PENSANDO EN VOZ ALTA.
Un poco más de análisis sobre las elecciones, vine bien. Los Char publicitaron la aspiración de Alejandro a su tercer mandato, con una frase llena de contenido diabólico: “venimos por más”. De seguro fue insuficiente el aprovechamiento del andamiaje político en favor del conglomerado económico: Tiendas “Olímpica” y el banco SERFINANZA. Como en el famoso cuento de Gargantúa y Pantagruel, no se atragantan; quieren más. Y, de dónde lo sacarán. Pues del presupuesto oficial. Probado está que nadie se enriquece desmedidamente con trabajo honrado. Con él podemos vivir cómodamente que, es muy distinto al derroche y exceso. Los antepasados decían: “Detrás de una gran fortuna, hay siempre un gran pecado” y Dios los llamará a juicio ¡Lo que les importará a esos ambiciosos! El pueblo barranquillero, manipulado por El Heraldo, El Colombiano, Tiempo, El País, Vanguardia, Telecaribe, RCN y Caracol, todos al servicio del clan, más la brutalidad del presidente Petro de entregarle a su bandido y antipático hijo, el manejo político de una zona tan importante, conformaron el binomio perfecto para consolidar allá el desastre del Pacto Histórico. Como las últimas administraciones han potenciado a esa hermosa ciudad, toma vigencia Turbay Ayala, con su famosa frase, reducir la corrupción a sus justas proporciones que, en la costa caribe adornan con “no importa si roban, mientras no se roben todo”. Fico, el “inefable” que, en Risaralda volvió miércoles al pobre Sigifredo Salazar, dijo: “vamos a recuperar el país desde las regiones”. Evidente que desean recuperarlo, para ellos, claro. Pues, cómo así que les van a dar tierra a los negros, indios, campesinos, desplazados y madres cabeza de familia; que LA JEP, está condenando altos oficiales por los falsos positivos; que ¿Mancuso, gestor de paz? No puede ser que ese criminal tenga credibilidad, dice el uribismo que lo amaba y lo llevó al congreso. Pero, no dijeron nada cuando Karina, la negra despiadada que arrasó nuestro hermoso Eje Cafetero, fue nombrada por Uribe, en el intento pacificador con las antipáticas y criminales FARC.
El partido liberal, hizo en televisión una hermosa campaña reivindicando los derechos de los desvalidos. Pero propuso para llevar a cabo esa hermosa epopeya a los mismos de siempre; es decir, a los causantes de la tragedia social. Y ahora el expresidente Gaviria saca pecho con frases de cajón como que “el liberalismo recuperó sus mayorías”. Aclaremos, el partido liberal, un pozo hediondo, con escasas excepciones, sí avanzó. El Liberalismo, con mayúscula que predica la justicia social, el libre examen, el anticlericalismo, la libertad, la igualdad ante la ley, ese no ganó. Lo sepultaron en el 45; en el 82, Luis Carlos Galán, el más valiente colombiano de todos los tiempos, quiso revivirlo y el establecimiento, aliado con el narcotráfico, lo mató. Ahora, Gustavo Petro, que no es comunista, ni castrista, ni chavista, sino liberal puro y duro, en el sentido filosófico del término, sufre los embates tanto de los huérfanos de poder como de la izquierda estúpida, dividida, ávida de poder, dinero y, además, embriagada de zalamería.
Jaime Bedoya Medina.
Bien Profesor.
Màs claro no canta un gallo.