Por: Miguel Ángel Rubio Ospina
A Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich in Memoriam
Son muy pocas las personas de mi generación que saben qué o quiénes son Les Luthiers, (y eso que soy muy joven). Los que quizá lo sepan, por alguna mínima referencia, quizá tampoco entienden en qué radica el secreto de su humor, es más, verán a un grupo de músicos con Smoking, muy seriotes de entrada, tocando instrumentos propios de los conciertos de Música clásica, que sin embargo no pertenecen a su universo musical, limitado a lo que las emisoras radiales transmiten cada día.
Nacen en el año 1967 como I Musicisti liderados por Gerardo Masana (1937-1973) al frente de la construcción de instrumentos informales (Luthier) y bajo la dirección artística de Marcos Mundstock, hijo de inmigrantes polacos, judíos asquenazíes, quién por entonces estudiaba ingeniería y al cual se le encargó escribir los libretos de la agrupación.
Pocos años más tarde, un grupo de 5 integrantes se separa del colectivo y deciden formar uno nuevo, bajo el nombre de Les Luthiers, cuya nómina de actores y músicos se conservó hasta el año 2015 casi idéntico, sobreviviendo a la muerte de Daniel Ravinobich (Neneco) en agosto de ese mismo año. En el 2017, el músico y pianista de la agrupación Carlos Núñez Cortés decide retirarse, dejando sólo a tres de los originales integrantes, Carlos Lopez Pucio, Jorge Maronna, y Marcos Mundstock. En 1986, el músico y comediante Ernesto Archer quien integró casi desde el inicio la agrupación, y quien había entrado al grupo en 1971, para reemplazar temporalmente a Mundstock, el cual se alejó por un corto periodo, decidió retirarse del mismo, por razones que aún hoy no se conocen y que Archer se ha negado a explicar.
El pasado 22 de abril falleció Marcos Mundstock, sello identitario del grupo y este sello se lo da su tono de voz característico, una voz de locutor profesional, quizá la más fina y mejor lograda en su ámbito y que abría todos los espectáculos leyendo en una carpeta roja, el prólogo de lo que sería cada una de las intervenciones musicales en sus presentaciones.
Marcos Mundstock es el padre de Johann Sebastian Mastropiero una inteligentísima parodia de Johann Sebastian Bach, músico virtuoso, al que sin embargo se le podría aplicar el popular refrán “Todo lo del pobre es robado” pues es vilipendiado por la crítica especializada y se le aduce el robo de muchas partituras a otros autores (también ficticios, creados por la febril mente de Mundstock) como Günther Frager, entre otros.
Con un estilo Sui Generis en humorismo y calidad musical, tan solo comparable a los Monty Phyton británicos (aunque estos no eran músicos) Les Luthiers no tiene paralelo en el humor hispanoamericano; la calidad de sus libretos, llenos de juegos de palabras, metáforas potenciadas, hipérboles casi quevedianas, relatos carnavalescos, despliegues de lenguaje salpicados de juegos y correspondencias fonéticas, entre muchos otros recursos estilísticos que obligan al espectador a reír inteligentemente, a carcajearse sin saber por qué, a desenmarañar los secretos que ocultan sus genialidades lingüísticas; los humoristas argentinos se hicieron merecedores de varios premios, entre ellos el Princesa de Asturias en 2017 en Comunicación y Humanidades, premio que demuestra que el humor y la risa son necesarios en la reflexión intelectual del hombre, que rompe con lo solemne de estas áreas de estudio y que propone un enfoque crítico de la vida pero a la vez profundamente estético, al que no son bienvenidos los agelastas de El nombre de la Rosa, ni los sepulcros blanqueados, de aquellos que no permiten la liberación catártica del humor y la risa.
Por su parte, Marcos Mundstock quien fuera hasta el mes de mayo del año pasado miembro activo del grupo y el principal libretista de Les Luthiers, fue miembro de la academia española de la lengua y sus aportes al lenguaje, varios de sus mejores libretos e intervenciones, así como todo el legado en vídeo de Les Luthiers han quedado guardados para la posteridad en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en acto celebrado el pasado 10 de 0ctubre del 2019 atestiguado por el escritor, periodista y biógrafo oficial Daniel Samper Pizano.
No queda más que decir a Carlos López Puccio, a Jorge Maronna, a Carlos Núñez Cortés, a los ausentes Mundstock y Rabinovich, y a los nuevos integrantes, Horacio Tato Murano, Tomas Mayer Wolff y Roberto Antier, y por supuesto a Johann Sebastian Mastropiero, que esperamos que haya les Luthiers de la L a la eternidad.
@rubio_miguel