Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadECOS DE UN FORO

ECOS DE UN FORO

 

Con relación al foro convocado por El Diario del Otún, el colectivo Agora Cívica, la corporación Vigía Cívica y la U. del Area Andina sobre el tema aeroportuario regional, los especialistas en temas aeronáuticos (Francisco Valencia y Marlon Mejía) nos han advertido que el Aeropuerto Internacional Matecaña (AIM) podría enfrentar debilidades y amenazas, en el mediano plazo, que es necesario estudiar rigurosamente.

 

A partir de esa juiciosa advertencia, el debate “alzó vuelo”. Sin elementos de juicio serios, sin estudios, con visiones casuísticas muy centradas en los aviones, destacados opinadores han “saltado” a sacar conclusiones sobre el futuro del AIM. Por el momento, las propuestas que hemos escuchado resultan ser profundamente emotivas e intuitivas.

 

Los primeros -que hemos denominado “apocalípticos”- tienen una visión muy pesimista. Han decidido que el AIM está herido de muerte y que se encuentra en vías de extinción. En esas circunstancias, proponen aplicarle la eutanasia rápidamente; “matarlo”, antes de que se muera. Y empacar maletas para irnos con la música a otra parte. Se propone cerrar el AIM y trasladarlo al Valle de Risaralda, a Cartago o a las inmediaciones de la vereda El Tigre.

 

En nuestra modesta opinión, los argumentos de este primer grupo son bastante confusos. Parecería ser una mezcla de elementos relacionados con la evolución de la flota aeronáutica, la supuesta “imposibilidad” de prolongar la pista actual del AIM y las amenazas provenientes del Aeropuerto El Edén (AXM). Según esta visión, más pronto que tarde, el Aeropuerto El Edén, en contubernio con Aerocivil, se “robará” TODOS los pasajeros internacionales del Eje Cafetero. Esa pérdida llevaría al AIM a la inanición financiera.

 

Pero existe otra visión, que hemos denominado “utópica”. Estos nos invitan a “soñar en grande”, y dicen: “Dado que obligatoriamente debemos trasladar el AIM, aprovechemos para hacer un aeropuerto regional de talla internacional”. Según esta propuesta, las fuerzas vivas del eje cafetero se deberían poner de acuerdo en “cerrar” los 3 aeropuertos regionales (AIM, EL Edén y Aerocafé) para construir un gran aeropuerto regional.

 

Ese nuevo aeropuerto se convertiría en un gran polo de desarrollo, de alta generación de empleo y de riqueza, que trascendería los confines del Eje. Este nuevo CAMELOT generaría infinidad de empleos de calidad y miles de toneladas de carga aérea. Nuestra región se convertiría en un formidable polo de atracción para millones de turistas y pondría al Eje Cafetero en la mira de los grandes empresarios del circuito internacional. Correrían ríos de leche y miel.

 

Cuándo se les pregunta: ¿Cuánto valdría y como se financiaría ese nuevo aeropuerto? Nos responden: “¡No lo sabemos, pero se podría financiar vendiendo el lote del Aeropuerto Matecaña!”. Y cuando se les pregunta: ¿Cuántos empleos nuevos se generarían?, nos leen un tedioso y trasnochado artículo de prensa en que se mencionan las ventajas teóricas de la planificación regional.

 

Ninguno de los proponentes del traslado -¡olivos y aceitunos, todos son unos!- ha esgrimido una sola cifra, un solo estudio, que permita valorar esas alternativas de manera razonable. Hasta el momento, el problema se ha enfocado de manera casuística, sin tener en cuenta al actor principal de esta película: EL PASAJERO.

 

Algunos profesionales pereiranos, constituidos en Colectivo, nos hemos interesado en las anteriores propuestas. Sin duda, la primera visión resulta ser muy preocupante. Y la segunda, muy inquietante.

 

Por esa razón, decidimos analizar el tema de manera seria y objetiva. Para ello emprendimos un estudio de carácter económico, centrado en metodologías de aceptación generalizada en el mundo académico que son las que utilizan los organismos encargados de planificar la inversión pública en todos los países occidentales.

 

Teniendo en cuenta las particularidades del sector aeroportuario, optamos por aplicar, al pie de la letra, los lineamientos metodológicos que dictamina la FEDERAL AVIATION ADMINISTRATION, contenidos, de manera resumida, en el documento “FAA AIRPORT BENEFIT-COST ANALYSIS GUIDANCE. September 16, 2020”, que ponemos a disposición de los lectores.

 

Amable Lector(a): si lo desea, escríbanos a guillermobotero@yahoo.com o al 3207887256 y le enviaremos los resultados del estudio y los documentos que lo sustentan.

 

Dada la complejidad del tema y la precariedad de la información disponible, los resultados del estudio que hemos emprendido, son preliminares. Nuestro estudio es una obra en construcción. Pero las conclusiones son contundentes, y se pueden resumir así:

 

  • El AIM, sin alargue de pista, no tiene, en el horizonte de los próximos 20 años, amenazas serías que comprometan la competitividad aeroportuaria de la Ciudad de Pereira. Las inmensas fortalezas del AIM, en el horizonte previsible, superan con creces las debilidades. Como activo productivo, es -y seguirá siendo- altamente rentable. Mirado en perspectiva, económicamente, el activo AIM “vale” más del doble como aeropuerto funcionando que como lote. Cerrar el AIM constituiría un error financiero y económico de proporciones bíblicas.
  • Para 2050 estimamos un crecimiento moderado de la demanda. Nuestro mejor estimativo, indica que, en el año 2050, el AIM debería soportar cerca de 4.5 millones de pasajeros anuales (frente a 2.625.000 pasajeros en el 2025). Encontramos que los pronósticos de demanda que estiman el tráfico para esa época en 6.5 millones de pasajeros son demasiado optimistas.
  • En ese horizonte de tiempo, en el peor de los casos, el aeropuerto El Edén nos “robaría” un porcentaje muy bajo de los pasajeros internacionales (se estima que inferior al 5%). Por fortuna, la gran mayoría de ese “robo” se daría a partir del año 2045. El valor monetario de esos pasajeros perdidos (en ingresos para el aeropuerto) sería insignificante, comparado con los ingresos totales estimados.
  • En esas condiciones, sería un error garrafal gastarse US$300 millones de dólares (cifra estimada muy preliminarmente) en alargar la pista del AIM, con el único propósito de defender esos pocos pasajeros y esos ingresos.
  • Un error más protuberante aún sería cerrar a Matecaña para trasladarlo al Valle de Risaralda o a Cartago. Los estudios muestran, de manera realista, que: a) ese nuevo aeropuerto perdería pasajeros nacionales, frente a los pronósticos más pesimistas para el AIM sin alargue de pista; y, b) los amigos de esta solución no han tenido la precaución de valorar el brutal impacto para los pasajeros que implicaría el tiempo adicional de traslado y los costos adicionales de transporte de los pasajeros a la nueva terminal. Dramáticamente, el valor estimado de esos costos supera el valor de la inversión CAPEX.
  • Los amigos del traslado no han mencionado quien sería el inversionista que arriesgaría sus recursos privados en ese proyecto. Preliminarmente se estima que el costo (CAPEX) de construir el nuevo aeropuerto sería cercano a los US$700-800 millones de dólares. En el mejor de los casos, la venta del lote de Matecaña, con destinación urbanística, no sobrepasaría los $50 millones de dólares. ¿Quién pondría la diferencia? Dudamos de que un alcalde de Pereira fuera capaz de arriesgarse a poner todos los huevos de su administración en esa aventura.
  • Los amigos del traslado argumentan que el AIM sin alargue de pista no podría soportar vuelos intercontinentales sin escalas a Madrid y destinos más lejanos. En nuestro estudio hemos aceptado esa premisa, pero hemos mostrado que es irrelevante. Hasta 2045, el Eje Cafetero no tendría clientela para que las aerolíneas ofrezcan frecuencias en rutas transatlánticas. ¿Para qué pistas si no existe los pasajeros?

 

Repetimos. Los resultados del estudio económico que hemos puesto a consideración de la clase dirigente y de la ciudadanía risaraldense concluyen rotundamente que el Aeropuerto Internacional Matecaña no tiene amenazas serias en el mediano plazo. El AIM es -y debe ser- el guardián y el aliado de la competitividad de Pereira y de los pereiranos. Podemos estar tranquilos.

 

Naturalmente, lo anterior no significa no hacer nada y dormirnos sobre los laureles. El AIM, sin alargar la pista, debe continuar realizando sus mejoras en el lado aire y en el lado tierra, para irse modernizando, adaptándose a los requerimientos de la demanda.

 

El Aeropuerto Internacional Matecaña es el símbolo viviente de la pereiranidad y del civismo pereirano. Su valor emocional sobrepasa con creces cualquier consideración de tipo económico. Los pereiranos raizales nos opondríamos con firmeza a que se decrete la muerte de ese activo patrimonial emblemático, para montarnos en una aventura riesgosa e inconmensurable. ¡MATECAÑA SE RESPETA!

Por lo tanto, estamos invitado formalmente a la Alcaldía de Pereira, a los gremios, a las Universidades y a la opinión pública a que confrontemos estudios y resultados. A manera de amable reto, invitamos a los proponentes del traslado a que nos muestren cifras, metodologías y estudios que trasciendan las especulaciones casuísticas. Naturalmente, también los invitamos a que controviertan nuestras metodologías, nuestros supuestos y nuestros resultados, y a que nos ayuden a mejorarlos.

 

Llegó la hora de los estudios.

Guillermo Botero Mejía

 

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