JAIME CORTÉS DÍAZ
Ahora que se avecinan las campañas electorales con miras a establecer un renovado mapa político dibujado por el afán de ostentar poder desde la presidencia de la República, incluyendo el llamado a lista del Congreso Nacional, ¡quién lo creyera! es imperativo tramitar con urgencia como lo pide el gobierno, la Reforma Tributaria (RT) denominada “Inversión Social” para despejar en cierta proporción compromisos latentes, la escasez de líquido monetario y el “parcheo fiscal”, pero con el interés de los distintos candidatos de adelantar sus luchas y pronunciamientos, libres de ese espacio tramitológico, especialmente los legisladores que deseen repetir, y de esa suerte la sutileza de su quehacer les será menos traumática.
De todas maneras, muchas cargas por equilibrar quedarán en el dominio de los próximos mandatos sin que ello signifique que en la discusión de la RT se acondicionen rubros teniendo de presente que es un puente emergente, con algunos ingresos permanentes alrededor de 1.4% del PIB. Es claro que la contribución del Ejecutivo para encausar fuentes de recaudo en planes de austeridad, se siente coja ante el desmesurado ensanchamiento burocrático de alta lisonja en las distintas Ramas del poder público. En efecto, los recortes constituyen un 0,2% del PIB aunque los gastos de funcionamiento se incrementan de 15.9% a 17.1% en 2022. De allí que el respectivo eje temático debe lograr instalamentos mediante acciones para taponar la evasión y la elusión, fijado en un 0,3%, para que supere con creces los resultados. He aquí un verdadero reto de eficiencia para la Dian en el oficial cumplimiento extensivo del llamado reparto solidario protémpore, la generación y mantenimiento de empleo digno y el ya en camino programa Matrícula Cero que es crucial en sí mismo, en su alcance y creación de confianza.
Es indispensable fondear la provisión de recursos inmediatos a fin de evitar las grietas causadas por la pandemia, los bloqueos y otros daños, ya que se tiene una contracción inmersa e inédita que va al 6,8 % este año, según cálculos de Fedesarrollo y que trajo como consecuencia imprevistos gastos de protección social y de salud que llevaron a un déficit fiscal de 7.8% del PIB. Pero ahí no termina este desfase. La misma entidad supone que el faltante se elevará a más de 8,6% en la presente vigencia. De otro lado afirman que anteriormente salieron capitales cercanos a once mil millones de dólares, lo cual hay que evitar en el futuro con el aseguramiento de una economía estabilizada, un sano desenvolvimiento gubernamental sin la incertidumbre de ¿qué vendrá? y la prospectiva de recuperar y subir el nivel de inversión.
Es pertinente en este momento, volver a recalcar la necesidad de agilizar el trámite de ley, sin desmedro de desvirtuar el contenido de la RT, para allanar en buena parte el objetivo buscado no solo por un clamor popular sin precedentes, sino por las convicciones de que el bienestar es de todos, esencialmente de los más vulnerables, razón de invocar a los electores su apoyo para representarlos en las esferas que se pondrán en la inminente liza, sin olvidar lo dicho por el exfiscal N.H. Martínez en el sentido de que “la mejor política social es aquella que genera crecimiento económico”.
Entretanto es oportuno en las distintas discusiones que se avecinan en frentes aquí definidos, de recomendaciones hechas por la Misión de Sabios acerca de la crisis colombiana, algunas contenidas en su informe presentado a finales del 2019, allí se hallan respuestas a inquietudes de la ciudadanía y a los estragos del covid-19 y sobre lo cual es insoslayable que los aspirantes posean buen discernimiento. En sus propuestas tendientes a “construir una sociedad basada en el conocimiento, equitativa y sostenible social y ambientalmente”, pues a los aspectos de reactivación hay que incluir una “reconfiguración de la economía y a una transformación de la sociedad. En este proyecto, el acceso a la educación en todos los niveles debe ser universal (…) [y] así con el conocimiento han de ser reconocidos como apalancadores de riqueza, salud y bienestar nacional”