48 años de periodismo. Pregonero de tu historia.
Aquella tarde del 12 de octubre de 1977 el destino me tendió su primera hoja en blanco.
Eran las cinco en punto, y el sol, altivo, se preparaba para despedirse del cielo de Pereira. Las aves buscaban sus nidos, los árboles murmuraban en el viento, y el estadio “Hernán Ramírez Villegas” era el escenario de un partido que terminaría siendo mucho más que fútbol.
De repente, el árbitro chileno Mario Canessa hizo sonar su silbato.
El juego se detuvo… y el mundo también.
La tarde se oscureció como si una mano invisible hubiera cerrado los párpados del cielo. La Luna se interpuso ante el Sol, y en cuestión de segundos todo quedó en silencio y en sombras. Un eclipse total cubrió el estadio, y con él, el asombro absoluto de miles de espectadores.
Yo estaba allí, en la pista atlética, con el corazón palpitando como un micrófono encendido.
Era mi primer día como periodista.
Allí cumplía mi labor de reportero de campo para la transmisión de Radio Reloj 1300 AM, dirigida por el maestro William Henao Vásquez.
No lo sabíamos entonces, pero ese día quedaría tatuado en la memoria: la jornada en que un joven “pichón de periodista” comenzó a narrar su propia historia, bajo un cielo que se apagó para luego volver a brillar.
Durante cuatro minutos, el fútbol se rindió ante el universo.
Las tribunas quedaron inmóviles, los jugadores miraron al firmamento y la ciudad entera se hizo una sola voz de asombro.
Y cuando el sol regresó, iluminando de nuevo la gramilla, el balón volvió a rodar como si nada hubiera pasado… pero para mí, todo había cambiado.
Ese 12 de octubre —fecha que más tarde supe que era el Día del Periodista Deportivo en Colombia— fue el inicio de una travesía de 48 años contándole al país las historias que viven detrás del gol, del estadio y de la gente.
Epílogo de una vocación
Aquel empate sin goles entre Deportivo Pereira y Millonarios se perdió en las estadísticas.
Pero lo que no se apagó jamás fue la luz de aquel instante.
El sol eclipsado fue el preludio de una vida entregada al periodismo, a la radio, a la crónica, a la memoria.
Desde entonces, he seguido persiguiendo historias, con el mismo asombro con que aquel joven reportero miró al cielo eclipsado por primera vez, y entendió que la pasión por narrar también puede ser un milagro de luz en medio de la oscuridad.
Hoy, 48 años después, sigo pregonando la historia.
La de mi ciudad, la del fútbol, la de nuestra gente.
Y cada palabra que escribo es un pequeño rayo del sol que ese día regresó para quedarse.
Danilo Gómez Herrera
Pregonero de tu historia
Socio Acord Risaralda
Múnera Eastman Radio
Hola Danilo: muy bonita y petica cronica de sus inicios como periodista deportivo e historiador del Deportivo Pereira, que sigue siendo un equipo de segunda, aunque uy e he oido rumores que tambien ha estado permeado por el narcotráfico, segun rumores, los narcos del Valle y Antioquia han «ganado» campeonatos gracias a su poder económico, pregunto ¿ Los narcos de Pereira han sido mas eticos o mas chichipatos?. Saludos y bendiciones.
Danilo, la decisión correcta. Nos has dejado a todos como enseñanza que SIEMPRE hay que estar bien datiado y que hay que plasmar todo en letras para la posteridad. Un abrazo