Por WALTER BENAVIDES ANTÍA
Marzo es el mes de la Mujer y es necesario reconocer su papel en nuestra historia y recordarle a las presentes generaciones, la importancia de proteger y defender ética y moralmente sus derechos. Es imperioso entonces, hacer un ejercicio retrospectivo para rescatar vida y obra de anónimas mujeres, que con su trabajo, talento, valentía, liderazgo y tenacidad lograron dejarnos como Cultura y Tradición, la sociedad en que nos encontramos. Los hombres que arribaron al territorio de lo que sería la Gobernación de Popayán desde 1536, eran hombres de gran sentido comercial, producto de la nueva sociedad que se formaba en Europa y emergía en el Nuevo Mundo, capaces de materializar el naciente capitalismo surgido del movimiento del Renacimiento. No se puede negar que muchos soldados obtuvieron su botín de manera imprudente y vergonzosa (robado o saqueado), pero otros muchos supieron administrar tierras, ganado e indios encomendados. Desde el principio, la nueva sociedad estuvo desbalanceada por falta de mujeres españolas, numerosa presencia de hombres europeos (con variados oficios de artesanos), hermosas mujeres indias y esclavas, hombres y mujeres que ayudaron a construir un Mundo Nuevo dentro del Nuevo Mundo. Hablemos entonces de las mujeres que llegan (no de las que ya vivían aquí). Para 1555, según el censo de la Casa de la Contratación de Sevilla, arriban a Cartagena de Indias, 112 hombres, de los cuales 81 viajaron solos y 30 con sus familias, mientras de las 50 mujeres registradas, solo 15 eran solteras (AGI, 1946, III, pp.168-248). Ese mismo año la Real Audiencia de Lima, le recordó al Gobernador de Popayán Don Luis de Guzmán y a los Oficiales Justicias Mayores, la Cédula Real según la cual, dentro del término de dos años, los hombres casados debían traer sus mujeres con el objeto de vivir en pareja, “como lo manda la Santa Madre Iglesia de Roma” (Libro de Acuerdos de la Audiencia Real del Nuevo Reino de Granada, 1551-1556). A los infractores les estaba fijada la pena de prisión y una multa de 200 pesos. Ese mismo año, según Juan Friede, (Vida y luchas de don Juan del Valle, Primer Obispo de Popayán y protector de indios), el Obispo de Popayán Juan Valle (Juan del Valle), excomulgó al Capitán Miguel Dávila por haber abandonado a su esposa (como dirían las señoras, por una india patirrajada), pero presionado por el Ayuntamiento, debió retirarle ese castigo divino. Igualmente el Gobernador Guzmán recordó el plazo de tres años a los encomenderos para casarse (pues algunos vivían en concubinato), “por ser cosa tan cumplidera al servicio de Dios Nuestro Señor”, pues de lo contrario, se les quitaría el beneficio de la encomienda”. En vista del incumplimiento de la medida, para 1557 (dos años después) hubo necesidad de repetir la orden, fijándoles plazo de 8 meses para formalizar sus relaciones, con la posibilidad de “reconocer a sus hijos naturales”. Lo que estamos contando, es que la falta de mujeres españolas, originó problemas de rechazo a los hijos de parejas no españolas. Aparecen entonces, mestizos, mulatos y zambos, muchos de ellos (no todos) rechazados por la sociedad. Sin embargo, los datos de la presencia de mujeres españolas en los primeros años de la conquista son de especulación. Según José Orlando Melo, (Historia de Colombia, La dominación española), hacia 1547, se contabilizaban unas 200 mujeres extranjeras en momentos en que los hombres extranjeros llegaban a lo mucho a 800. La posibilidad de mujeres europeas de trasladarse al Nuevo Mundo, estuvo supeditada a la obtención del permiso familiar de padres, tutores o esposos. Otras medidas (más duras) recaían sobre las extranjeras en España (hijas de gitanos), y especialmente sobre las mujeres de “vida airada” como lo relata José María Otsen en su libro “El Estado español en las Indias”. A MANERA DE CONCLUSION. Fue una inmigración selectiva, supervisada por la Casa de la Contratación y la Inquisición, mujeres que además de ser practicantes de la Religión Católica, debían solicitar y mostrar “certificados de buena conducta” permanentemente. antia53@gmail.com