AVANCEMOS
Hemos venido viendo cómo se reactivan paulatinamente los diferentes sectores económicos y los diferentes países. De hecho, las proyecciones de crecimiento de la economía mundial de la mayoría de los analistas para el 2021 fueron muy optimistas. El año pasado se hablaba mucho del concepto de “rebote” que no es otra cosa diferente al efecto de la caída grande que tuvo el crecimiento económico en 2020, y un gran impulso en el 2021, después de que se fueron abriendo los sectores productivos, y que se redujeron al mínimo las cuarentenas.
Por ejemplo, los expertos ajustaron las proyecciones del crecimiento económico para los diferentes países y el de Colombia queda en el tercer lugar en América Latina después de Chile (11%) y Perú (10%) con 7,6%. De acuerdo con Paolo Giordano, economista principal del BID con sede en Washington el crecimiento económico de América Latina está explicado en parte porque fue la región que más decreció el año pasado, y también debido a que el comercio internacional se vio beneficiado por la gran demanda de muchos países por productos básicos como alimentos y por el aumento de precios en los mismos.
Las previsiones para América Latina por parte del economista Paolo, se vuelven un poco más pesimistas cuando se habla del mediano y largo plazo. Uno de los argumentos para dicho cambio es que entre el 2020 y 2021 los precios de los productos básicos no energéticos aumentaron 32,3% y los energéticos el 74,3%. Esto obedeció al aumento de la demanda en todos los países, pero sobre todo en Estados Unidos y Europa reactivando sus economías. Además, porque estos países continuaron entregando ayudas económicas a las familias y empresas hasta el presente año.
Otra variable a tener en cuenta en los procesos de repunte del comercio mundial y que impacta directamente los niveles de crecimiento de las economías de los países, es de los crecimientos interanuales de los volúmenes del comercio. De acuerdo con cifras del BID, dicha variable creció el 13,8%, muy por debajo a los crecimientos del valor que se mostró en el párrafo anterior.
Entonces al comparar el crecimiento en valor del comercio mundial de América Latina con el crecimiento real de volumen, deja entre ver un crecimiento más soportado en los precios, o sea en el encarecimiento de los bienes que exportó la región. Por esto el economista Paolo concluye que el crecimiento de las exportaciones fue impulsado principalmente por los precios. También señala que el desempeño fue mejor que el promedio mundial por la mayor caída durante 2020.
La preocupación en las economías mundiales de hoy tienen a la inflación como una de las principales variables de monitoreo. La recuperación del comercio en América Latina, soportada en gran parte por el aumento de los precios internacionales de los bienes exportados y sumado a la coyuntura de las ineficiencias y los altos costos de las cadenas logísticas internacionales, tiene a los expertos indicando algunas señales de desaceleración de la recuperación.
Por lo anterior, el economista Paolo Giordano del BID, planteó esta semana los siguientes argumentos: “El balance de los riesgos coyunturales presenta alta incertidumbre en los precios. Los términos de intercambio de la región se han estabilizado en un nivel inferior a los máximos históricos y la mayoría de los factores que impulsaron el aumento reciente tienen un carácter previsiblemente transitorio. En los volúmenes, la recuperación de la actividad respondió al fin de las medidas de confinamiento y a los programas de estímulo. El giro en las políticas es inminente. Ya se observan una corrección a la baja de las previsiones de crecimiento a mediano plazo y menor optimismo de los operadores comerciales”.
Recordemos que la inflación en las economías es una variable crítica y por ello Colombia le dio suficiente independencia al Banco de la República para administrar dicha variable.