Por JHON JAIME JIMÉNEZ S.
Estamos viviendo una época que por supuesto nos ha impactado en todos los sentidos , y es por ello fundamental que las estrategias para enfrentar las diferentes secuelas de estas circunstancias sean no solo con altos niveles de efectividad sino que adicionalmente, precisen de una lógica que vincule a todas a las instituciones del estado .
El aspecto económico es evidente que tiene una de las mayores prevalencias en esta situación, y es allí donde encontramos que las decisiones tradicionales de los países para enfrentar el decaimiento de la economía , es la promoción de obras publicas , y construcciones de orden privado que evidentemente poseen un nivel de encadenamiento significativo y que movilizan los diferentes eslabones del sector y que comportan dinámicas positivas en todos los sentidos .
Sin embargo es también evidente , que ante el freno en la fluidez local, los recursos que tradicionalmente teníamos en nuestra región alrededor de los giros , de nuestros connacionales ubicados en otros países, ha sido una fuente de posibilidades para nuestra economía y todo el flujo que de ella se deriva .
Pero ahora, se consolida el retorno de muchos de ellos quienes no solo siguen teniendo un ingreso por razones de jubilación en otros países, sino que llegan con posibilidades de inversión y de reforzamiento de nuestras fuentes económicas en todas sus variedades , incluso acompañados de sus respectivas parejas o atrayendo a otras personas que por su relación conocen nuestras tierras y se han enamorado de ellas.
En tal sentido , la necesidad de legalizarse en nuestro país es un anhelo que todo formal tiene en su mente , sin embargo , pese a que las condiciones económicas y sociales de dichas personas son las mejores , la tortura para ese reconocimiento es infinita , toda vez que la cancilleria no solo tiene una pagina y un sistema de respuestas con serias falencias sino que sus tramites admiten toda una serie de incoherencias y de reprocesos a costa del potencial nuevo ciudadano , el cual por el contrario debería ser tratado con la mayor consideración y presteza en razón de sus potencialidades y de los flujos que va a asegurar el país en todos los ordenes . Es una lastima que no se cuente con esa lógica en tal entidad y que lo delegado para los territorios, no posea los alcances para ayudar y convencer a muchos retornados a multiplicar esa otra fuente de fondos para nuestro país .