pagar una multa. Para volver a tener la posibilidad de que las autoridades turcas le permitieran volver a excavar en el futuro, pagó una indemnización mayor y donó algunos hallazgos al museo de Constantinopla” (es.m.Wikipedia.org).
” Tras sacar ilegalmente el “Tesoro de Príamo”, Schliemann se lo regaló a los alemanes. Sin embargo, en el caos de la Segunda Guerra Mundial, el tesoro cayó en manos de los rusos, y, hoy día, se expone en el Museo Puschkin en Moscú. Lamentablemente Schliemann se equivocó, puesto que el supuesto “Tesoro de Príamo” pertenece en realidad, a una civilización desconocida, cerca de 1250 años más antigua que Troya” (De dw.com- publicado por Google Schliemann, el alemán que hace 150 años descubrió Troya).
Hasta el día de hoy no se ha podido establecer la veracidad de la guerra de Troya como la describe Homero: “Ubicar en el calendario las epopeyas y su temática es un tema que siempre ha generado amplio debate entre los historiadores.
Los antiguos griegos sostenían que la guerra de Toya se libró entre 1194 y 1184 a.C. y que Homero vivió a finales del siglo VIII a.C.”. “Los arqueólogos de nuestros días opinan que probablemente la sexta y séptima sean las ciudades que puedan ser las Troyas de Homero”. ”La sexta ciudad, por su lado, si que coincide con el tiempo de la Ilíada, pero esta no parece haber sido destruida por un enfrentamiento bélico sino por un terremoto” . “Otra cuestión puede haber sido que Homero utilizase palabras como metáforas y el hombre moderno haya tomado esas palabras al pie de la letra” ; “El caballo en el mundo griego era el símbolo de Poseidón, el dios del mar y los terremotos, con lo que la gran figura de madera que asolaba la ciudad podrían haber sido simplemente una metáfora de un movimiento sísmico que destrozó la ciudad. La séptima ciudad, por su parte sí presenta muestras de haber sido el escenario de una batalla, y a la vez coincide con las fechas aproximadas en las que se supone se desarrolló la epopeya con la que posiblemente Homero se tomase licencias poéticas y con ellas habría unido a las dos ciudades, mezclándolas en la Ilíada” (historia.natinalgeographic.com.es).
La verdadera razón de la guerra de Troya no es el mitológico secuestro de Helena, “Durante la edad de bronce tardía, Hisarlik debió de ser un cruce de caminos con una importancia estratégica y comercial muy alta. Los impuestos de los barcos que querían pasar por allí para acceder a las rutas de comercio habrían de ser una fuente sustancial, además de toda la industria subsidiaria desarrollada para abastecer a los barcos y marineros que pasaban por allí. Las alianzas entre pueblos y las rutas comerciales de la época hacían que el mediterráneo oriental fuese un polvorín en la época, con lo que existen diversas teorías sobre el enfrentamiento en Troya, y algunas apuntan a que no tendrían por qué ser los griegos quienes se aliasen para atacar estas tierras” (historia.natinalgeographic.com.es).
Otro políglota que amplió las fronteras del conocimiento arqueológico y, encontró una ciudad que todos creían era una fantasía.
Notas:
Homero era un poeta y, por tanto, alguien que pudo haber usado un lenguaje simbólico y metafórico para referirse a acontecimientos que según la historia ocurrieron muchos años antes de su época. La historia antigua debe estar repleta de especulaciones,fantasías y alteraciones de las leyendas que se transmitieron por tradición oral. Muy bien documentado su artículo, amigo Danilo, investigador de historias y de sucesos.
Mil saludos: gracias por su gentileza, Un amigo dice que podemos estar desacreditando a Homero, pero,es cierto, el bien pudo fabular muchos episodios. Bendiciones.
Muy buena redacción, para pasar con los amigos y tomarse un café para dar opiniones
Mil gracias por su generoso comentario; historias maravillosas de las luchas humanas en esta pequeña rica en el espacio.Mil saludos y bendiciones