🔅 La humanidad no sobrepasó su instinto feral depredador que hoy gobierna la triste democracia degradada.
🔅 Patético soportar al más caricaturesco energúmeno condenado por múltiples crímenes, expidiendo certificados de lucha contra el crimen e impunidad.
Cada ser humano en libertad leal con autodeterminación es responsable de gobernar su vida con la toma de decisiones en sociedad y ejercicio indeclinable de sus derechos y deberes en equidad. No toda la humanidad tiene ésa garantía de poder decidir su trayectoria vital con autonomía. Desperdiciar tal privilegio supremo resulta imperdonable. Vergüenza supina e inaceptable irrespeto propio es decidir en libre consciencia plegándose a lo que diga «amo alguno» de ningún lado.
La peor indigencia, miseria e indignidad personal la esgrimen sin pudor quienes no reparan en ser plaga mal ejemplo con la defensa de políticos corruptos que dañan la vida en sociedad y depredan todo lo público sin escrúpulos. En todas las ideologías y orillas de negocio político hay depredadores de lo público en la guerra por el saqueo de erario y la ambición retorcida por burlar la ley. Hay gente que se condena por ignorancia y fanatismo en la defensa de políticos venales.
El instinto depredador de los actores del poder en la humanidad no pudo ser neutralizado por el derecho y la civilización normativa en democracia y por el contrario el crimen rebasa en impunidad la estructura social e institucional, que fue diseñada por la ciencia y la técnica para impedir el imperio del daño, lo ilegal, ilegítimo, venal e impune. El techo del poder público, político y económico en el mundo está controlado por los peores en la cúspide de toda la estructura normativa.
El actor con más capacidad militar destructiva tiene hoy amenazado y subordinado a su inescrupulosa veleidad imperial a todos sus subalternos ideológicos obedientes por ambición, rogando que sea su amo en sus territorios y los defienda de su incapacidad para la autodeterminación. Cualquier migaja de privilegios sirve con tal de pertenecer a su feligresía al precio que fuere sin soberanía, patria ni ley. Por su bendición lo que pida le será entregado. Así se mueven los incondicionales de los condenados del poder.
El más armado de todos, dueño de la primera cobardía e impunidad suprema en el techo del mundo político y monetario, máximo deudor del planeta, mantiene encañonados a todos, acreedores y potenciales asaltos, saqueos y despojos en lista a punta de matoneo y plomo. El mayor asaltante y despojador. Abusador, pederasta, vulnerador, venal, todas las mañas e ignorancia en un individuo a quien le fue entregado el aparato bélico más temido por la humanidad, ése poder maligno, con todo el cinismo ejerce la satrapía del máximo corsario en la era del engaño tecnológico artificial que somete a los esclavos del capitalismo sin escrúpulos ni alma. Demencial el panorama con un genocidio impune cereza del pastel en semejante delirio de codicia sin control.
Ése sujeto innombrable, impresentable e indeseable, dirige el entramado del poder amenazante y despojador en el planeta. Ése expide certificados de buena conducta contra el crimen en la humanidad. Ahí va esta realidad planetaria. Eso quieren reimplantar remasterizado en el país y los del ruido industrial claman a grito desgarrado que los condenados encabezados por el sociopata rojo de casablanca asalten y tomen todo lo que quieran que ellos sometidos obedecen. Así operan las élites del poder cipayo al sur del primer condenado amenazador planetario. La bolsa o la vida dice el asaltante descertificador.
Escrito por Hernando Ayala M Periodista colombiano Mail disnnet@gmail.com