Señor
NÉSTOR CARDONA GUTIÉRREZ
Allá en la eternidad
Hermano:
Los recuerdos se agolpan en mi mente y en mi corazón como un derrumbe que cubre de lodo y piedra el camino del errante.
Te has ido a la eternidad, después de una vida próspera y fecunda. Heredero de los dones y el nombre de mi padre, y ante la sociedad fiel guardián de la heredad, con tu espíritu rebelde y tu inconmensurable dimensión humana.
Naciste para el periodismo y de él viviste por toda tu existencia, sin que el paso de los años marchitara tu prosa vigorosa y plena, haciendo de la lectura de tus poemas y demás productos literarios, todo un elixir que alimenta el alma.
Fuiste mi hermano, mi maestro, mi amigo, mi cómplice, mi consultor honorario, mi poeta de cabecera, mi partner y motivador; tus experiencias contribuyeron a forjar el fruto de mis sueños representado en El Opinadero, este medio de comunicación que, con los años, he venido moldeando en homenaje a nuestro padre.
Recuerdo tantas y tantas aventuras, de mi niñez que fue en tu adolescencia; de esos irresponsables paseos en bicicleta por las calles de Pereira, acompañándote a entregar cartas de un banco a sus deudores anónimos.
Cómo olvidarte en la casa paterna de la calle 35 con carrera 8ª., donde compartíamos el garaje adaptado como alcoba, cuando llegabas a la media noche y me llamabas con un silbido para no despertar a los demás, hasta destapar y servir una chuleta del Cenadero San Fernando, que compartías conmigo y con mi madre.
Te evoco en tu papel de maestro, enseñándome a hacer periodismo con los postulados que nos inculcara nuestro amado viejo Can. Jamás olvidaré cómo, con paciencia inagotable, te sentabas a mi lado a enseñarme a escribir una noticia. Qué era el lid, cuáles las cinco W. Y en qué forma debía redactarse, para hacerse comprender de los lectores.
Tu pulcritud prístina al escribir, la rítmica velocidad sobre el teclado, ese frenesí que te hacía entrar en trance en los instantes previos a las emisiones, en última Hora Caracol, Noticiero Todelar de Colombia o Supernoticias, de los cuales fuiste Jefe de Redacción y Editor en jefe, están aún frescos en mi memoria de aprendiz de periodista.
Quizás porque poco te quedaba por aprender en nuestra amada Pereira, o porque te sentías más a gusto al lado de los grandes, te mudaste hace medio siglo a la capital, a buscar renombre cuando todavía no te expedían la cédula de ciudadanía.
Al lado de los maestros de la radio te gustaba trabajar bajo presión; te convertiste en leyenda viva del periodismo nacional, eras un tornado que con fuerza incontenible desatabas tormentas con tus oportunos boletines.
Sobre las viejas máquinas manuales, tus dedos se tornaban en motores y las letras fluían mientras a tu alrededor sólo se escuchaba el trepidar del teclado hasta entregar piezas que los grandes de la radio interpretaban como propias.
Tu voz nunca se apagará de mis recuerdos, dulce como una flauta leyendo tus poemas, o impactante y convincente, en los comerciales de marcas prestigiosas en la televisión nacional.
Al mirar hacia el cielo te veía a ti, hermano bonachón y divertido, incomparable genio que me estimuló para honrar el oficio que nos dio la vida, en el que nos criamos y le sigue dando sentido a mi existencia.
Gracias por aquella mágica mañana del 29 de diciembre en Bogotá cuando tertuliamos por horas con el gran Jorge Antonio Vega, tu compañero de aventuras periodísticas y de las otras.
Te abracé por última vez en la Fiesta de Año Nuevo, solos y enfermos, en tu casa de Villa de Leyva, a donde viajé llevado por un impulso inexplicable, como si presintiera que sería la última jornada compartida.
¿La parca te ha arrebatado de nuestra presencia con su temible hoz, o ha sido Dios que te ha premiado llevándote a su lado para darte vida eterna?
Soy egoísta y no quisiera despedirme, lloro por el dolor que me causa tu partida, pero sé que no has muerto, hermano, estás en mis recuerdos, en los más lejanos y en los más cercanos.
En silencio, elevo mis oraciones a Dios y le agradezco, porque te ha permitido estar a la derecha de nuestro padre, acompañado de nuestra generosa madre, y de nuestra hermana Estella, a quien tanto amaste.
Gracias, por tanto, hermano mío. Te lo digo en nombre de todos los que te concinos.
LUIS FERNANDO CARDONA GUTIÉRREZ
PD. Hace un año te despedías de un amigo aquí en El Opinadero, con este poema:
Pulsa aquí para leerlo…
Luis Fermando que bellas palabras para un hermano amado. Un abrazo cálido extensivo a tu querida familia ✨
Respetado Director: homenaje a la vida del intelectual, del humanista, del artista, del buen conversador que fue Néstor.
Caminar en su compañía por las fías noches manizaleñas, era el deleite de encontrar en su conversación la transparencia de un espíritu de libertad y desprendimiento, para mostrarnos que lo importante no es el lugar donde vives, ni las cosas que estima la mayoría, sino la auténtica sabiduría.
Solidaridad y afecto.
Paz en su tumba.
Para Luis Fernando y familia:
Como me duele el fallecimiento de Néstor Cardona, fue mi amigo del alma, compartimos muchos momentos inolvidables en tertulias literarias y en reuniones sociales. Fue amigo y confidente, admiré siempre su inteligencia, su señorío, su profesionalismo y ese gran sentido del humor que lo caracterizaba. Que descanse en paz querido Nestor, y que Dios lo acoja en su reino.
Otto Aristizabal Hoyos
Le envío un abrazo solidario a la familia Cardona Gutiérrez. A Luis Fernando, Carlos, Fabio y Doris. Me sorprendió la noticia del fallecimiento de Néstor, con quien tuve una cercana conversación durante mis años de estancia en Bogotá y muy especialmente en los salones del Congreso de la República. La última vez que departimos fue durante la entrega del premio de periodismo Simón Bolívar a nuestro común amigo Mario Hernando Orozco – Mheo.
Néstor siempre fue ejemplo de rectitud profesional, creatividad e innovación en el periodismo. Pero esencialmente, un ser humano respetuoso, solidario y dilecto.
MUCHAS. GRACIAS. Primo. Esas. Palabras. Me. Dejan. Sin aliento. Estoy Sumido en. UNA. Inmensa. Tristeza.Dios. lo tiene. Al. Lado fe. CAN. CHILA. Y. STELLA MI. Prima del alma. .
Imposible no llorar 😢 hermoso homenaje al tío Nestor Dios lo tenga en su santa gloria y a ti papá Dios te dé mucha fortaleza para afrontar tan triste pérdida 🙏🙏 te abrazo en la distancia 🤗
Gracias, tienes todo mi amor.