Por: Germán Ossa
Directores y productores siguen liberando sus largometrajes y cortometrajes para que puedan ser vistos por el público durante estos días de cuarentena. En el caso de Venezuela, la noticia es muy buena, toda vez que está a disposición de nosotros, los amantes del cine, del documental y de las artes plásticas, uno que hiciera el cineasta Lorenzo Vigas, sobre la vida y la obra de su padre, el Famoso pintor, grabador, ceramista y escultor Oswaldo, considerado uno de los mejores artistas que ha tenido el hermano país que maneja ese loco llamado Nicolás Maduro.
Desde que se decretó la cuarentena por la pandemia del COVID-19, varios cineastas venezolanos han anunciado a través de sus redes sociales la liberación de algunas de sus películas, para que puedan ser vistas por el público desde sus casas a través de Internet.
Cada día son más los realizadores que se suman a esta iniciativa, bien sea de películas que fueron estrenadas hace más de cinco años o algunas más recientes, tanto de largo como de cortos metrajes.
La casa productora Tres Cinematografía, tiene al aire la segunda parte de una serie que comenzó hace unos quince días: la spectacular película “El vendedor de orquídeas” (2016), de Lorenzo Vigas, un homenaje que hace este cineasta a su padre. Este documental se adentra en la figura del artista plástico Oswaldo Vigas, fallecido en 2014, pero desde una perspectiva muy íntima, la que ofrece este cineasta que en 2015 ganara el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, por la película venezolana “Desde allá”, que sí, no está liberada para internet. En 2016, este filme de no ficción se proyectó fuera de competencia en el certamen italiano.
“El vendedor de orquídeas” se centra en un viaje que emprende el artista para encontrar un lienzo perdido que tiene ese título. En ese periplo, el espectador verá a una persona que reflexiona sobre su vida, los humildes años de la infancia y de la adolescencia, así como la dolorosa partida de su hermano. A finales de marzo el documental fue liberado por dos semanas, pero desde el 22 de abril, cuando se cumplieron seis años del fallecimiento del artista, la Fundación Oswaldo Vigas, la puso nuevamente a disposición y sin ningún costo, como homenaje al autor, que se nutrió del arte prehispánico, al igual que Roberto Matta, Rufino Tamayo, Wifredo Lam y Oswaldo Guayasamín. En Caracas, parte de su obra se encuentra en la Ciudad Universitaria.
Lorenzo Vigas, el realizador, su hijo, expresó: “Recuerdo a mi padre describiéndome un cuadro que había pintado durante su adolescencia en la ciudad de Guacara y que no veía desde hacía 70 años. Por la forma como lo describía y la emoción que esa obra generaba en él cada vez que pronunciaba su nombre, “El vendedor de orquídeas”, siempre supe que algo muy importante lo ataba a él. No sabía qué era, pero cuando en el año 2010 comenzó a preparar una exposición sobre los inicios de su carrera, supe que era el momento de registrar los acontecimientos que seguirían. La película, que empezó como la búsqueda de una obra desaparecida, se convirtió en una reflexión sobre el paso del tiempo, la importancia de los recuerdos y sobre todo, sobre el origen del impulso primordial de creación. Desde el punto de vista personal, al tratarse de mi padre, la película me sumergió en un universo desconocido que terminó por afectar mi esencia como ser humano y creador”.
Es una película que tiene todos los méritos para ser considerada una (otra) obra de arte: historia, sentimiento, afecto, nostalgia, amor, arte, narración, decsripción, argumento, historia, emoción y sobre todo, VIDA.
Bien vale la pena sentarse esa hora y media frente al computador para verla.