Por: JESUS ALBEIRO ZULUAGA
Aun como positivo (persona que practica el positivismo, quiero decir) y como ser soñador entiendo que hoy tan solo acaba el año y a esta ocasión no viene el “año nuevo, vida nueva” que sí aplicó para el año anterior, porque qué vida nueva la que nos dio este 2020, que ya está en vísperas de su final, aún siento que no se acaba.
Para el siguiente año, 2021, el mundo nos tiene preparadas grandes cosas y personalmente no confío que sean de cualidad benevolente, más bien contrarias; nos harán dar cuenta de la fragilidad de la edificación de relaciones humanas, y la fragilidad del mismo hombre frente a la naturaleza para ubicarnos en la posición que nos pertenece, parte de la naturaleza, dentro de ella y no por encima. Es importante saber que la tierra tiene la potestad de prescindir de nosotros en cualquier momento y ninguna tecnología tiene posibilidad de oponerse en resistencia y fácilmente quedamos a merced de los minerales, como futuro petróleo. Y qué fácil es morir en el mar, allí cabemos todos.
Para este año vecino la prosperidad y la esperanza son personales y de cada quien partirá fortuna, según el significado que le dé cada uno a la palabra. Yo, en mi caso, parto desde el refrán, a mal tiempo, buena cara, y pregono mi mensaje de esperanza: vamos a soñar. El que sueña es el que vive, hoy soñar es esperanza y quien no sueña está recogido en lo que sus manos pueden abarcar. Con este mensaje de un vivo a quienes piensan ser vivos, llamo a cuidar la calidad de los deseos para el 2021 y afrontar con gran visión lo que nos pueda suceder, con templanza y tranquilidad, sin avaricia, con modestia y armónicos con nuestro entorno. Si algún día hubo opción, hoy ya no la hay y soñar es el único camino para vivir:
La carta de un vivo.
La vida es de sueños…
Despierto de uno
y otro nunca acaba.
Si me atrevo por razones
a despertar… No estoy soñando
y estoy muerto.
Estar vivo es estar dormido
y cada sueño es un respiro,
un reflejo de la realidad inocua,
un episodio de la existencia.
Despertar es la renuncia.
Y el sonámbulo es el augurio
del nacimiento de un potencial suicida.
Bajo la marca está la cama
que debajo tiene reductores
del sueño, hijos de Caronte.
La mente está en el cielo
y el pie solo da pasos.
Estar dormido es ser un ave,
despertar es derribarla
y derivar su vuelo a una
odisea inimaginable,
porque los despiertos no vuelan,
porque están muertos,
y los muertos no sueñan:
solo caminan.
La vida es de sueños…
despierto de uno y
otro nunca acaba.
Muero en este mundo
y vivo en mis sueños,
más vivo que todo
un mundo de muertos.
Hermoso eres deasiodo maravilloso en este mundo donde poco se duelen del mundo, te amo hijo mio grandes cosas maravillosas y puertas de éxito y prosperidad felicidad hay esperando por ti mi bendecido hijo
No esperaba menos de ti, linda reflexión para este fin de año. Deseo que todos tus sueños se hagan realidad y que la prosperidad este en el nuevo año de tu mano y te permita alcanzar todas tus metas. Abrazos para la familia. DIOS los bendiga grandemente con mucha salud, paz, esperanza, amor y sobreabundancia.