Uno de los géneros literarios que más me gusta leer es el de las biografías. En Colombia tenemos muy buenos escritores, donde a través de narrar la vida de un determinado personaje, uno aprende sobre el contexto histórico y geográfico donde transcurre la vida de esas personas en sus diferentes temporalidades. Las biografías y las novelas históricas siempre se compaginan produciendo un resultado en elector de sapiencia y crecimiento personal cuando esa lectura se aborda sin prevención y buena actitud. Lo que importa es que haya una buena historia y su escritura nos atrape desde las primeras líneas.
En este orden de ideas leí con bastante dedicación el libro “Volver la vista atrás” del escritor Juan Gabriel Vásquez que ha merecido los mejores comentarios de la crítica internacional. De él dijo Ariel Dofman, The New York Review of books: “Vásquez ha sucedido a Gabriel García Márquez como el gran maestro literario de Colombia”. Mucha razones le asisten a Dofman para calificar a Juan Gabriel Vásquez como el sucesor del realismo mágico de García Márquez. Recuerdo una gran paradoja cuando en el gobierno de Duque se emitió un veto para que Vásquez y otros grandes autores colombianos no pudieran asistir oficialmente a la Feria del Libro en Barcelona.
El libro narra la historia de Fausto Cabrera y su familia cuando por su condición de republicano durante la guerra civil española, los cabrera tuvieron que abandonar España y refugiarse en el exterior hasta llegar a Colombia, donde sin ninguna duda hicieron parte de la historia del país en la segunda mitad de del siglo XX. Esta narración de Vásquez es absolutamente magistral.
El libro “Una vida varias vidas” es una autobiografía del Presidente Gustavo Petro. Entender su forma de pensar en concordancia con sus actuaciones invita tanto a críticos y seguidores a abordar su lectura para poder entender que el cambio no es una invención de última hora, sino que es un tejido que se ha venido elaborando por Petro desde sus primeros años de vida. El libro narra todo el proceso de lo que fuera el M-19 desde su inicio hasta su desaparición producto en primer lugar por la represión del Estado y seguidamente de su desmovilización para participar en elecciones.
Toda esa experiencia vivida por Gustavo Petro desde la clandestinidad como dirigente nacional del M-19, que logró sobrevivir en una época de estado de sitio, donde la mayoría de sus integrantes y dirigentes fueron asesinados o desaparecidos, donde Petro describe esos hechos con lujo de detalles, a la vez que atrapan al lector por la calidad de la narración, muestran la confrontación política con el paramilitarismo, como un instrumento letal de violencia en Colombia.
Petro habló siempre de la necesidad del cambio con mucho respeto sobre las fuerzas armadas, señalando que Colombia es uno de los países más desiguales e inequitativos del mundo.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Agosto 2023