PENSANDO EN VOZ ALTA.
El presidente Petro, cada día nos sorprende con propuestas que sólo una mente brillante como la suya puede producir:
1.-Financiar el transporte público urbano con un recargo en los servicios domiciliarios. Bondades a granel: aplicación de principio de solidaridad constitucional, artículo 95, numerales 2 y 9. Se evitaría el problema de los “colados” que tanto daño hacen a las finanzas de las empresas transportadoras. Podría echarse a rodar más parque automotor para aumentar la frecuencia, poner al bus un conductor por cada ocho horas con salario y prestaciones, para generar más empleo y superar la oscura guerra del centavo que causa tanto accidente. Ah, que yo no uso el transporte público, no hay problema, pero contribuye a mejorar las condiciones de muchos. ¿En qué proporción? De acuerdo con la estratificación social. Será tan buena la propuesta que un opositor natural de Petro, el exalcalde Enrique Peñaloza salió a celebrarla.
2.-El decreto sobre movilización del campesinado para reclamar organizada y pacíficamente la tierra que necesitan y están dispuestos a trabajar. Ellos merecen todo nuestro apoyo porque son los que proveen alimento a los habitantes de las ciudades. Recuerden que nos rescataron del hambre durante la pandemia. No sé por qué produce escaramuzas algo consagrado en la constitución como es el derecho a manifestarse. Yo salí con gusto y verraquera en las movilizaciones que el presidente Uribe convocó y el vicepresidente, Francisco Santos, encabezaba contra las criminales FARC.
3.-Reserva de 50 mil hectáreas para evitar correr la frontera agrícola, en la sabana de Bogotá. Esa propuesta está muy en concordancia con su modelo urbano. Cuando fue alcalde de Bogotá invitó a densificar la ciudad que no es otra cosa que crecer hacia arriba. Camacol, el gremio de la construcción saltó a oponerse. Esa institución cumple un gran papel en el desarrollo de Colombia, admito; pero, por qué no se va a Ciudad Bolívar, donde la tierra no es tan buena para la agricultura. El presidente se quedó corto pues debió incluir la altiplanicie de Túquerres e Ipiales, la Mojana Sucreña, las tierras del Sinú y El Urabá Antioqueño, terrenos considerados entre los más fértiles del mundo. Cómo vamos a seguir destruyendo las tierras aptas para producir comida, con gigantescas selvas de cemento.
4.-Y, ni se diga de la norma para la libertad condicional a las mujeres cabeza de familia. Pero no cualquiera delito; sólo los de bajo impacto, como el microtráfico, robo, corrupción a baja escala. La entrevista del Canal Caracol a una prisionera del Buen Pastor es demoledora en referencia a la alegría de volver a casa para atender a sus hijos. Bien, presidente Petro. Definitivamente, este país es otro con usted.
*Valiente el episcopado colombiano al condenar la barbarie de algunos militares en Córdoba. No se podía esperar menos de quienes están dirigidos por esos gigantes de Bogotá, Popayán y Soacha.
Jaime Bedoya Medina.