En diciembre del 2015 se confirmó la negociación de la que tanto se rumoraba: Los propietarios del Diario del Otún adquirieron La Tarde.
La ciudad quedó en manos de un solo medio. Voces liberales, pensamientos inconformes con el statu quo, no tendrían cabida. Descontentos, un considerable número de ciudadanos, propusieron la creación de un nuevo diario; pero, todo se fue en reuniones y palabras.
Arriesgarse a fundar un periódico no podría ser otra cosa que una quijotada. Frustración para muchos, oportunidad postergada.
Pero la realidad evidenció una necesidad. Los diarios se mudaron a la internet. No es un secreto que las grandes masas se enteran de las noticias a través de la red. La multimedia se convirtió en refugio para los colosos del periodismo. Los demás están condenados a desaparecer, en tanto que las rotativas hacen tránsito a ser piezas de museo.
Los medios viven de la pauta, y los anunciantes prefieren pautar en aplicaciones como Facebook, YouTube, Instagram, Twitter, que tienen menor costo y mayor alcance.
En un mercado donde prima el espectáculo sobre el rigor, los grandes diarios y revistas fueron a parar a manos de los monopolios financieros; se publican gacetillas en los espacios que antes estaban reservados a sorprendentes revelaciones fruto del rigor y el valor de héroes del periodismo.
En ese escenario vino la pandemia y nos encerró en casa. Los quioscos cerraron, los hogares se transformaron en áreas de trabajo y la virtualidad se convirtió en la nueva realidad. Reinventarnos se convirtió en un reto para todos, también para los líderes de opinión que reclamaban mayor circulación a sus ideas, un aire más libertario que sólo puede ofrecer la gratuidad.
Así le dimos vida a este emprendimiento innovador:
En febrero 9 del 2020 nace El Opinadero. Un periódico diario, pero especializado. Un medio que marcó sus límites desde sus primeros días, que hace su nido en la intelectualidad rebelde, porque en El Opinadero todos tienen cabida: Los ateos y los creyentes, los blancos y los negros, los defensores de las mujeres, de los niños, de las comunidades LGBTI. “Todos cabemos aquí”, reza nuestro eslogan.
“Somos un grupo cada vez más creciente y comprometido de ciudadanos interesados en aportar el análisis riguroso y ponderado de los sucesos cotidianos, de cara a la opinión pública, bien desde la autoría de columnas de opinión o bien mediante los comentarios al pie de los artículos publicados en nuestro sitio” –dice nuestra declaración de principios– y lo ratificamos en nuestra misión: “Reunir todos los puntos de vista sobre los más variados temas de la actualidad nacional, regional y local en una plataforma virtual, con un calificado grupo de colaboradores, y jugar un papel trascendental en la orientación de la opinión pública y el fortalecimiento de la democracia”.
Estas son nuestras cifras a hoy 26 de febrero del 2021:
El Opinadero cuenta con más de 75 columnistas, todos ellos dueños de la más elevada formación profesional y virtudes personales, generando diariamente contenidos bien argumentados y rigurosamente elaborados. Llevamos 1.872 entradas o columnas publicadas, 2.887 comentarios o interacciones entre lectores y columnistas y 285.169 vistas; en poco más de un año hemos logrado consolidarnos como la primera plataforma de opinión del Eje Cafetero.
Un balance que nos llena de orgullo y satisfacción, pero también un desafío para seguir creciendo. Para responderle a Pereira, Risaralda y el Eje Cafetero, que reclaman cada vez más democracia. Más construcción de masa crítica, más temas en el tintero analizados desde diversas ópticas y más propuestas académicas representadas en foros, simposios, seminarios, entrevistas y todos los escenarios donde podamos conocer el pasado, analizar el presente y proponer acciones en beneficio del futuro de la región, con la activa participación de nuestros colaboradores.
Gracias por su apoyo.
El director
Es acertada esta apuesta, nos mete y compromete a todos con los nuevos retos de la era digital. Gracias porque de verdad todos cabemos aquí, tanto columnistas como lectores, quienes podemos expresarnos de forma respetuosa al pie de los articulos