“El humorismo que me gusta es el que me hace sonreír cinco segundos, y me pone a reflexionar varios minutos”.
(William Davis).
Cumplí 57 años de casado: y se me han hecho como 15 minutos… ¡debajo del agua!
Mi esposa solo molesta por dos cosas…: porque sí, y porque no.
Ella me hizo millonario, sí millonario. Porque antes yo era… multimillonario.
Mi hijo (cuando tenía tres años) jugaba con los dedos índice y pulgar.
Para entretenerlo me los metí a la boca, y le dije:
—¡Me voy a co-mer es-tos de-diii-tos…! –Dramatizándole que me los tragaba.
El chico, parado en la cama, y mirándose asombrado los deditos que –lleno de ternura– le había humedecido, me dijo:
—¡Papi…, papi…!
—¿Qué pasó, hijo?
Me respondió:
—¡Papiii…, qué she hizho mi moquito, ahhh?
Vendí el carro porque lo usaban: mi esposa Stella, para ir al salón de belleza; mi hija Luces, para ir a teatro; mi hijo Juanka, para ir a la universidad; mi hijo Oscarín, para visitar la novia; y a mí me lo dejaban… ¡para echarle gasolina!
Todos los días me levanto a las tres; sí, a las tres. Digo: “¡A la una, a las dos y a las tres…!”, y me levanto.
Me dicen que soy un hombre muy estudiado: bastante estudiado… por todos los médicos.
El médico endocrinólogo, doctor Alin Abreu Lomba, me dijo:
—Don Óscar, veo que usted tiene osteoporosis.
Le pregunté:
—Pero… ¿es un principio?
Me respondió:
—Sí, amigo…, ¡ya estás muy principiado!
El cirujano vascular, doctor William Fernando Lenis, me dijo
—Osquitar, ¡vos te vas morir!
Muy sobresaltado, le pregunté:
—¿Por qué me lo dices, ah…?
Me respondió:
—No sé, pero… algún día te vas a morir.
Y el internista, doctor Octavio de la Cruz Cifuentes, me examinó:
—Diga treinta y tres, tres veces.
Le respondí:
—Noventa y nueve.
Sentí que llegaba a viejo, cuando unos jóvenes que jugaban fútbol pararon el partido, diciendo: “¡Esperemos que pase el abuelito!”.
Un amigo, humorista del programa Sábados Felices, José Luis Mesa, “Chuky Manuel”, es tan feo, pero tan feo, tan feo, que cuando reza: “Ángel de mi Guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día”; el ángel le responde: “Yo te acompaño de día, porque… de noche, no me le comprometo”.
Sufro mucho de la columna…: me toca escribirla cada que me la piden de los periódicos.
Al tomar un vuelo internacional ‘me decomisaron’ un cortaúñas. ¡Qué estupidez! Ni porque yo fuera a asaltar el avión, amenazando los pasajeros diciéndoles: ¡Manos arriba todos…, les voy a cortar las uñas!
—Tengo ganas de ir a Dubái, como el año pasado –le dije a mi esposa.
—Pero si tú nunca has ido por allá –me increpó.
—No. Es que el año pasado… también me dieron ganas –le aclaré.
Emeterio y Felipe, “Los Tolimenses” tenían un programa en la emisora Nueva Granada de Bogotá. Ahí hacían un concurso para escoger el mejor chiste del mes enviado por los radioescuchas, y lo premiaban con un electrodoméstico.
Resulté ganador de una nevera y, aprovechando un viaje a la capital a un seminario efectuado por el Sena, fui a la emisora.
—¡Ay, ‘juelita’!, tenemos aquí a don Óscar Gil, de Cali; que se ganó una nevera el mes pasado –me recibió don Emeterio. ¿Qué lo ‘trujo’ por aquí, don Óscar?
—Vine a un seminario, y… para reclamar la nevera.
—¿Cómo ‘asina’, compadre, y es que se metió de cura? Bueno…, puede reclamar la nevera Icasa en Cali.
—Y… ¿la casa? –pregunté
—¡Buen ‘primorrr’, cuál casa, ah…?
—¿No me dice que gané nevera…, y casa?
Hasta ahí llegó la entrevista.
—Don Óscar –me preguntó el lotero: Si se gana los 9.000 millones de la del Valle, ¿qué haría con tanto dinero?
—Lo primero, pagar todas mis deudas.
—Y… ¿el resto?
—¡Ah, no; el resto… ¡que esperen!
¿Con qué número se ganaría García Márquez el Premio Nobel, ah…?
Siempre he sostenido que: “A la rosa no se le pega ni con el pétalo de una mujer”.
¡Disculpe! –Dijo un pato, bajándose de una gallina.
La zanahoria es muy buena para la vista…: jamás he visto un conejo con gafas.
“El humor no es un mero pasatiempo: en todo chiste hay un contenido bastante serio”.
(Sigmund Freud).
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* Periodista y corrector de estilo
RESPETADO COLUMNISTA:
Excelente escritura: humor fino, juego de ideas y palabras con sentido de reflexión.
El humor fino: da cuenta de mentes brillantes.
Gracias,