El 11 de junio de 2019, luego de un incesante aguacero que mantuvo en vilo a los pereiranos por horas, dos derrumbes presentados casi simultáneamente en los barrios Matecaña (de invasión) y el conjunto residencial El Portal de la Villa (estrato 3), provocaron la muerte de 4 personas, sepultadas por toneladas de tierra y lodo en la vía La Romelia El Pollo, una variante de la troncal de occidente en la capital risaraldense. En el barrio Matecaña, una zona vulnerable de la ciudad localizada al pie del Aeropuerto más de 100 familias, de ínfimos recursos económicos, quedaron a la intemperie.
Pocos días después, el 24 de junio, el presidente de la República Iván Duque Márquez se desplazó a territorio risaraldense encabezando uno de sus famosos talleres Construyendo País, ahora renombrados Conversación Nacional, vocablo que surgió en respuesta a las marchas de decenas de miles de colombianos descontentos por el incumplimiento del gobierno a sus compromisos con distintos sectores nacionales, y aquí mismo comprometió recursos por $18.000 millones para mitigar el desastre.
Pero fue el pasado fin de semana, cuando nuevamente el presidente se hizo presente con su gabinete en Pereira, donde el alcalde Carlos Maya, interpretando el clamor ciudadano, le recordó que los dineros prometidos a mediados del año pasado…nunca llegaron.
“No se ha girado un solo peso, señor presidente, le dijo el alcalde con la franqueza que tan antipática le pareció a sus malquerientes en campaña.
Y aunque Duque, en un acto de gimnasia dialéctica, intentó distraer la atención sugiriendo que el alcalde estaba mal informado y prometiendo que después de la jornada harían un arqueo, Maya insistió: “Me da pena decirle, señor presidente, que no se han girado los recursos”. No hemos recibido un solo peso”.
Esa es la obligación de un mandatario, aunque le dé pena, obrar y exigir transparencia y defender los intereses de la ciudad, que están por encima de los protocolos, aunque su actitud le moleste al jefe del Estado.
Franqueza del mandatario Maya, esa es su labor, la aplaudo, ya que el Presidente, se acostumbró a utilizar eufemismos, en sus discursos, para tratar de convencer , de distraer.
Si bien es necesario exhortar al otro del error, en este caso de Alcalde a Presidente, hay mejores maneras de hacerlo. Con esto quiero decir una cosa: bien por Carlos Maya que defiende los intereses de nuestra ciudad, mal su actitud desafiante y grotesca. Exalto la cordura de Iván Duque, rechazó la inoperancia de sus funcionarios.
Pasa en la presidencia de la República, pasa en la Alcaldía de Pereira.