Por:Juan Guillermo Ángel Mejía
Carlos Alfredo Croswaite hace un detallado análisis de la manera cómo se vienen incrementando las tarifas del servicio de energía eléctrica en Pereira a partir de la privatización del ente público; según la investigación del ingeniero, la tarifa más cara del todo el pais, en el mes de marzo del año pasado, para tomar solo un ejemplo, era la de Enertolima con un precio de 602.42 $/kwh, la segunda más cara fue la de Pereira con un costo por $/kWh de 583.64 y la más barata la de Electricaribe, con un precio $/kWh de 517.71; ahora bien, de otro lado Vigía Cívica, dirigida en buena hora por James Fonseca, visibiliza las operaciones que, con el patrimonio de la que fuera nuestra Empresa de Energía, se vienen haciendo, entre otros, negocios para adquirir la venta y distribución de energía en la costa norte, en riesgosa licitación sin competidor alguno; en la serie de artículos publicados en El Opinadero titulados “Cómo es el negocio socio”; allì nos recuerda cómo, en el año 2005, a pesar de los graves problemas financieros de la empresa de Pereira, resultó accionista de Enertolima mediante préstamos de yo con yo, y adicionalmente advierte el riesgo para la ciudad, dado que puede perder los dineros que por concepto de utilidades obtenía de la Empresa de Energía, dadas las obligaciones que por 2.6 billones de pesos adquirió para poner a flote la empresa de alto riesgo en la cual quedamos embarcados, riesgos a los cuales habrá que sumar los derivados de un negocio que el autor dice, no se ha dado a conocer a fondo, de la distribución y venta de energía en la ciudad de Cartago; dineros que muy probablemente tendrán que salir de las arcas de la que fuera nuestra empresa prestadora del servicio y a todas estas qué tienen para decir los miembros de la Junta Directiva de la Empresa que representan los intereses de Pereira, ¿no va siendo hora que nos digan qué está pasando y si las denuncias de investigadores serios como Croswhaite y Fonseca tienen asidero?.
La historia es larga; se inició cuando las Empresas Públicas, que fueron modelo en Colombia, las que gerenciaran Fernado Agudelo, William Jaramillo, Fabio Villegas o Luis Enrique Arango, entre muchos otros gerentes competentes, de una entidad que atendió las necesidades de los Pereiranos con lujo de competencia; el desastre se inició cuando la muy solida empresa se dividió, separando la energía, el acueducto y alcantarillado, la telefonía y el aseo y allí empezó el descuartizamiento de lo nuestro; se vendió la mitad de la Empresa de Energía con el agravante que se entregó la totalidad de la administración de la misma joya de la corona, posteriormente se feriaron las empresas de Teléfonos y la de Aseo, solo nos quedó Aguas y Aguas, también se entregó el alumbrado público y más recientemente el Aeropuerto Matecaña, sin que los dineros recibidos se convirtieran en otros activos lucrativos y de servicio, en dos palabras convirtieron activos preciosos en plata de bolsillo.
Los actores de la feria del patrimonio municipal, los alcaldes: Arango, Londoño y Vásquez no actuaron solos, actuaron unas veces con el silencio cómplice y otras con la participaciòn decidida de dirigentes del sector privado, todos ellos responsables de lo que hoy lamentamos y cuyas consecuencias pagamos los pereiranos.
Original publicada en El Diario y reproducida en El Opinadero con autorización expresa del autor.