En Colombia, el acceso a medicamentos se ha transformado en una odisea, revelando un problema estructural arraigado en el sistema de salud.
Esta crisis, que va más allá de la coyuntura actual, evidencia fallas en: financiación, gestión deficiente de las EPS, debilidades regulatorias y un modelo que prioriza lo financiero sobre el derecho a la salud de todos los colombianos.
La crisis de Audifarma, empresa dedicada a la gestión farmacéutica integral, está marcada por fallas en la dispensación, manejos financieros irregulares, y desabastecimiento generalizado de medicamentos esenciales para tratamientos de enfermedades crónicas, oncológicas y otras patologías graves.
Audifarma, se encuentra en el centro de la polémica por la suspensión de la entrega a afiliados de Nueva EPS, debido a una deuda millonaria disputada, dejó a miles sin tratamiento en varios departamentos.
La Superintendencia de Salud descubrió en la anterior empresa retrasos de hasta 90 días en la entrega de medicamentos, lo que resultó en una sanción pecuniaria.
Las EPS acumulan deudas millonarias con proveedores que dificultan la distribución de medicamentos.
En 2023, se reveló que las EPS debían billones a hospitales y farmacias, agravando la crisis.
En 2024, el 65% de las IPS públicas reportaron escasez, un aumento del 5% respecto a 2023.
Pacientes con cáncer y VIH enfrentan graves dificultades para acceder a sus tratamientos, y hay una marcada diferencia en la disponibilidad de medicamentos entre el sector público y privado.
Aunque se ha señalado al actual gobierno como responsable, la crisis es el resultado continuado e histórico de factores económicos, administrativos y regulatorios complejos.
La dependencia de importaciones, la crisis financiera de las EPS e IPS, más la burocracia en la regulación contribuyen al problema.
Las consecuencias son devastadoras: pacientes con VIH, diabetes y enfermedades oncológicas sufren complicaciones graves por la falta de la entrega oportuna de sus medicamentos.
Para enfrentar esta crisis, se proponen soluciones como : fortalecer la producción nacional, optimizar la cadena de suministro, supervisar estrictamente a las EPS e IPS y empoderar a los ciudadanos para que conozcan y exijan sus derechos.
La solución a la crisis del desabastecimiento de medicamentos en Colombia es urgente y requiere acciones inmediatas.
Es muy importante que el Estado, EPS e IPS y las entidades de control de todo orden, asuman su responsabilidad, puesto que se trata, nada más y nada menos de garantizar el acceso a los medicamentos que formulan los médicos de las EPS y la protección de la vida de millones de colombianos.



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